El primer ministro de Japón admite que la crisis nuclear es "muy grave"
La Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial de Japón aumentó el nivel de la crisis en la planta nuclear de Fukushima Daichii el viernes de 4 a 5 , —algo equiparable al incidente de 1979 en Three Mile Island en Pensilvania.
De acuerdo con la Escala de Eventos Nucleares Internacionales, un nivel 5 equivale a la probabilidad de liberar material radiactivo, varias muertes por radiación y un daño severo al núcleo del reactor.
El accidente de Chernóbil en la ex Unión Soviética, por ejemplo, tuvo un 7 en la escala, mientras que otras crisis nucleares en Japón, un accidente en 1999 en Tokaimura en el que trabajadores murieron después de estar expuestos a la radiación, fue de 4. La fusión nuclear parcial en el núcleo del reactor en Three Mile Island ha sido catalogado como el peor accidente nuclear en la historia de Estados Unidos.
A pesar de que la evaluación fue seria, no hubo necesidad de expandir la zona de evacuación de 20 kilómetros, dijo Hidehiko Nishiyama, comisionado de la agencia nuclear durante un comunicado este viernes.
Agregó que en las órdenes de evacuación anteriores tomaron en cuenta la posibilidad de un daño mayor en la planta.
La agencia aumentó el nivel no porque haya daños nuevos o una amenaza creciente, sino porque los ingenieros ya cuentan con imágenes que muestran el daño en las barras de combustible y otros problemas dentro de la construcción del reactor.
La situación en la planta permanece "muy grave", dijo el Primer Ministro, Naoto Kan, este viernes.
"Para poder sobrellevar esta crisis, la policía, el departamento de bomberos, y fuerzas de defensa trabajan juntos, arriesgando sus vidas , en un intento de resolver la situación", dijo.
La decisión de incrementar la evaluación vino a raíz de los cuestionamientos que se les hicieron a las autoridades japonesas desde el extranjero, esto por la falta de información acerca de la situación nuclear con la que han batallado desde el 11 de marzo.
Las personas más involucradas con la planta se frustran cada vez más, no sólo con el esfuerzo prolongado para bajar las emisiones radiactivas, sino con la falta de información inmediata de las autoridades, dijo un oficial del gobierno de la ciudad.
"Los evacuados, y lo mismo se puede decir de mí, están ansiosos ya que no reciben la información que necesitan del gobierno en una manera oportuna", dijo Seiji Sato, un vocero del gobierno de la Ciudad de Tamura, ubicada a 20 kilómetros de la facilidad nuclear.
El jefe de la agencia de vigilancia atómica de la ONU, Yukiya Amano, presionó al primer ministro japonés para que abra las vías de comunicación acerca de la crisis, durante una reunión en Tokio.
Kan prometió hacer cuanto pudiera, de acuerdo con la agencia Kyodo News, diciendo que el presionaría para tener mayor información disponible para la comunidad internacional y más revelaciones detalladas acerca de la situación nuclear.
"El gobierno Japonés y la Agencia Internacional de Energía Atómica deberían de trabajar el doble para poder apaciguar la angustia entre la comunidad internacional sobre este problema", dijo Amano.
Los comentarios fueron un esfuerzo para prevenir otras crisis en la planta Fukushima Daiichi en su segunda semana.
Soldados y trabajadores en siete camiones de bomberos rociaron el reactor número tres de la planta con 50 toneladas de agua este viernes, en un esfuerzo de reabastecer el agua en los tanques que tienen las barras de combustible que los oficiales temen que se incendien y liberen radiación en el aire, reportó Kyodo News.
La misión del viernes por la tarde fue la cuarta, por aire y tierra, en dos días para rociar agua a las áreas dañadas de la planta.
Aún no se ha determinado qué tan efectivos han sido los esfuerzos, dijo el secretario en jefe del gabinete, Yukio Edano.
Pero, Edano añadió, "Vimos que salía vapor después de haber disparado el agua, así que creemos que el agua seguramente sí alcanzó el tanque".
El jueves, uno de los auxiliares más importantes de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Graham Andrew, dijo que no parecía haber un "empeoramiento significativo" en la planta, localizada a 240 kilómetros al norte de Tokio.
