17,000 personas huyen del norte de Nigeria por la violencia postelectoral
Alrededor de 17,000 personas han dejado sus hogares en estados del norte de Nigeria debido a la violencia que se ha registrado después de las elecciones presidenciales en la nación más poblada de África, informó este martes la Cruz Roja nigeriana.
La agencia indicó que han ocurrido muertes, pero no pudo precisar el número. Actualmente atiende a 360 personas que sufrieron lesiones, dijo el vocero Andronicus Adeyemo.
El presidente Goodluck Jonathan, quien fue declarado ganador de los comicios el lunes , llamó a la unidad al tiempo que la violencia ha activado las alarmas en el gobierno.
“Mis hermanos y hermanas, todos somos ganadores”, dijo Jonathan en un discurso televisado. “En este contexto no hay vencedor y vencido. Hemos demostrado, incluso en nuestra diversidad, que el progreso de Nigeria sigue siendo un principio para todos”.
Jonathan suspendió este jueves al ministro de Interior, capitán Emmenuel Iheanacho, y entregó sus funciones al ministro del Trabajo.
“Por ahora, su manejo del ministerio no está en el interés de la nación”, dijo el mandatario en su mensaje.
Nigerianos que viven en estados del norte iniciaron disturbios cuando los indicios apuntaban a la victoria de Jonathan , pues consideran que las elecciones fueron fraudulentas.
El gobierno desplegó a los militares en áreas intranquilas mientras los toques de queda ayudaron a mantener cierta calma. La paz, sin embargo, puede ser frágil en vista que las votaciones programadas para la siguiente semana.
Las elecciones de Nigeria, escalonadas en tres semanas, concluyen con los comicios para gobernadores, el 26 de abril.
Jonathan es originario del sur cristiano y rico en petróleo. En los estados del norte, predominantemente musulmanes, los manifestantes gritaban el nombre del ex mandatario militar, Muhammadu Buhari, principal candidato de oposición. Los resultados del proceso electoral reflejaron la profunda división en el país.
La credibilidad del sistema electoral nigeriano se encuentra a prueba, luego de que en los comicios de 2007 se registraran acusaciones de fraude, violencia, robo de urnas y actos de intimidación.
El proceso de este año fue pospuesto por fallas en la organización y tensiones , pero fue considerado una mejoría respecto del anterior. El canciller británico, William Hague, lo calificó de un “significativo paso hacia delante” para Nigeria.
Sin embargo, sólo el gobernante Partido Democrático del Pueblo ha aceptado los resultados.
Observadores civiles reportaron varias irregularidades, entre ellas, votantes menores de edad en varios estados, intimidación y problemas con las boletas. También consideraron “ineficaz” el manejo de la elección de parte del Consejo Independiente de Elecciones.
Christian Purefoy contribuyó a este reporte.