Obama reitera que la reforma migratoria es "una obigación moral de EU"
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió a la comunidad evangélica de Estados Unidos abogar para impulsar la aprobación de una ley de migración en el Congreso.
Durante el desayuno de la Oración Hispana, el mandatario estadounidense reiteró que la reforma migratoria es un imperativo moral, más allá de los beneficios económicos y sociales que el país pudiera obtener.
“A veces desearía dejar de lado al Congreso , pero no puedo. Lo que sí puedo hacer es promulgar la ley, lo que ustedes pueden hacer es abogar por esa ley y juntos trabajar por una reforma integral para nuestras leyes”, dijo Obama.
En su discurso, Obama reiteró que su país se define como una nación inmigrante , “abierta a cualquier persona que quiera aceptar los ideales de Estados Unidos”.
Repitió que los inmigrantes han hecho más fuerte el país y que no puede permitir que miles de jóvenes no puedan estudiar o unirse a las fuerzas armadas debido al estatus migratorio de sus padres.
“No nos olvidemos de cómo poblamos este país, debemos ver a ese inmigrante agrícola y recordar cómo nuestro abuelo o bisabuelo llegó al puerto de Nueva York o de San Francisco buscando algo mejor. Ese compás moral nos lleva hacer lo que es correcto”, indicó.
Obama habló durante la quinta edición del desayuno de la Oración Hispánica (The National Hispanic Prayer Breakfast), organizado por la organización cristiana más grande del país, Esperanza USA.
Durante el encuentro, la comunidad evangélica pidió a las autoridades estadounidenses su apoyo para resolver la cuestión migratoria de miles de sus integrantes.
El martes pasado, Obama pidió en un discurso dado en El Paso, Texas, que los inmigrantes del país “salgan de las sombras” .
El mandatario dijo ese día que su gobierno ha respondido a las demandas de los republicanos en el Congreso y citó como ejemplo el refuerzo a la seguridad en la frontera, en donde nunca antes en la historia se había visto más personal vigilando el área, aseguró.
Obama ha pedido en diversas ocasiones apoyo del ala republicana en el Congreso para discutir y aprobar una reforma migratoria que beneficiaría a 11 millones de inmigrantes sin documentos en Estados Unidos.
