Una lluvia de proyectiles deja ocho muertos en la ciudad libia de Misrata

Una nueva lluvia de cohetes del gobierno cayó sobre Misrata el viernes, después de que los aliados occidentales denunciaron un "sitio medieval" en la ciudad y se comprometieron a mantener su campaña militar en Libia hasta que Muammar Gadhafi abandone el poder.
Un médico local dijo al canal Al-Jazeera que al menos ocho personas murieron y otras siete están heridas en el segundo día de intensos bombardeos en Misrata, el único bastión rebelde en el oeste del país.
Residentes dijeron a la cadena de televisión que al menos 120 cohetes impactaron en la ciudad, donde se cree que cientos de civiles murieron en un asedio de seis semanas.
La apremiante situación en Misrata está presionando a los aliados occidentales para que incrementen sus ataques aéreos, pero la OTAN está dividida en torno al ofrecimiento de más aviones para la misión .
"Es impensable que alguien que haya tratado de masacrar a su propio pueblo pueda jugar un rol en su futuro Gobierno", escribieron los líderes de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos en un artículo conjunto publicado el viernes.
Su clara intención de lograr un cambio de régimen en Libia va más allá de los términos de una resolución de las Naciones Unidas, donde autorizan los ataques aéreos para proteger a los civiles.
La reacción de parte del bando de Gadhafi llegó rápido. La hija del líder libio Aisha dijo que exigir la salida de su padre es un insulto para el pueblo. La declaración la hizo durante un mitin en Trípoli, en un complejo familiar bombardeado por Estados Unidos en 1986.
En el artículo, publicado a ambos lados del Atlántico, el primer ministro británico, David Cameron, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el mandatario estadounidense, Barack Obama, dijeron que dejar a Gadhafi en el poder sería una "traición inaceptable" al pueblo libio.
"Mientras Gadhafi esté en el poder, la OTAN y sus socios en la coalición deben mantener sus operaciones para que los civiles continúen protegidos y aumente la presión sobre el régimen", afirmaron.
Rol secundario
Washington, que encabezó la campaña en su primera semana, posteriormente cedió el mando a la OTAN y asumió un rol secundario. Francia ha sugerido que necesita volver a ocupar un papel más importante.
Gran Bretaña y Francia se quejan de que otros aliados de la OTAN no han provisto suficiente poder de fuego para remover la fuerza blindada de Gadhafi y permitir que los rebeldes que controlan el este del país puedan derrocarlo.
Los líderes escribieron en su artículo que Gadhafi no podrá ocupar ningún puesto en un nuevo gobierno libio.
"Entonces una transición genuina desde una dictadura a un proceso constitucional inclusivo podrá comenzar realmente, liderada por una nueva generación de líderes. Para que esa transición tenga éxito, el coronel Gadhafi debe irse, e irse para siempre", agregaron.
Por su parte, Aisha Gadhafi sostuvo en el mitin, transmitido en vivo por la televisión libia, que "plantear que Gadhafi renuncie es un insulto para todos los libios porque Gadhafi no está en Libia, sino en los corazones de todos los libios".
En el fluido frente este, los rebeldes dijeron que las fuerzas de Gadhafi que avanzaban desde el puerto petrolero de Brega habían disparado contra el extremo oeste de la localidad insurgente de Ajdabiya el viernes, causando la muerte de uno de sus combatientes.
El rebelde Mansour Rachid dijo que las fuerzas del gobierno estaban expandidas por el desierto y eran difíciles de ubicar.
El artículo escrito por los líderes occidentales apareció en un momento en el que los esfuerzos diplomáticos no han conseguido resolver las divisiones entre los aliados de la OTAN sobre con cuánta intensidad deberían llevar a cabo la campaña aérea de tres semanas.
Los rebeldes libios suplicaron el jueves a la OTAN que lance más ataques aéreos, diciendo que enfrentan una masacre por el fuego de artillería del Gobierno sobre la sitiada ciudad de Misrata.
Aviones de combate de la OTAN lanzaron posteriormente ataques sobre Trípoli.
La televisión estatal libia mostró a Muammar Gadhafi conduciendo por la ciudad, mientras, según la emisora, se producían los bombardeos.
Lluvia de cohetes
El ataque del viernes en Misrata, la tercera ciudad más importante de Libia, se produjo después de que 23 personas —en su mayoría mujeres y niños— murieran cuando una serie de cohetes rusos Grad fueron disparados contra un área residencial.
"Más de 200 misiles Grad cayeron el área del puerto, incluyendo vecindarios residenciales cerca del puerto. Ellos atacaron esta área porque el puerto es la única ventana de Misrata al mundo exterior", dijo un portavoz rebelde que usaba el nombre de Ghassan por teléfono.
"La destrucción allí fue enorme. Estuve ahí y lo vi por mí mismo" declaró, agregando que el puerto fue cerrado.
En su artículo, los líderes occidentales dijeron que Misrata está "soportando un sitio medieval mientras Gadhafi trata de estrangular a su población para que se someta".
Las organizaciones internacionales han advertido sobre una crisis humanitaria en Misrata, el aislado bastión insurgente en el oeste de Libia, donde cientos de civiles habrían muerto en un asedio de las tropas de Gadhafi de más de seis semanas.