Policía de Nueva Zelandia reporta gente atrapada entre los escombros
Una de las principales ciudades de Nueva Zelandia está en ruinas tras el terremoto que provocó la muerte de al menos 75 personas, derrumbó edificios y dejó a gente atrapada debajo de trozos de hormigón y concreto.
"Es difícil especular sobre el total de muertes debido a que es una situación cambiante", dijo el superintendente de la policía de Nueva Zelandia, Rossell Gibson, sobre lo ocurrido en la ciudad de Christchurch.
El terremoto de 6.3 grados golpeó la ciudad a la hora de la comida, el martes. Rescatistas luchan por alcanzar a los que están atrapados debajo de los escombros. Residentes aturdidos, algunos con heridas, vagaban por las calles llenas de escombros y pilas de concreto.
Los rescatistas que trabajaban con luz artificial habían sacado a "un gran número de personas" de los edificios colapsados, publicó en Internet la policía.
Había un número "significativo" de personas atrapadas dentro de dos edificios del centro que colapsaron", añadió.
"La policía también está consciente de que hay gente fallecida en ambos edificios", agregaba el comunicado.
Un total de 22 personas han sido rescatadas, entre ellos dos con heridas graves del edificio PPG en Cambridge Terrace; se cree que otras 22 personas permanecen atrapadas, según la policía.
"Hay comunicación con al menos tres personas y se entiende que no están heridos", añadió el comunicado.
Ocho personas fueron rescatadas del edificio CTV, ubicado entre las calles Madres y Cashel, pero "un gran número sigue desaparecido"”.
Cientos de rescatistas se dirigieron a la zona para ayudar en la búsqueda de sobrevivientes, según TVNZ, afiliada de CNN.
"Es descorazonador", dijo el primer ministro de Nueva Zelandia, John Key, al visitar la zona. "Este puede ser el día más oscuro de Nueva Zelandia".
Una mujer atrapada en una pila de escombros lloraba y pedía ayuda a la gente. "Ya vienen por usted", le respondió una persona.
El terremoto fue seguido por varias réplicas. La prioridad es rescatar a los atrapados. El número de heridos no está claro y la cifra de muertos podría ser mucho más alta, según las autoridades.
Una escuela japonesa aseguró que sus estudiantes y maestros visitaban la ciudad y estaban atrapados bajo los escombros. Dos alumnos habían sido rescatados y estaban siendo atendidos. Los que siguen atrapados se comunican por celular.
Los 21 estudiantes y dos profesores estaban comiendo cuando ocurrió el terremoto, según Sayaka Kawai, una empleada de la Escuela de Lenguas Extranjeras Toyama.
La escuela se enteró del terremoto luego de que una profesora envió un mensaje a sus padres en Japón. Les dijo que podía ver a siete estudiantes alrededor de ella pero no sabía del resto.
Una agencia de viajes japonesa informó que era incapaz de contactar a algunos de los turistas que estaban en la ciudad. Japón planea enviar un equipo de rescate, según las autoridades de ese país.
Grupos de policías, soldados y rescatistas han sido enviados de todo el país para colaborar con el rescate, según Key.
El terremoto derrumbó la fachada de la catedral de Christchurch. En la iglesia del Sagrado Sacramento se observan pilas de piedras que aplastaron los asientos.
Laura Campbell dijo que estaba en su trabajo, en la planta baja de un edificio de seis pisos, cuando ocurrió el terremoto. Describió que veía "ventanas quebrándose, ladrillos cayéndose, gente gritando" .
"Fue sangriento", dijo Campbell, quien trataba de llegar a pie a su casa. "Me preocupa lo que voy a encontrar en el camino".
El New Zealand Herald reportó que el terremoto provocó el corte de líneas telefónicas, incluido el servicio de emergencias 111. El sismo destruyó caminos, quebró tuberías de agua y provocó inundaciones. Aproximadamente 80% de la ciudad no tenía energía eléctrica, según TVNZ.
Gavin Blowman comentó que corrió a la calle cuando comenzó el sismo. "Sentí como si corriera sobre gelatina", dijo. "Vi una piedra gigante caer al suelo desde un acantilado, una roca que había estado ahí por milenios. Cayó en el RSA (una asociación de veteranos), fue espantoso".
El aeropuerto de la ciudad permanecerá cerrado hasta nuevo aviso, según su sitio en Internet. Todos los aviones que aterrizarían en él están siendo desviados y los que iban a salir no tienen permitido despegar.
El alcalde de Christchurch, Bob Parker, dijo a Radio New Zealand que el ruido atravesó su cuarto y que las calles estaban llenas de gente que intentaba salir de la ciudad.
"Hemos pasado por algo parecido sólo una vez, ahora tenemos que pensar qué hicimos en esa ocasión", agregó. Más tarde declaró estado de emergencia en la ciudad.
Las fuerzas de defensa civil acordonaron el centro de la ciudad, informó John Carter, ministro de Defensa.
Carter llamó a la población a enviar mensajes en lugar de hacer llamadas por celular, para poder usar las líneas en caso de emergencia.
"Se trata de salvar vidas y necesitamos tantas líneas abiertas como sea posible".
El sureste de Nueva Zelandia ha sido golpeado por varios terremotos desde el 4 de septiembre pasado, cuando un sismo de 7.1 ocurrió en el área. En esa ocasión no hubo muertos.
El Servicio Geológico de Estados Unidos informó que el terremoto de este martes fue una réplica de aquel sismo.
"Es una pesadilla, mucha gente apenas había vuelto a ponerse en pie después del otro sismo", dijo Kevin Fenauhty, del centro de manejo para las ciencias GNS, un instituto de investigación científica.
La reina Elizabeth II dijo que estaba "totalmente sorprendida" por las noticias.
Condolencias
El gobierno mexicano expresó sus condolencias. "La cancillería expresa al gobierno de Nueva Zelandia y a los familiares de las víctimas sus sentimientos de solidaridad por esta tragedia y formula votos por la pronta recuperación de la zona afectada", aseguró la Secretaría de Relaciones Exteriores a través de un comunicado.
