El despertar violento de Abbottabad, la ciudad en donde vivía bin Laden
La vida en Abbottabad era sencilla, tranquila y segura, más que en cualquier otra ciudad en Pakistán.
Los conductores no tienen prisa y se toman su tiempo cruzando las montañas. Las calles están vacías en la noche, los residentes ya están en sus hogares a las 21:00 hora local. La violencia presente en áreas tribales cercanas a la frontera con Afganistán, en el peleado territorio de Kashmir, y en densas ciudades incluyendo Lahore y Islamabad, típicamente no tienen lugar en Abbottabad.
Hasta el lunes por la mañana, eso era la ciudad. Abbottabad pasó de ser una ciudad “dormida” a 50 kilómetros al noreste de Islamabad, a un lugar histórico. Ahí, en una ciudad que en su mayoría está ocupada por personal militar pakistaní; una operación especial del ejército estadounidense ejecutó una redada de 40 minutos en la que mataron a Osama bin Laden, el líder terrorista más conocido en el mundo.
No había servicio eléctrico en Abbottabad a tempranas horas del lunes, cuenta Sohair Athar, un residente de la ciudad. Esto no fue una ocurrencia inusual, dice. Tampoco fue el sobrevuelo de los helicópteros, sobre todo considerando la abundancia de vuelos debido a las inundaciones masivas que devastaron a la región.
Pero el ingeniero de programación freelance, que también es dueño de una cafetería en el pueblo, se percató que el helicóptero no aterrizó inmediatamente, como usualmente lo hacen. En cambio siguió sobrevolando el lugar, obligándolo a escribir en Twitter: “Aléjate helicóptero – antes de que saque mi matamoscas gigantesco :-/.”
Momentos después, Athar –quien se mudó de Lahore a la ciudad de Abbottabad en parte por la paz y la seguridad– escuchó una fuerte explosión.
“Pensé, tuve que mudarme desde Lahore hasta Abbottabad sólo para evadir un estallido bomba y la violencia, y ahora esto me persigue hasta acá,” Athar dijo a CNN.
Fayez Noor, de 24 años, estudiante en el Instituto de Información y Tecnología, escuchó tres explosiones. Luego de la primera a la 1:08 (hora local), Noor le envió un mensaje de texto a un amigo para saber que había pasado. La última explosión – tan sólo tres minutos después de la primera – fue la más grande.
“Mi casa, que está a tres kilómetros de distancia, se estremeció, las ventanas vibraron”, recuerda Noor.
Se divisaron helicópteros, alejándose. Noor dijo que uno sobrevoló su casa, mientras tanto Sahndana Syed, el doctor de la ciudad, vio otro helicóptero sobrevolando muy bajo.
“Al principio, tuve miedo a salir”, dijo Syed. “Estaba aterrorizado”.
Pero a tan sólo minutos, alrededor de la 1:15 (hora local), la electricidad volvió a la ciudad.
“No pensé mucho en eso, más que estos acontecimientos eran raros”, dijo Athar. “Cerré mi portátil y me alejé.”
Mientras los residentes se iban a dormir, las televisoras pakistaníes reportaron que todo se trataba de un ejercicio militar. No fue sino hasta luego de la madrugada que los hechos fueron evidentes: uno de los fugitivos más buscados en el mundo, bin Laden, ahora estaba muerto, había sido eliminado por fuerzas estadounidenses.
“Fue una gran sorpresa”, dijo Syed, el doctor de 28 años. “Nadie sabía.”
Al día siguiente, el bloqueo de las calles alrededor de donde vivía bin Laden era el recordatorio más visible de la incursión militar. Los residentes discutieron lo sucedido, de cómo el cerebro de los ataques del 11 de septiembre , y de otros atentados, justo horas antes, habitaba en medio de ellos y de cómo unos militares extranjeros, también, habían descendido en su ciudad.
Noor dijo que algunos residentes de Abbottabad están enojados con el gobierno de Pakistán, no porque la milicia de otro país estaba en su ciudad, sino porque sus propios militares, a pesar de tener una base militar a la vuelta de la esquina, no hicieron nada al respecto.
De todos modos, el estudiante universitario que dijo a la ciudad no le tomó mucho tiempo para volver a la normalidad.
“La verdad es que, todos continuamos con nuestra vida como si nada pasara”, dijo Noor. “Fui a la universidad hoy –con- mis amigos, el tráfico sigue como siempre.”