De todas formas, nadie está cerca de cantar victoria. Los seis reactores de la planta nuclear están en diversos estados de irregularidad y cada vez más aumentan las preocupaciones por un posible incremento en la liberación de material radioactivo.
Cantidades significativas de radiación se liberaron después del terremoto de 9 grados el 11 de marzo , seguido de un tsunami que dañó los generadores de poder de emergencia y arrasó con los coches y casas en su camino.
La cantidad de radiación detectada en el aire y agua de Fukushima, ubicada a 80 kilómetros de la planta, aunque se estima alta, oficialmente no se considera dañina.
Las corrientes de viento empujan la radiación, desde la planta al mar, parecen ser mínimas de momento.
Las condiciones en la planta de Fukushima Daiichi continúan siendo muy peligrosas.
Los niveles de radiación el jueves llegaron a 20 milisieverts por hora en un edificio anexo en donde trabajadores intentaban reestablecer la energía eléctrica, "lo más alto registrado en un edificio hasta el momento", dijo un oficial de Tokio Electric.
Por comparación, un ciudadano promedio de un país desarrollado está expuesto, de forma natural, a 3 milisierverts por año.
El viernes la compañía dijo que aunque los niveles de radiación en el lado oeste de la planta, de .26 a .27 milisieverts, han estado relativamente estables en las últimas 12 horas.
En un esfuerzo para prevenir emisiones más grandes, Edano dijo al referirse a los problemas en las facilidades del reactor número tres —la única unidad dañada que contiene plutonio junto con el uranio en las barras de combustible— continúa siendo su principal prioridad.
Las autoridades están evaluando si también rocían dentro y alrededor de la unidad número uno, en la que están inyectando agua de mar aún después de una explosión de hidrógeno el 12 de marzo, dijo Edano.
Pero, dijo, la situación ahí no era tan grave como en el reactor número tres.
Las unidades uno, dos y tres están "relativamente estables", a pesar del hecho de que "sus núcleos han sufrido daño", dijo Andrew.
Dijo que el reactor número cuatro es el "mayor preocupación de seguridad" ya que la agencia se dio cuenta de que desde el lunes no se han recolectado datos de la temperatura del agua del tanque de combustible.
Un vocero de empresa propietaria de la planta dijo que un video del tanque de almacenamiento de combustible usado parecía que todavía tenía agua, refutando con ello un reclamo del miércoles de Gregory Jaczko, de la Comisión de Regulación Nuclear estadounidense, quien dijo que estaba seco.
El viernes en la mañana, Edano dijo que las temperaturas dentro y alrededor de los reactores número 5 y 6 han aumentado, aunque no lo suficiente para convertirse en un daño inminente, de acuerdo a un reporte de la agencia de noticias japonesa Kyodo.
Se está inyectando agua y un generador de emergencia de diesel ha sido conectado a esas dos unidades para enfriar sus tanques de combustible usado, dijo un vocero de la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial de Japón.
Un oficial de Tokio Electic dijo que una fuente de poder externo, usando lo que equivale a 1.5 kilómetros de cable, debería instalarse el viernes para proveer de energía a los sistemas de enfriamiento de los reactores número uno y dos.
Pero el oficial admitió que este esfuerzo —que había sido programado para terminarse el jueves— "no ha progresado tan rápido como habíamos esperado". Por la tarde del viernes, Edano dijo que el proceso todavía continuaba.
Éste ha sido un tema común desde la semana pasada, cuando surgen nuevos planes para resolver varias crisis se igualan con nuevos problemas diarios. El que no haya un contratiempo importante desde el jueves, no quiere decir que no vaya a haber nuevos problemas, con un experto diciendo que los esfuerzos para enfriar los tanques de combustible por si sólos serán procesos largos y peligrosos.
"Es una pelea de 15 rounds y probablemente estemos en el tercero", dijo Arnold Gundersen, un defensor de la seguridad nuclear con 39 años de experiencia como ingeniero nuclear.
"Con este incendio nuclear, si quieren llamarlo así, cuando le echas agua un día, tienes que regresar y hacer lo mismo la próxima vez y la próxima… es un camino largo y difícil".