Ejército egipcio disuelve el Parlamento y estará 6 meses en el poder
El Ejécito egipcio anunció este domingo que había disuelto el Parlamento, que se mantendrá en el poder por seis meses y que suspendía la Constitución. El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas sostuvo a través de un comunicado que dejará el gobierno hasta que se lleven a cabo elecciones para elegir al nuevo presidente.
El Ejército nombrará un comité que propondrá cambios a la Constitución y la gente deberá votar para aceptar o rechazar esos cambios. El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas podrá expedir nuevas leyes durante el periodo de transición.
El gobierno le reporta sus labores al alto mando militar, al igual que antes lo hacía a Mubarak.
El anuncio ocurre dos días después de que el ex presidente Hosni Mubarak dejara el cargo, mientras en la plaza Tahrir, policías uniformados se unieron a los manifestantes en El Cairo, capital del país. La gente llevaba a los oficiales en hombres entre aplausos y al grito de "los policías y la gente son uno".
La escena contrasta con los enfrentamientos violentos que ocurrieron entre manifestantes y policías durante los primeros días de la revuelta para exigir la renuncia de Mubarak .
Los soldados, mientras tanto, lanzan gritos furiosos en intento por lograr que la gente desaloje el campamento que instalaron en el centro de la plaza Tahrir, el epicentro de las masivas protestas que derribaron el régimen de 30 años de Mubarak.
El primer ministro Ahmed Shafiq dijo este domingo que la prioridad del nuevo gobierno será restaurar la seguridad y la vida normal.
Está revisando los perfiles de algunos candidatos para llenar las vacantes de algunos ministerios. Nadie que no sea elegible desde el punto de vista de la gente será seleccionado, aclaró en una rueda de prensa trasmitida por la televisión estatal. Es la primera vez que habla en público desde la renuncia de Mubarak.
Vuelta a la vida normal
La plaza Tahrir parece menos concurrida este domingo que otros días, aunque algunos egipcios prometieron que seguirían manifestándose hasta que el "Egipto tenga un gobierno civil y no militar".
Las señales de normalidad aumentan en el primer día regular de trabajo tras la renuncia de Mubarak. Por primera vez desde que los manifestantes tomaron el control de la plaza Tahrir el tránsito vehicular fluye con normalidad por la zona.
El domingo marca el inicio de la semana regular de trabajo en Egipto, por lo que la mayoría de las tiendas alrededor de la plaza Tahrir estaban abiertas esta mañana.
Wael Ghonim es el activista egipcio a cuya página de Facebook se le atribuye el desencadenamiento de la insurrección. Este domingo escribió en su cuenta de Twitter: "Queridos egipcios, vuelvan a su trabajo este domingo, trabajen como nunca antes y ayuden a Egipto a convertirse en un país desarrollado".
Una multitud de jóvenes se reunieron en las afueras del ministerio de gas natural este domingo para llenar sus solicitudes de empleo. Se les veía recargados en los autos llenando sus formularios.
Y mientras miles de personas se deleitaron el fin de semana con su revolución, los militares a cargo del gobierno establecían sus prioridades, entre ellas, lograr la estabilidad.
El Consejo Superior de las Fuerzas Armadas dijo el sábado que estaba comprometido con un proceso democrático.
"Llamamos a la gente a cooperar con los policías", dijo y general Sami Anan, quien algunos ven como un posible candidato presidencial. "Le pedimos a los oficiales que se adhieran al lema 'la policía está al servicio de la gente'".
En el futuro inmediato, el Ejército tendrá que conducir a un país de más de 80 millones de personas a una transición democrática en medio de problemas de desempleo y poco desarrollo económico. Tienen a su favor que son una institución respetada por los egipcios.
La nación africana prácticamente se cerró al exterior durante la revuelta. En ese tiempo perdió el dinero proveniente del turismo.
Hombres de negocios cercanos a las famosas pirámides dicen que cerca de 50,000 personas trabajan en el sector del turismo.
Clientes de los cafés que se ubican en el centro de El Cairo dicen que ahora se sienten libres para hablar con honestidad sobre los problemas políticos de Egipto.
"Estoy feliz y triste", dijo un cliente llamado Fateh. "Estoy triste porque es el presidente que nos condujo a través de guerras y tiempos duros".
El sábado fue colocado un monumento de mármol dedicado a quienes perdieron la vida durante el levantamiento. La organización Human Rights Watch ha documentado 302 muertes, aunque ellos mismos dicen que la cifra es conservadora.
Egipto mantiene sus compromisos
Egipto mantendrá sus tratados y compromisos internacionales dijo el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas en un comunicado que quizá estaba dirigido a su vecino, Israel, país que ha visto con inquietud los cambios políticos en su aliado árabe.
Egipto e Israel firmaron un tratado de paz en 1979. El sábado, los israelíes dieron la bienvenida al comunicado egipcio.
Varios ex funcionarios de alto rango, entre ellos el ex primer ministro y el ministro del Interior, enfrentan demandas y se les ha prohibido salir del país , según reportes de la televisión estatal que citaban a fuentes judiciales.
Mientras en Egipto discuten su futuro político, las ondas de cambio recorren la región. En Saná, capital de Yemen, manifestantes cantaban este sábado: "Ayer, Túnez, hoy, Egipto, mañana Yemen abrirá la prisión".
En Argelia, manifestantes antigubernamentales cantaban el sábado: "Cambia el poder". Aunque las fuerzas de seguridad los enfrentaron y detuvieron a cerca de 100 personas , según la Liga Argelina por los Derechos Humanos.