El temor ronda a Japón y la búsqueda de sobrevivientes se intensifica
Japón trabaja contra reloj este martes para evitar secuelas por la falla nuclear, mientras rescatistas intensifican la búsqueda de sobrevivientes del terremoto y el tsunami que golpearon al país el viernes pasado .
La potencia económica del país asiático se tambalea mientras la cifra de muertos llegó a 3,743 y el mercado de valores se desplomó por segundo día consecutivo (en esta ocasión 10%), en lo que el primer ministro japonés ha llamado la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial, cuando los estadounidenses lanzaron bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki.
Japoneses traumatizados se apiñan en refugios, afligidos por la pérdida de sus seres queridos y preocupados por el hecho de que algunos de sus familiares puedan estar perdidos en los pueblos y ciudades inundados por el poderoso tsunami que siguió al terremoto de 9 grados ocurrido en la costa este de Honshu.
"La escala de este evento ha tomado a todos por sorpresa", aseguró Patrick Fuller, vocero de la Cruz Roja.
El miedo de exposición a la radioactividad se apoderó del país luego de que el terremoto y el tsunami dañaron los sistemas de refrigeración de la planta nuclear Fukushima Daiichi , en el noroeste de Japón, donde se han registrado varias explosiones.
Los últimos incidentes han sido un incendio en el edificio del reactor 4, que más tarde fue apagado, y una explosión en el reactor 2. Las altas temperaturas en el edificio donde se encuentra el reactor 4 pudó haber alcanzado las barras de combustible, lo que trae consigo un riesgo de fusión.
Los niveles de radiación subieron en el edificio durante el incendio, pero disminuyeron a un nivel que "no causa daños en la salud humana" una vez que fue extinguido, de acuerdo con el jefe del gabinete japonés, Yukio Edano.
"En este punto no hay evidencia real de que haya riegos para la población en general", de acuerdo con David Brenner, director del Centro de Investigación Radiológica d ela Universidad de Columbia.
Pero las autoridades japonesas no pueden descartar el fantasma de una posible radiación mayor en el futuro. Por primera vez desde que el terremoto afectó los sistemas de refrigeración en los reactores de Daiichi, Edano admitió este martes que los niveles de radiación en la planta aumentaron a "niveles que pueden afectar la salud humana".
Sostuvo que no podían descartar la posibilidad de fusión en los reactores dañados. Mientras se usa agua de mar para enfriar los reactores, Edano dijo que esto "no necesariamente se puede llamar una situación estable".
La planta se ubica a 223 kilómetros de Tokio. Las autoridades han evacuado a cerca de 50 trabajadores de la fábrica y le pidieron a los habitantes de 30 kilómetros a la redonda permanecer dentro de sus casas. El gobierno impuso un área de exclusión aérea en un radio de 30 kilómetros "debido a la radiación detectada después de las explosciones", según el ministro de Transporte.
Los analistas observan los reactores 5 y 6 en la misma planta. Sus sistemas de refrigeración no funcionaban bien. Este martes, la temperatura en ambos bajó ligeramente.
Para muchos japoneses calmar los nervios se está convirtiendo en algo cada vez más difícil de hacer mientras la situación en la planta empeora cada día.
"Pienso con cordura. Trato de tener la cabeza fría porque no quiero pensar sobre la posibilidad de una fusión", dice Tyler Marin, residente de Osaki.
"Si la orientación del viento cambia nos han recomendado vestir camisas de manga larga, una gorra, y una máscara quirúrgica para reducir la exposición, es decir, estar cubiertos lo más posible", aseguró Robert F. Mendel, quien vive en Tokio.
La cifra de desaparecidos es de 6,746 y otros 1,987 resultaron heridos, según la Agencia de la Policía Nacional.
Cerca de 450,000 personas están en refugios, muchos de ellos son escuelas, de acuerdo con la televisión pública NHK.
Las víctimas del desastre
En un refugio en Sendai, un hombre que logró huir del tsunami no se separaba de su hijo de tres años. "Tengo que protegerlo, tengo que protegerlo", decía.
Otro sobreviviente lloraban luego de que alguien que apenas conocía le dio agua y comida.
Miembros del Ejército japonés remaban en las calles inundadas de Ishinomaki para rescatar a la gente que permanecía en un edificio de oficinas. El grupo lleva tres días atrapado en el lugar.
El agua fría ha aumentado las dificultades para las víctimas del desastre y los rescatistas, estos últimos reportan que algunas personas han sido expuestas al clima y el agua fríos durante días.
Se cree que las condiciones empeorarán debido a que se pronostica que las temperaturas bajarán a niveles de congelamiento para el miércoles en las zonas golpeadas por el terremoto. También se pronostica caída de nieve, lluvias intensas y deslizamientos.