Sarkozy promete castigar a los responsables del atentado en Marruecos
Los ocho féretros de los franceses fallecidos en el atentado en una cafetería del turístico Marrakech el pasado jueves fueron recibidos por el presidente de Francia Nicolás Sarkozy, quien encabezó este miércoles la ceremonia.
"Francia no dejará este crimen impune", afirmó Sarkozy en el aeropuerto de Orly, al que llegaron los cuerpos. Según el recuento definitivo del Ministerio del Interior marroquí, murieron 16 personas y 21 resultaron heridas. Siete de los extranjeros heridos fueron trasladados a sus países de origen.
"Pasará el tiempo que sea necesario, meses, quizá años, pero lo pagarán" como lo ha pagado el líder de Al-Qaeda, Osama bin Laden – asesinado en la madrugada del lunes —, señaló Sarkozy que prometió reforzar la lucha contra el terrorismo y dio a conocer que se habría identificado en Marruecos a dos posibles sospechosos.
El ministro marroquí del Interior, Taieb Cherkaui, dijo el viernes que el explosivo había sido detonado a distancia y que "el método utilizado recuerda al estilo de Al-Qaeda".
Sarkozy envió también un mensaje de apoyo al rey de Marruecos, Mohamed VI, "que ha comprendido la aspiración a la libertad" de su pueblo y que "ha decidido responder a ella". Mohamed VI visitó la zona afectada el sábado y acudió al hospital Ibn Tofail y al Hospital Militar Avicena donde se encontraban internados los heridos.
El atentado contra la cafetería Argana, situada en la plaza Yemá el Fna, corazón turístico de la ciudad, es el acto terrorista más sangriento en Marruecos desde los atentados suicida del 16 de mayo de 2003 en Casablanca, en los que murieron 45 personas.