La cifra de muertos aumenta en Japón, mientras buscan controlar la crisis
El total de muertos por el terremoto y tsunami en Japón subió hasta casi 14,000, mientras continúan los esfuerzos para estabilizar a al reactor de la planta nuclear diminuida.
Otras 14,030 personas están perdidas, de acuerdo con la Agencia Policial Nacional Japonesa. Policías y soldados todavía están buscando entre las ruinas de las ciudades costeras más cuerpos.
El terremoto de 9 grados de magnitud del 11 marzo y el tsunami consecuente provocaron la muerte a más de 13,843 y desalojaron a más de 136,000 personas, dijo la policía.
No ha habido muertes causadas por el incidente en la planta nuclear Fukushima Daiichi , aunque las autoridades japonesas le han ordenado a la gente que vive cerca de la planta a que evacue el área por el peligro que representan las partículas radiactivas emitidas.
El lunes, oficiales de seguridad dijeron que robots controlados a control remoto y los trabajadores que los manejan registraron niveles altos de radiación dentro y fuera de dos edificios de los reactores en la planta nuclear de Fukushima Daiichi en el norte de Japón. El tsunami dañó el sistema de enfriamiento de la planta, poniendo nerviosas a cientos de personas.
Los robots estadounidenses midieron dosis de radiación de 57 milisierverts dentro del reactor número tres y hasta 49 milisierverts dentro del edificio del reactor uno, reportó la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial Japonesa. Los niveles encontrados en las cámaras de aire de doble sello de los edificios del reactor fueron mucho más altas; 270 milisierverts en el caso del reactor número 1 y 170 milisieverts en el número 3, dijo la agencia.
Por comparación, el residente promedio de un país industrializado recibe una dosis de cerca de 3 milisieverts por año. Los estándares de emergencia para los trabajadores de la planta que llevan más de un mes batallando con el desastre nuclear, limita su exposición anual a 250 milisierverts.
No hubo una explicación inmediata por los niveles de radiación más altos en las cámaras de aire, dijo Hidehiko Nishiyama, el vocero en jefe de la agencia de seguridad.
Los robots fueron insertados el domingo en un intento por determinar las condiciones adentro de los edificios de los reactores uno y tres, que fueron despedazados en una explosión masiva de hidrógeno durante los primeros días del peor accidente nuclear después de Chernóbil.
Nishiyama dijo que usar a los “Packbots” en el reactor número tres fue difícil por la cantidad de desechos tirados alrededor del edificio, pero ingenieros encontraron al edificio seco y en temperaturas normales. En la unidad uno, el robot encontró un nivel alto de humedad, aunque no se tuvo una razón del por qué hasta el lunes.
Los robots fueron insertados el mismo día en que el dueño de la planta, la Compañía de Energía Eléctrica de Tokio, anunció un plan de seis a nueve meses para restaurar a la normalidad los sistemas de enfriamiento y apagar los reactores dañados en Fukushima Daiichi. El gobierno de Japón ha ubicado la situación en un nivel alto en la escala de desastres nucleares.
No se han reportado datos del reactor número dos, el cual se cree que tiene una fuga de una porción indeterminada de entre seis y siete metros cúbicos de agua fresca que está siendo bombeada a diario. El plan propuesto el domingo pondría fin a la solución improvisada, que ha puesto a los trabajadores a correr para intentar contenter las vastas cantidades de agua contaminada que han inundado los sótanos de las unidades.
Mientras tanto en Tokio, el gobierno japonés dio un paso adelante para detener lo que los críticos han llamado una puerta giratoria entre la industria nuclear y el ministerio que la regula. El jefe del gabinete Yukio Edano dijo que el gobierno ha urgido a oficiales del Ministerio de Economía, Comercio e Industria (MECI) que deje de tomar trabajos con compañías encargadas de plantas nucleares cuando se retire.
"He consultado con el MECI y he decido pedir que oficiales del gobierno se limiten voluntariamente de buscar volver a emplearse en compañías eléctricas, y he pedido a las compañías eléctricas su cooperación”, le dijo Edano a reporteros. Pero dijo que el Partido Demócrata, actual gobernante, no tiene los votos en el parlamento para hacer un llamado de ley en este momento.
Los críticos dicen que esta práctica, conocida en japonés como amakudari o “descenso del cielo”, crea un lazo cómodo entre el gobierno y la industria nuclear a expensas del interés público. La declaración de Edano fue “un paso necesario, pero no es suficiente”, dijo Tetsunari Iida, un ex ingeniero nuclear quien ahora tiene un grupo estratégico de energía alternativa.
La Compañía Eléctrica de Tokio es una de las que ha sido criticada por esa práctica. El vocero de la compañía, Hiro Hasegawa, le dijo a CNN que la compañía intenta mantener su “distancia” entre sí y el gobierno, pero añadió, “la industria nuclear es un grupo de especialistas. No podemos negar la comunicación cercana”.
Y Eisaku Sato, un ex gobernador de la prefectura de Fukushima y un crítico del servicio japonés, dijo que la agencia de seguridad nuclear debería ser independiente y que el gobierno debe “crear un sentimiento de seguridad basado en la confianza”.
“Esta es una prueba para la democracia japonesa”, dijo Sato, quien ha batallado contra cargos de corrupción que dice fueron una retribución por su crítica a la industria. “Debemos crear un marco de trabajo impecable para operar plantas nucleares en Japón, uno del que la gente del mundo se pueda sentir segura”.
Sato le dijo a reporteros que la Compañía Eléctrica de Tokio no vio una señal de emergencia en la planta hace menos de un año. Él dijo que los generadores de emergencia no se encendieron en un apagón en junio de 2010 lo cual cortó los sistemas de enfriamiento en el reactor número dos, obligando a trabajadores a iniciar manualmente generadores de diesel
Hasegawa disputó esa versión, diciéndole a CNN que los generadores de emergencia iniciaron automáticamente y que el reactor se apagó. Los niveles de agua cayeron en el reactor por un breve periodo, obligando a la compañía a declarar el incidente al gobierno, pero dijo que no se libero radiación.
Una investigación posterior determinó que la energía se cortó por accidente cuando trabajadores de una subcontratista estaban instalando medidores de temperatura en un espacio pequeño. No se tomaron medidas disciplinarias contra nadie en la planta, dijo Hasegawa.