Un joven de 16 años, entre víctimas identificadas de la dictadura Pinochet
Los restos de dos víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet , una de ellas un adolescente de dieciséis años, fueron identificadas por el Servicio Médico Legal, informaron este martes fuentes judiciales.
Se trata de Orlando Ponce Quezada y de Mario Casanova Pino, de 34 años, que formaban parte de 125 cadáveres enterrados ilegalmente en 108 tumbas marcadas como NN (sin nombre) en el Patio 29 del Cementerio General de Santiago en 1973 y exhumados en 1991 por órdenes judiciales.
Ese año, al ser interrogado por el hecho de que en algunos ataúdes había dos cadáveres, el general Augusto Pinochet ante periodistas elogió "la economía" que ello suponía.
Ambos formaban parte de la lista de desaparecidos detenidos, llamados así a las víctimas de desaparición forzada durante el gobierno de Pinochet, entre 1973 y 1990. En la lista figuran 1,209 personas, 54 menores de edad entre ellos. Ponce y Casanova, estaban incluidos.
Orlando Ponce Quezada fue detenido el 8 de octubre de 1973 durante una inspección masiva de militares en la población obrera Cerro Colorado, del municipio de Renca, según fuentes de derechos humanos.
El adolescente, de acuerdo con testigos, fue subido a una camioneta roja a cargo de infantes, quienes lo colocaron boca abajo en el piso del vehículo para luego saltar sobre su cuerpo.
Junto a otros detenidos, fue trasladado a la Comisaría de Renca y dos horas más tarde llevado en la misma camioneta a un costado del cerro Colorado, donde soldados de la Fuerza Aérea le dispararon por la espalda.
Mario Casanova Pino fue ejecutado con numerosos disparos en la mañana del 24 de septiembre de 1973 en una calle de Santiago y permaneció como detenido desaparecido hasta 1991, cuando se esclareció -a través de declaraciones- que había sido enterrado como NN, sin embargo, su cuerpo no había sido encontrado.
En la tarde del 17 de septiembre de 1973, infantes de la IV Comisaría de Santiago se presentaron en el domicilio familiar acompañados por Mario Casanova, a quien llevaban esposado.
Su rostro tenía señales de haber recibido golpes. Los policías señalaron que investigaban la comisión de un hurto y se lo llevaron nuevamente. Al día siguiente, los familiares concurrieron hasta el cuartel policial, pero la detención fue negada.
El Servicio Médico Legal remitió los datos de ambas identificaciones al juez especial Alejandro Solís, a cargo de la investigación relativa al Patio 29, y que deberá comunicar el resultado del peritaje a las familias de las víctimas y ordenar la entrega de los restos.