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Católicos del mundo rezan rosario previo a beatificación de Juan Pablo II

La Basílica de Guadalupe se enlazó con el Circo Máximo de Roma para rezar un rosario durante la vigilia previa a la beatificación
sáb 30 abril 2011 04:37 PM
La basílica de Guadalupe es un polo de turismo religioso
CO. Basílica La basílica de Guadalupe es un polo de turismo religioso

La Basílica de Guadalupe de la Ciudad de México se enlazó este sábado vía satélite con el Circo Máximo de Roma para rezar un misterio del rosario durante la vigilia en honor a Juan Pablo II, quien será beatificado en las próximas horas.

Durante el encuentro en Roma, en el cual participaron unas 200 mil personas, se estableció comunicación en vivo con cinco santuarios católicos en Polonia, Tanzania, Líbano, Portugal y México.

En comunicación con cada uno de estos lugares se rezaron los cinco “misterios de la luz” del rosario, se vieron videos de discursos de Karol Wojtyla en sus visitas a esas naciones y se encomendaron intenciones especiales.

En el enlace mexicano se rezó el cuarto misterio correspondiente al pasaje de la “transfiguración de Jesús” y se pidió especialmente a Dios “por el don de la esperanza y de la paz para toda la gente”.

En la Basílica de Guadalupe se dio lectura a un pasaje de la Biblia y se proyectó un video de un discurso pronunciado por Juan Pablo II el 27 de enero de 1979 en ese mismo templo, ubicado en el norte de la capital mexicana.

El rezo del rosario en México concluyó con una oración del obispo auxiliar de la ciudad de México, Florencio Armando Colín Cruz, y con un cántico a la Virgen.

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En el mundo, la vigilia finalizó con la participación del actual Papa Benedicto XVI, quien se arrodilló en una capilla del Vaticano.

Se levantó y se dirigió a los fieles, ante quienes dijo en italiano: “Ave María, mujer pobre y humilde, ¡bendita por el altísimo! Virgen de esperanza, profecía de los tiempos nuevos, nosotros nos asociamos a tu cántico de gloria para celebrar la misericordia del señor, para anunciar la venida del Reino de Dios”.

El pontífice terminó su mensaje con una bendición en latín, a la cual respondieron con un aplauso los miles de católicos en el Circo Máximo. Se espera que los asistentes se trasladen a la zona de la Plaza de San Pedro del Vaticano para esperar la beatificación.

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