El Ejército pide a los manifestantes egipcios que regresen a sus trabajos
Mientras los egipcios comienzan a comprender la magnitud de la revolución que se extendió por su país, la junta militar que ahora gobierna se encuentra a sí misma luchando con los problemas económicos que provocaron la revuelta, entre ellos, el desempleo masivo de los jóvenes y la falta de desarrollo económico.
El Ejército de Egipto pidió a los ciudadanos que dejen de protestar y que regresen a sus trabajos para restaurar la seguridad y una economía de por sí dañada por la revuelta que duró 18 días y que derrocó al gobierno de tres décadas del ex presidente, Hosni Mubarak.
La falta de productividad está teniendo un efecto negativo en la economía, dijo el general Mohsen al-Fangari, vocero del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas en un mensaje televisado.
En un esfuerzo por "alcanzar la seguridad y la estabilidad del país, y para garantizar que continúe la producción en todos los sectores, llamamos a los ciudadanos y a los sectores laborales llevar a cabo sus deberes, cada uno en su posición, reconociendo lo que han sufrido por mucho tiempo".
El Ejército hizo otra advertencia este mismo lunes a los manifestantes que se encuentran en la plaza Tahrir, en El Cairo. Les dijo que si no la desocupaban se arriesgaban a ser detenidos .
A la vez que el Ejército hacía estos anuncios las protestas continuaban en varias ciudades del país. Trabajadores del Ministerio del Interior se manifestaron en El Cairo. Exigieron mejores condiciones de trabajo, dijo un testigo a CNN.
Minna Ali se queja de que su salario mensual es de 125 dólares luego de 25 años de trabajo, mientras que otros empleados del ministerio que tiene su mismo nivel y menos experiencia reciben 850.
Cerca de 1,500 guías de turistas se reunieron cerca de una esfinge para remarcar su "amor por Egipto", aunque poco después la convocatoria se convirtió en una protesta contra el gobierno. Los guías exigían mejores pagos de parte del Ministerio de Turismo y compensaciones por los días que no trabajaron, según dijo un testigo a CNN.
El turismo es la principal fuente de ingresos provenientes del extranjero en Egipto, y prácticamente se paralizó desde el inicio de las protestas el 25 de enero.
En el área industrial de Kom Osheem, entre El Cairo y Fayous, cerca de 2,000 trabajadores de la cerámica se manifestaron en contra de la corrupción, según el periódico al-Ahram.
En Giza, unas 2,000 ambulancias fueron estacionadas frente de un centro de salud e hicieron sonar sus sirenas en demanda de mejores condiciones labores para los trabajadores.
En la ciudad de Tanta, cientos de empleados de los ministerios de Salud, Petróleo y Educación exigieron mejores salarios, reportaron medios locales.
Cientos de empleados de panaderías del gobierno también pidieron mejoras salariales, mientras que jubilados del sistema de metro exigieron mejores condiciones de retiro.
Este lunes no abrieron los bancos. Manifestantes que llegaron hasta el Banco Nacional de Egipto forzaron al director de la institución, Tarek Amer, a firmar su renuncia, según un correo electrónico compartido por un empleado bancario a CNN.
No está claro si la renuncia fue aceptada, aunque la televisión anunció el domingo que los bancos permanecerán cerrados hasta el próximo miércoles.
Cerca de 500 empleados bancarios continúan manifestándose en las afueras del Banco Nacional de Egipto. Exigen que algunos ejecutivos renuncien y que a ellos les mejoren sus salarios, según testigos. Aseguran que Mubarak colocó a algunos miembros de su familia en posiciones de poder y que perciben sueldos inflados.
Tras la caída de Mubarak, el Ejército quedó a cargo del gobierno . Este domingo, los militares anunciaron que abolían el Parlamento y suspendían la Constitución . También dijeron que permanecerán en el poder durante seis meses, mientras se llevaban a cabo elecciones para elegir un nuevo gobierno y se hacían reformas a la Constitución.
