Unos 2,000 japoneses marchan para exigir el cierre de plantas nucleares
Más de 2,000 personas participaron en una marcha este domingo en Japón para exigir el cierre de la central nuclear de Hamaoka, ubicada en la capital del país asiático, Tokio. Una semana antes, una protesta similar reunió a unas 250 personas.
Un mes de frustración, desesperación y enojó en contra de la Tokio Electric Power Co estalló el viernes mientras funcionarios de distintas ciudades alrededor de la planta nuclear Fukushima Daiichi exigieron saber cuándo terminará la crisis que ha sitiado a sus comunidades.
"La situación en la planta nuclear debe ser resuelta tan pronto como sea posible sino la agricultura morirá", dijo Iwao Suzuki, uno de los funcionarios a un ejecutivo de la empresa. Pero la respuesta de Naomi Hirose, director de la compañía, no fue muy alentadora.
"Se necesita poner fin a la situación actual tan pronto como sea posible", dijo Hirose, y agregó: "Estamos totalmente de acuerdo con esto y estamos haciendo el mayor esfuerzo posible para contener la radiación".
Desde el 11 de marzo pasado que el terremoto y el tsunami asolaron el norte de Japón, los trabajadores de Fukushima Daiichi han estado luchando para enfriar los reactores sobrecalentados y evitar así una mayor fuga radiactiva a lo largo de Japón.
Tras un mes de crisis la empresa reconoce que no hay visos de que la situación mejore pronto.
Los problemas van más allá del diseño de la planta por lo que los trabajadores están trabajando en territorio incierto, explicó Michael Friedlander, un ex alto operador estadounidense de la planta.
"Ninguna planta nuclear ha considerado jamás la incapacidad de refrigerar el núcleo por más de una semana, mucho menos tres semanas", dijo Friedlander.
Algunos expertos japoneses aseguran que los esfuerzos por contener la crisis podrían fallar a menos de que Japón busque más ayuda de expertos extranjeros. Tetsunari lida, un ingeniero que crítico de la industria, aseguró que la situación "está más allá del alcance" de Japón.