Obama acusa a Siria de buscar la ayuda de Irán para reprimir manifestantes
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó el "escandaloso uso de la violencia" del gobierno de Siria en contra de manifestantes, al tiempo que acusó a su mandatario, Bashar al-Assad, de buscar la ayuda de Irán para reprimir las protestas.
"En vez de escuchar a su propio pueblo, el presidente al-Assad está culpando a los extranjeros mientras busca la asistencia iraní para reprimir a los ciudadanos sirios a través de las mismas tácticas brutales que han sido utilizadas por los aliados de Irán", señaló Obama este viernes en un comunicado.
Washington y Teherán mantienen una relación tensa: los estadounidenses acusan al gobierno iraní de promover la inestabilidad en Medio Oriente, en tanto los iraníes señalan que Occidente busca intervenir en esa región.
"Nos oponemos fuertemente al trato del gobierno sirio hacia sus ciudadanos", expresó Obama. "Llamamos al presidente al-Assad a cambiar el curso ahora, así como a hacer caso de las peticiones de su propio pueblo".
La declaración del mandatario estadounidense se produce después de que este mismo viernes murieran al menos 43 personas durante las manifestaciones contra el gobierno en varias ciudades de Siria. De acuerdo con testigos, las fuerzas de seguridad dispararon contra miles de manifestantes.
"El pueblo sirio pide las libertades que todos los individuos en el mundo deberían disfrutar: libertad de expresión, asociación, reunión pacífica, y la facultad de elegir libremente a sus líderes. El presidente al-Assad y las autoridades sitias repetidamente han rechazado estas peticiones y elegido el camino de la represión", dijo Obama.
Siria, un país mayoritariamente musulmán, vive desde hace dos meses numerosas protestas antigubernamentales. Estos actos forman parte de la creciente tendencia popular en otras naciones del mundo árabe de exigir libertades civiles y mejoras económicas.
El gobierno aprobó esta semana abolir la ley de emergencia vigente desde hace 48 años, que restringía el comportamiento de la población y cuya derogación era una de las principales exigencias de los manifestantes.
Los sirios, sin embargo, consideran que la medida es insuficiente y han seguido saliendo a las calles.
Organizaciones de defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) señalan que la represión ha causado la muerte de cientos de personas y demandan que la violencia termine.