Barack Obama busca ahorrar en gastos de defensa y programas de salud
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama , develará la próxima semana un plan para reducir el déficit a largo plazo, dijo el domingo la Casa Blanca.
El asesor de la Casa Blanca, David Plouffe, dijo que Obama exploraría ahorros en gastos de defensa y los programas públicos de salud Medicare y Medicaid, destinados a personas de la tercera edad y de bajos recursos, como una forma de reducir el déficit anual de 1.4 billones de dólares.
Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que Obama divulgaría su plan el miércoles.
Plouffe y líderes republicanos que controlan la Cámara de Representantes dijeron que el difícil acuerdo de gasto de 11 horas el viernes por la noche para evitar un cierre del gobierno fue la primera gran prueba de la nueva era de división gubernamental.
Muchas batallas más difíciles se esperan sobre el presupuesto para el año fiscal 2012, que empieza en octubre, y sobre la necesidad de elevar el límite actual de 14.3 billones de dólares en el endeudamiento del gobierno en los próximos meses.
"Vamos a tener duros desacuerdos. Va a ser difícil superar las divisiones", dijo Plouffe en el programa Meet the Press de NBC, y agregó que el acuerdo de presupuesto mostró que el compromiso aún era posible en Washington.
El representante Paul Ryan, autor de un plan de presupuesto republicano para 2012 la semana pasada como jefe de la Comisión de Presupuesto de la Cámara, dijo que prevé una lucha política por el techo de la deuda.
"Habrá algún tipo de negociaciones y sí es probable que vaya a algún tipo de fecha límite", dijo en Meet the Press, y agregó: "Nuestra estrategia no es el cese de pagos. Nuestra estrategia es controlar los gastos".
Los demócratas de Obama y los opositores republicanos acordaron el viernes por la noche recortar 38,000 millones de dólares en gastos para los últimos seis meses de este año fiscal.
Fue la primera gran prueba para ambos lados desde que los republicanos tomaron el control de la Cámara en las elecciones de noviembre con promesas de frenar y recortar el gasto federal gubernamental.
El acuerdo, que aún debe ser aprobado por el Congreso esta semana, impidió un cierre que hubiera perjudicado a 800,000 trabajadores federales, al suspender actividades en parques nacionales y monumentos, y retrasado pagos a tropas en Afganistán e Irak.
Pero los legisladores de ambos lados de la división política estaban decepcionados. El representante republicano Mike Pence, popular entre activistas del conservador Tea Party, dijo en This Week de ABC que el acuerdo "probablemente no era lo bastante bueno".