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La misión contra bin Laden crea dudas sobre si Pakistán hizo lo suficiente

Congresistas y analistas de EU intentan definir si en el caso Osama bin Laden, Pakistán jugó un doble juego que perjudicaría su relación
jue 05 mayo 2011 02:05 PM
Bin Laden - Pakistán - casa
Bin Laden - Pakistán - casa Bin Laden - Pakistán - casa

La revelación de que el líder de Al-Qaeda, Osama bin Laden, se escondía “a plena vista” en un casa en un bastión del ejército pakistaní ha tocado el nervio de Estados Unidos, que se apoya en gran medida en el gobierno de Islamabad en su guerra contra el terrorismo .

Muchos funcionarios de la administración de Barack Obama, legisladores y observadores en el espectro político quieren saber cómo es que bin Laden –asentado en un complejo en la ciudad militarizada de Abbottabadd – pudo haber eludido la captura pakistaní, o si el gobierno pakistaní o sus elementos lo protegían.

Ellos quieren saber si Pakistán está respaldando firmemente la lucha contra el terrorismo o si apoya a militantes que luchan contra las tropas en Afganistán.

Estados Unidos tiene una “complicada pero importante relación” con Pakistán, dijo el secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, el pasado martes.

Carney le dijo a los reporteros que los funcionarios estadounidenses necesitan saber más de “la red de apoyo” que sostuvo a bin Laden en Pakistán. Pero también advirtió sobre no “satanizar” a todos los integrantes del gobierno de Pakistán por la revelación de que bin Laden estuviera viviendo tan cerca de Islamabad.

Dijo que ha habido “una gran e importante cooperación” en la lucha contra el extremismo islámico, afirmó. “La idea de que este tipo de complicaciones existan no es nueva”.

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Pero el congresista Peter King, el republicano de Nueva York que también es presidente del Comité de Seguridad Interior, dijo que “esto no puede seguirse permitiendo”.

En comentarios vertidos durante una audiencia de un subcomité del Congreso sobre Pakistán, King destacó que el complejo de bin Laden estaba ubicado cerca de la sede de los servicios de inteligencia de Pakistán.

“Hay dos posibilidades y una respuesta”, dijo King. “Una es que hubo colaboración directa por parte de elementos del gobierno de Pakistán, o la inteligencia pakistaní es completamente inepta, lo cual se ha probado que no es el caso a través de los años”.

Durante la audiencia, Seth Jones, de la Corporación Rand, le dijo al panel que la presencia de bin Laden en Pakistán demostró que “en el menor de los casos, no ha habido una alta prioridad en ubicar a uno de los máximos líderes de Al-Qaeda” en el país.

“Basándome en las corrientes de amenazas provenientes de esta zona, esos intereses tienen que cambiar desde mi punto de vista”, dijo Jones. Otro experto en terrorismo, Frederick Kagan, del Instituto de la Empresa Americana, dijo que la desconfianza entre Estados Unidos y Pakistán fluye en ambas direcciones, con oficiales pakistaníes temerosos de que los Estados Unidos abandonen la región tras la eliminación de bin Laden.

“Es esencial que encontremos maneras no sólo de comunicar nuestra frustración a Pakistán” dijo Kagan, pero también decir “que no nos iremos”.

Estados Unidos se han referido a  Pakistán como un importante aliado en la lucha contra los Talibanes, Al-Qaeda, la Red Haggani y otros militantes instalados en Pakistán que han lanzado ataques contra tropas afganas e internacionales en Afganistán. En la audiencia del martes, expertos identificaron a Lahkar-e-Taiba como una gran amenaza del subcontinente pakistaní hasta el hindú y más allá.

De acuerdo con el Departamento de Rendición de Cuentas del Gobierno estadounidense, Estados Unidos han provisto de 18,000 millones de dólares en asistencia y reembolsos a Pakistán, dos tercios de los cuales están relacionados con seguridad.

La administración y legisladores han elogiado a los pakistaníes por sus esfuerzos antiterrorismo, pero al mismo tiempo, algunos legisladores sospechan que el país no ha sido lo suficientemente decidido en su persecución de terroristas. Algunos dicen que elementos de servicios de inteligencia de Pakistán –los Inter-Servicios de Inteligencia o ISI– tienen lazos cercanos con algunos militantes.

La senadora Dianne Feinstein, demócrata de California y presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, está de acuerdo en que han sido “buenos en ir tras algunos terroristas” pero han “caminado muy hábilmente en ambas direcciones de la avenida”.

“Eso debe preocuparnos a muchos de nosotros, porque uno debe definirse”, afirmó ante reporteros, destacando que el asunto de Pakistán será abordado por el comité.

Denis McDonough, quien es el asesor adjunto de seguridad nacional del presidente Obama, dijo a CNN que a pesar de las preguntas legítimas sobre lo que sabían las autoridades pakistaníes, Estados Unidos debe mantener la relación.

“Obviamente reconocemos que nadie ha sacrificado tanto en esta guerra contra Al-Qaeda como Pakistán”, dijo McDonough. “Al-Qaeda ha declarado la guerra, incluso, al gobierno pakistaní, ha amenazado una y otra vez con tratar de apoderarse de material nuclear en ese país… Por lo que obviamente hay mucho en juego en esta pelea. Seguiremos trabajando con ellos y seguiremos tratando de aliarnos con ellos contra Al-Qaeda, ya que reconocemos que no sólo se trata de nuestros intereses, sino también los de ellos”.

Cuestionado sobre si el financiamiento estadounidense a Pakistán debería continuar, McDonough dijo que ese tipo de inversiones refuerzan la seguridad de Estados Unidos.

“Continuaremos tratando de trabajar con ellos para capacitar y enfocar esfuerzos hacia la amenaza común que enfrentamos con Al-Qaeda”, dijo McDonough, agregando: “Nadie tiene más está más interés en nuestra capacidad para… llevar a cabo la lucha contra Al-Qaeda que el presidente. Vamos a seguir haciéndolo, ya sea con amigos pakistaníes o por nuestra cuenta. Pero esta es una lucha demasiado importante para nosotros para rendirnos”.

Jamie Metzi, vicepresidente ejecutivo de la Sociedad de Asia, dijo que le corresponderá a Pakistán llevar a cabo una rigurosa investigación para evaluar lo que ocurrió con bin Laden.

“Si Pakistán niega cualquier involucramiento oficial con bin Laden, será difícil evitar una reacción severa entre los miembros del Congreso estadounidense, quienes creerán que Pakistán está jugando una doble carta”, afirmó Metzl.

Metzl también afirma que el miedo de Pakistán es que la India incremente su influencia en Afganistán y lo rodee, algo que lo ha llevado a mantener a los militantes bajo su dominio. Mike Rogers, republicano de Michigan que preside el Comité de Investigación de Inteligencia del Congreso, dijo que Pakistán y Estados Unidos tienen “una relación muy chistosa”.

Pakistán desplegó “tropas en las zonas tribales por petición nuestra” y “sufrió miles y miles de bajas tratando de combatir a las fuerzas talibanes y de Al-Qaeda”, dijo Rogers en “American Morning” de CNN.

“Hay algunas preocupaciones acerca de que sus ISI y servicios de inteligencia estén siendo penetrados, pero al mismo tiempo, los tenemos que tener”.

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