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Los incendios forestales en Texas dejan muerte y destrucción

Equipos que combaten incendios están alertados porque esta semana esperan clima caliente y seco en la mayor parte del estado
lun 25 abril 2011 04:31 PM
Texas - incendios
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Mientras Justin Cormack cabalga con su caballo Safari por una pendiente rocosa en el rancho de su familia al norte de Texas, el hedor a decadencia está en el aire.

Hace una semana por donde cabalgaba había un pasto perfecto para el ganado.

Ahora, la tierra está negra; está quemada, desde las piedras hasta las copas de los árboles.

Y docenas de cabezas del ganado de Cormack están torcidas y quemadas, por un incendio que fue más rápido que él.

"El incendio se movió a través de las copas de los árboles antes de que quemara el resto, se movía rápido", explica Cormack. "El humo salía tan rápido como el fuego. Creo que se ahogaron; y luego el fuego pasó encima de ellos mientras intentaban subir la colina".

Cormack, quien estudia medicina, regresó al rancho de la familia luego de que los incendios empezaran para ayudar a su hermano menor y madre, Melanie, a rescatar lo que podían.

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Está preocupado por el futuro del rancho, que ha estado en su familia por 25 años.

"Creímos que íbamos a tener que vender todo y empezar de cero", dijo Justin Cormack luego de saber que todo se había quemado. "Ni siquiera sabíamos si el banco nos dejaría el contrato de arrendamiento".

Cormack encuentra más vacas muertas entre las ramas quemadas y tiradas en bancos de agua. Él desmonta de Safari y saca su iPhone de sus chaparreras para tomarle una foto a las vacas y grabar las coordenadas precisas de GPS.

Luego, con un aerosol de azul agua, pinta un número en la vaca antes de continuar con otra.

No está seguro si su familia será compensada por el daño que el incendio causó a su ganado y propiedad. Pero documenta la destrucción, por si acaso.

El incendio que arrasó Texas ha infligido una devastación épica y sufrimiento, quemando más de un millón de acres y cientos de casas. Esta semana, equipos antiincendio están alertados, por el clima caliente y seco.

Algunos residentes han perdido tanto como los Cormack. Hasta ahora, el incendio ha matado al menos a 30 de sus vacas, cerca del 15 % de su ganado.

Justin Cormack dice que encuentra varias quemadas, pero vivas, cada día. Las quemaduras afectan los cuartos traseros de las vacas, lo que provoca que se le caigan las pezuñas.

Dice que la mayoría de esas vacas quemadas tendrán que ser matadas

Incluso las casi 200 cabezas de ganado que fueron rescatadas de las llamas por los Cormack no están fuera de peligro. Para esas vacas, casi no queda pasto para comer.

"Tenemos 10,000 acres y se quemó todo", dijo Melanie Cormack, con el estrés de la experiencia vivida dibujada en las líneas de expresión en la cara. "Empezó en la punta norte, se quemó por 11 días, y luego terminó en la punta sur".

Melanie Cormack, quien también es la directora de una escuela cerca del pueblo de Strawn, tuvo que hacerse cargo del rancho luego que su marido se muriera.

La sangre coagulada en sus manos por marcar y castrar a parte de su ganado sugiere que pese a su complexión delgada y su voz suave, ella está hecha de una sustancia que ni siquiera un incendio puede fundir.

Pero las preocupaciones se están juntando.

La casa simple de rancho de los Cormack sobrevivió al incendio, pero no tiene electricidad ni agua desde hace días. No hay información, dicen, de cuando volverá al área desolada en donde viven. 

Luego está el reto de encontrar comida para el ganado restante. 

Vecinos y otros ranchos les han donado pacas de heno. Pero ella necesitará encontrar nueva tierra en donde puedan pastar y pronto.

El segundo hijo de Melanie, Jake, trabaja con ella para reunir a los animales sobrevivientes y sacarlos a nuevos campos de pasto. Cuando la pared de fuego llegó a su rancho, Jake subió a una camioneta para salvar cuanto ganado pudo.

"Fue una de las cosas más espantosas que he visto", dijo. "Sólo una enorme nube roja en el frente, que avanza bastante rápido por el campo". 

Jake Cormack dijo que su familia peleará para quedarse con su tierra y el estilo de vida de los vaqueros. De la tierra ennegrecida volverá a crecer pasto, dijo, y las vacas podrán pastar una vez más en el rancho Cormack. 

Pero no olvidará el infierno que casi les quitó todo.

"Es como un huracán o un tornado: a lo que le pegue, crea destrucción", dijo. "Lo mismo con una tormenta de fuego: quema casas, pone en riesgo la vida de personas, algunas mueren. Puede arruinar vidas muy rápido".

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