¿Será capaz la Unión Africana de lograr un acuerdo de paz en Libia?
La Unión Africana ha emergido como un actor potencial para concretar los esfuerzos de paz en Libia, tras persuadir a Moammar Gadhafi de aceptar un plan de mediación . Sin embargo, analistas dicen que el organismo tendrá pocas probabilidades de éxito a menos que pueda superar su desorden diplomático y se distancie del líder libio.
Una delegación liderada por el presidente sudafricano, Jacob Zuma, ha estado visitando Trípoli y el fuerte rebelde en Benghazi, deseando ganar apoyos para un cese inmediato al fuego e iniciar las pláticas para una reconciliación entre ambos bandos.
Aunque los rebeldes rechazaron el acuerdo este lunes –principalmente porque no se hace mención de remover a Gadhafi– pareciera como si la Unión Africana, al lograr que el líder libio aceptara una negociación al conflicto que ya se ha extendido durante seis semanas, hubiera triunfado donde otros han fracasado, incluyendo a la Liga Árabe y la ONU.
Pero los analistas dicen que cualquier señal de progreso probablemente se verá socavada por los lazos cercanos entre Gadhafi y la Unión Africana, la cual presidió en algún momento, así como la percepción de que el organismo ha protagonizado demasiadas torpezas diplomáticas durante esta crisis.
"Desde la perspectiva africana, la UA ha brillado por su ausencia en el conflicto libio, por lo que éste es un intento para asumir al menos algún rol para tratar de resolver la crisis", dijo el analista político sudafricano, Daniel Silke.
"Creo que es un intento con poca convicción, quizá un poco tarde".
Mientras el conflicto crecía en Libia el mes pasado, la Unión Africana evitó reaccionar ante él, manifestándose eventualmente en contra de los ataques aéreos autorizados por la ONU, aún cuando la Liga Árabe y el Consejo de Cooperación del Golfo salieron a favor de los mismos.
La Unión Africana se ha visto liada con la postura de sus países miembros Nigeria, Gabón y Sudáfrica -quienes han expresado su apoyo a la intervención militar-, y tropezó nuevamente cuando su presidente de comisión, Jean Ping, canceló su participación en una conferencia en Londres sobre el futuro de Libia , por "razones organizacionales".
Los observadores han atribuido la desorganización de la Unión Africana a la percepción de sus estrechos vínculos con Gadhafi, quien utilizó la riqueza petrolera de Libia para apoyar la creación del grupo de 53 miembros, a partir de la vieja Organización de la Unidad Africana en el 2002 y eventualmente presidiéndola durante un año en el 2009.
De igual manera, Gadhafi ha sido el mayor influenciador sobre los Estados africanos de manera independiente, derrochando inversiones en sus países vecinos como Uganda y apoyando a movimientos como el antiapartheid del Congreso Nacional Africano en Sudáfrica en los setentas y ochentas.
"El problema con la Unión Africana es que ha sido complaciente con Gadhafi durante algún tiempo", agregó Silke. "Le ha dado gran atención dentro de la UA y voz en el continente africano, considero que es muy difícil para la UA darle la espalda".
Pero según Paul-Simon Handy, director de investigación del Instituto Sudafricano de Estudios de Seguridad, los esfuerzos de la UA no deberían ser descartados del todo.
Mientras Gadhafi ha tenido una presencia significativa dentro de la UA, dijo, sus miembros no están necesariamente subyugados por el líder libio.
"Él es muy influyente, pero debemos distinguir las distintas capitales africanas. No creo que Gadhafi tenga una gran influencia sobre Zuma. Las cosas podrían ser diferentes en Uganda, pero no creo que Zuma reciba órdenes de Gadhafi para hacer cosas en la esfera internacional". Sin embargo, agregó Handy, la percepción entre los rebeldes libios de que Gadhafi cuenta con un voto decisivo dentro de la UA es suficiente para descarrilar cualquier acuerdo de paz promovido por este organismo.
Pero a pesar del probable fracaso de la iniciativa de paz más reciente y la aparente crisis de credibilidad de la UA, Handy afirmó que los últimos acontecimientos al menos reforzarán la imagen del presidente sudafricano Zuma, cuyo gobierno ha sido acusado de inconsistencias respecto a su política sobre Libia.
"Es probable que ayude a Zuma. Viendo a Sudáfrica, al menos le da a los observadores la sensación de que Sudáfrica está tomando la iniciativa".
Asimismo, dijo que las pláticas podrían dar un paso crucial hacia futuras negociaciones –quizá gestionadas nuevamente por la UA– en tiempos en que los ataques aéreos de la OTAN no han tenido éxito en llevar el conflicto a un punto muerto .
"Es previsible que no sea una mediación única ya que es poco probable que los rebeldes acepten las condiciones actuales, por lo que se tendrán que hacer más negociaciones", concluyó.