La emergencia en Fukushima facilita la victoria del Partido Verde alemán
El estado cuna del partido de la canciller alemana Angela Merkel, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), fue arrebatado por la coalición del Partido Verde y el Partido Socialdemócrata (SPD) tras un histórico resultado electoral.
Baden-Württemberg quedará en manos de la coalición después de que el Partido Verde obtuviera el 24.2% de los votos y el SPD 23.1% que, en suma, superan por casi 10 puntos al CDU, que perdió cinco puntos en comparación con las elecciones de 2006, de acuerdo con el diario alemán Der Spiegel .
En Renania-Palatinado (Rheinland-Pfalz), el PSD perdió 10 puntos de votos en comparación al 2006, pero el aumento de seguidores del Partido Verde permitirá que siga gobernando.
Al obtener la mayoría de los votos de la coalición, los Verdes tendrán por primera vez la jefatura de un gobierno regional y la posibilidad de debatir el uso de energías nucleares en su territorio.
"No hay que minimizar nada, ha sido un día doloroso para la CDU, hemos perdido el gobierno en Baden-Württemberg tras 58 años y eso es algo que no vamos a superar de un día para otro", reconoció Merkel, presidenta del partido, al analizar los resultados ante la prensa, de acuerdo con la agencia EFE.
Philipp Missfelder, miembro de la directiva del partido, aseguró que hubo errores de manejo de la situación que desconcertaron a los electores en los últimos 14 días y que el fracaso electoral del domingo tiene influencia a nivel del gobierno federal, publicó la agencia Notimex.
El triunfo verde: el efecto Fukushima
El debate sobre el uso de energía nuclear fue la clave de las elecciones, dijo el jefe del SPD, Sigmar Gabriel, publicó EFE.
"Quiero felicitarles. Es el fruto de un trabajo político de largos años en contra de la energía nuclear del que muchos llegaron a burlarse y que ahora da sus merecidos frutos. (…) Los votantes en Baden-Württemberg y Renania-Palatinado han marcado el fin de la energía nuclear en Alemania", agregó el líder socialdemócrata.
Dos semanas antes de las elecciones estatales, las fallas en las plantas nucleares de Fukushima en Japón ocasionadas por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo despertó el temor de los alemanes sobre la energía nuclear.
Alemania cuenta con 17 reactores nucleares, de los 437 que operan en 30 países de acuerdo con el último Informe Anual del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Merkel, quien es doctora en Física, había aprobado la prolongación de la vida de las centrales nucleares en septiembre y defendido su uso. Tras el accidente en Fukushima , ordenó a cerrar siete plantas plantas y la revisión de la seguridad de las restantes. La canciller dijo que su posición ante la energía nuclear ya no era la misma.
Junto a la CDU, el otro gran derrotado es el Partido Liberal (FDP), como lo admitió su líder, el ministro de Exteriores, Guido Westerwelle. El FDP perdió la mitad de sus puntos electorales en comparación a las elecciones de 2006, cuando en Renania superó al Partido Verde.
"La clave ha estado en Japón. Pero tenemos que reconocer que si hubiéramos estado en mejor forma el FDP no se hubiera visto tan afectado por la discusión sobre la energía nuclear", dijo Westerwelle, de acuerdo con EFE.
Un activista al gobierno
Winfried Kretschmann, uno de los fundadores de la sección Baden-Württemberg del Partido Verde (en 1979) y profesor de Química y Biología de 62 años, fue el candidato victorioso de las elecciones en Baden-Württemberg.
Algunos miembros no atribuyen todo el triunfo del Partido Verde a la emergencia nuclear de Japón y también la delegan a la popularidad de Kretschmann, la cual creció desde que asumió como propias las movilizaciones contra la construcción de una nueva estación en Stuttgart, de acuerdo a la agencia EFE.
La popularidad Kretschmann cosechó no sólo el voto verde fiel, sino que amplió su espectro a todas las clases sociales, de la misma manera que a esas movilizaciones acudían desde adolescentes a jubilados.
"Debemos mantener los pies firmes en el suelo. La revolución verde no es una utopía, sino una realidad en que conviven sensatez ecológica y razones económicas. Dos conceptos que no están reñidos", sentenció Cem Özdemir, copresidente de los Verdes junto a Kretschmann