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La guerra civil en Costa de Marfil parece entrar en su fase final

Las fronteras aéreas y marítimas del país del occidente de África serán cerradas hasta nuevo aviso
jue 31 marzo 2011 08:08 PM
Fuerzas de Gbagbo patrullan la ciudad de Abidjan
AFP. Costa de Marfil-Gbagbo-guerra civil Fuerzas de Gbagbo patrullan la ciudad de Abidjan

Alassane Ouatara, reconocido internacionalmente como presidente de Costa de Marfil, declaró el jueves un toque de queda en Abidjan, la ciudad más importante del país, al tiempo que fuerzas leales a él se preparan para tomar el control de la ciudad.

En una aparición en televisión, Ouattara dijo que el toque de queda permanecerá en efecto hasta el domingo. Más tarde, su ministro del Interior anunció por radio que las fronteras aéreas y marítimas del país del occidente de África serán cerradas hasta nuevo aviso.

Las fuerzas de Ouattara han tomado el control de los medios estatales.

Los anuncios llegan cuando la guerra civil en Costa de Marfil parece entrar en su fase final. Después de casi cuatro meses de masacre, las fuerzas leales a Ouattara realizan un último esfuerzo para expulsar a Laurent Gbagbo, quien se niega a dejar el poder luego de haber sido derrotado en los comicios electorales de noviembre pasado.

Se calcula que casi 500 personas han muerto y casi un millón se han refugiado ante la violencia derivada tras las elecciones en Costa de Marfil.

El vocero de Ouattara, Patrick Achi, aseguró a CNN que las fuerzas rebeldes patrullan algunas calles de Abidjan, y se aproximan rápidamente a Gbagbo, a quien las fuerzas de seguridad ya han abandonado.

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Pueden ser horas o días antes de que Gbagbo caiga, dice Achi. “El ejército no quiere pelear por Laurent Gbagdo”.

Residentes en Abidjan dijeron a CNN el jueves que la gente está asustada por una posible guerra y que está escondida en sus casas. Al atardecer todavía podían escuchar disparos afuera.

“Podemos decir que la pelea ha pasado a otro nivel”, explicó un residente que no quiso dar su nombre por cuestiones de seguridad”. “Estamos viendo qué va a pasar después”.

Choi Young-jin, líder de la la misión de la Organización de las Naciones Unidas en Costa de Marfil, detalló a la estación de radio France Info que fuerzas pacificadoras han tomado el lugar del ejército y policía que abandonaron Gdagbo para mantener la seguridad en las calles.

El estado de sitio en el hotel de Abidjan en donde estaba confinado Ouattara fue levantado, aseguro Choi.

Ouattara fue reconocido como el ganador de las elecciones presidenciales de noviembre, pero estaba encerrado el hotel Golf y protegido por Naciones Unidas desde que el estancamiento político derivó en una escalada de violencia y confusión.

El jefe del ejército de Gbagbo, el general Philippe Mangou, pidió asiló en la residencia del embajador sudafricano, informó el jueves el gobierno de Sudáfrica. Achi interpreta esto como una señal de que las fuerzas armas ahora apoyan totalmente a Ouattara.

Las fuerzas republicanas ocuparon la capital, Yamusukro , y otras ciudades y puertos clave en la producción de cacao durante la semana previa a dirigirse a Abidjan, el centro comercial de Costa de Marfil.

Ouattara publicó un comunicado diciendo que pese a los numerosos intentos de terminar con la violencia, Gbagbo se rehúsa. Ouattara sostiene que Costa de Marfil está en un punto importante de su historia y llamó a la unidad.

“Para poder terminar la escalada de violencia en nuestro país, las Fuerzas Republicanas de Costa de Marfil han empezado, según sus misiones, a proteger a la gente y sus propiedades de la milicia y los mercenarios pagados por Laurent Gbagbo”, dijo Outtara.

“Ellos han decidido restaurar la democracia y respetar el voto de la gente ”, aseguró.

Algunos residentes de Abidjan temen que Gbagbo no se vaya fácilmente.

Koffi Kouakou, un ciudadano de Costa de Marfil que ahora vive en Sudáfrica, explicó que los miembros de su familia estaban juntando comida y esperando una batalla inevitable.

“Todos la llaman la batalla de Abidjan”, dijo Kouakou. “Habrá una batalla y desafortunadamente morirá gente. Nadie sabe cuándo va a pasar, pero será pronto”.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas votó el miércoles de forma unánime por imponer sanciones a Gbagbo, a su esposa y tres socios, como también darle mayor autoridad a las fuerzas pacificadoras para proteger a civiles.

La resolución de la ONU insta a Gbagbo a dejar todas las instituciones del Estado de inmediato, incluyendo la militar y acepté a Oauttara como presidente. También autorizó a las fuerzas pacificadoras de la ONU “a usar todos los medios necesarios para llevar a cabo su mandato de proteger a los civiles bajo la inminente amenaza de violencia”.

La resolución impone sanciones y prohibiciones de viaje a Gbagbo, su esposa Simone y otros tres: Desire Tagro, Pascal Affi N'Guessan y Alcide Djedje.

La resolución acusa a los cinco de “obstruir la paz y procesos de reconciliación”, y de rechazar la legítima elección de Oauttara. Todos excepto Laurent Gbagbo están acusados de “incitar al público al odio y violencia”.

Susan Rice, embajadora de Estados Unidos en las Naciones Unidas, destacó el voto del Consejo de Seguridad por mandar una “señal clara” al gobierno de Gbagbo.

“Gbagbo y sus simpatizantes pueden continuar su intento de quedarse en el poder, lo cual sólo llevará a más civiles inocentes a ser heridos y asesinados, y mayor aislamiento diplomático y económico”, aseguró Rice. “O Gbagbo y sus seguidores pueden rechazar la violencia y respetar la voluntad de los marfileños”.

“Si este es el camino elegido, los marfileños pueden reclamar su país y reconstruir esa economía vibrante que una vez fue la admiración de toda África”, dijo Rice

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