Los hombres de Mubarak 'caen' entre acusaciones de corrupción y abuso
Los hombres del presidente siguen cayéndose. Día a día, los egipcios se levantan con la noticia de que otro oficial del gobierno de Hosni Mubarak fue arrestado por cargos de corrupción y abuso de poder. Su primer ministro. Su jefe de personal. Sus ministros de turismo y vivienda .
En una aparición en la corte, los espectadores le gritaron "ladrón" a Ahmed Ezz y Ahmed el Maghrabi. Dos ex oficiales de alto mando de Mubarak sentados tras las rejas y vestidos con uniformes blancos de prisioneros.
Pero para algunos egipcios eso no es suficiente.
"Todos esos ministros que ves, ¡No es nada!", gritó Talat Sadat, un ex legislador sentenciado a prisión en 2006 por acusar públicamente a Mubarak de jugar un rol en el asesinato de su tío, Anwar Sadat. "¡La revolución quiere al presidente!¡A su esposa!¡A su hijo!".
El viernes pasado, la revolución volvió a la Plaza Tahrir . Decenas de miles de egipcios salieron a una de las marchas más grandes desde el 11 de febrero y los 18 días que llevaron a la caída de Mubarak . La multitud pedía la cabeza de su antiguo presidente.
"Por supuesto que queremos a Mubarak", dijo Asser Hussain, un joven manifestante quien iba y venía en uno de los escenarios en la plaza, pasándole el micrófono de uno a otro orador revolucionario. "Cuando haces una revolución tienes que cortarle la cabeza de la corrupción", añadió.
Los manifestantes acusaron al consejo militar gobernante en Egipto, que asumió los poderes del gobierno con la renuncia de Mubarak, de proteger al ex presidente de ser procesado. Se cree que Mubarak y su familia están viviendo en su propiedad en el Mar Rojo en el complejo de Shram el Sheik desde el 11 de febrero.
Dos días después de la marcha, Mubarak rompió el silencio desde su renuncia.
En un audio que se transmitió a la televisora Al Arabiya, negó las acusaciones que él y sus hijos hayan abusado de sus posiciones para acumular la riqueza que supuestamente escondió en cuentas bancarias fuera del país.
"No tengo cuentas bancarias fuera de Egipto", dijo Mubarak, aparentemente leyendo de un texto preparado. "Los egipcios pueden estar seguros que su antiguo presidente sólo tiene una cuenta en un banco egipcio".
En cuestión de horas, el procurador general de Egipto emitió un comunicado, asegurándole al público que las declaraciones de Mubarak no tendrán impacto en su investigación de esa familia.
El ministro de justicia está investigando los nexos de la familia Mubarak con los asesinatos de manifestantes durante la revolución que inició el 25 de enero. También está revisando "cuestiones en torno al decomiso de las finanzas públicas y abuso de poder al adquirir comisiones y beneficios de diferentes negocios".
La oficina del procurador subió la apuesta, anunciando que había sometido una petición formal para que "el ex presidente y sus hijos se sometan a interrogatorios".
La embajada estadounidense en El Cairo recientemente confirmó que la Casa Blanca está cooperando con el gobierno egipcio en la búsqueda de los supuestos bienes escondidos de Mubarak en Estados Unidos.
Mientras tanto, voluntarios egipcios están formados para ayudar a los investigadores del gobierno.
Amir Marghani recientemente se unió a lo que podría describirse una banda voluntaria de abogados y jueces determinados a rastrear el dinero de los Mubarak.
Ellos se llaman el "Comité Legal Egipcio para el Reembolso de la Riqueza Egipcia", el grupo está intentando resolver lo que dice es una red complicada de compañías fantasma y cuentas bancarias en el extranjero escondidas en paraísos fiscales.
Marghani dice que ha practicado ley corporativa en Egipto los últimos 15 años y que ha sido testigo del abuso de poder de la familia Mubarak.
"Un miembro de la familia quería asumir la presidencia de una compañía que le aconsejé", dijo el abogado. "Cuando el presidente no quiso renunciar, él mandó a ciertas agencias gubernamentales hacer una redada a la compañía, confiscar documentos e investigar a este tipo durante siete meses"”.
Marghani dice que este tipo de tácticas mafiosas arruinaban el crecimiento de los negocios.
"Por eso muchos empresarios en Egipto preferían mantener un perfil bajo", añadió Marghani. "No quiero emplear a 2,000 personas, [porque entonces] la gente empezará a notarme y si lo hacen usarán la fuerza para ser parte de mi negocio".
"En Egipto eres inocente hasta probarte culpable", responde el abogado Samir al Shishtawi. El 7 de marzo, dijo, Mubarak le habló personalmente para pedirle representación legal.
Cuando Shishtawi lo anunció en la televisión egipcia, dice que le llovieron amenazas de muerte.
"Recibí llamadas telefónicas amenazantes de varios partidos", dijo Shishtawi en entrevista con CNN. "Mis familiares en todo Egipto vinieron a hacer grupos de vigilancia vecinal alrededor de mi casa para protegerme".
Shistawi dice que desde entonces fue reemplazado por un equipo de abogados de Inglaterra. Pero todavía defiende al ex presidente, señalando que a Mubarak todavía no se le imputan cargos por algún crimen.
Si algún día Mubarak o su controversial hijo mayor, Gamal, son llevados a juicio, incluso sus críticos temen que no sean tratados con justicia.
"Tenemos un mal resentimiento contra esa gente", admite Marghani, miembro del comité investigador de la fortuna Mubarak. "En este momento sería difícil tener un juicio justo… pero debería de tener uno".
Incluso los hombres que resguardan a los hombres del presidente parecen tener un poco de simpatía por ellos.
Durante una visita a la infame prisión Tora en El Cairo, un capitán del ejército confirmó que el ex primer ministro de Mubarak, Ahmed Nazif, fue uno de los residentes más nuevos de la cárcel.
"Democracia", añadió el oficial con una sonrisa. "Justicia".