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Autoridades provocan inundaciones en Louisiana para salvar a Nueva Orleáns

Las autoridades de Louisiana iniciaron una inundación provocada en zonas rurales para evitar que Nueva Orleáns quede anegada
sáb 14 mayo 2011 06:12 PM

Las autoridades de Louisiana comenzaron a abrir este sábado las esclusas en un sistema de diques del río Mississippi para desviar parte de las aguas hacia una zona rural, en una inundación provocada, y así evitar que puedan quedar anegadas Nueva Orleáns y Baton Rouge, las principales ciudades del estado.

A las 15:00 hora local, los ingenieros del ejército estadounidense comenzaron a abrir la primera esclusa del sistema de Morganza, que cuenta con 125.

Es la primera vez en 38 años que las autoridades de Louisiana se ven obligadas a abrir las esclusas, una medida causada por la fuerte crecida del río Mississippi , la mayor en más de setenta años.

La apertura de la primera compuerta se completó en unos quince minutos.

Las autoridades han subrayado que no se abrirán todas las esclusas, lo que podría verter cerca de 17,000 metros cúbicos por segundo, tres veces el volumen que cae en las cataratas del Niágara en un día entero.

Por el momento, tan sólo se abrirá la primera compuerta, que permite el paso de 280 metros cúbicos por segundo, y el domingo podrían abrirse una o dos más.

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Según declaró en una rueda de prensa el general Michael Walsh, del Cuerpo de Ingenieros, el proceso será "más un maratón que un esprint".

"Estamos usando todos los instrumentos de control de inundaciones con los que contamos", agregó el militar.

Una vez abierta la esclusa –compartimento de la presa-, las aguas se dirigirán al área rural de la cuenca del río Atchafalaya, una zona de 7,770 kilómetros cuadrados donde residen cerca de 25,000 personas, hay 11,000 edificios, miles de hectáreas cultivadas y existe una reserva de vida animal.

Esta zona podría quedar cubierta por más de siete metros de agua en algunos puntos, según las autoridades estatales.

De no abrir las compuertas, la presión de las aguas, superior a los 42,500 metros cúbicos por segundo, amenazaba con derribar los diques que protegen Baton Rouge y Nueva Orleáns, que aún lucha por recuperarse de la inundación sufrida en 2005 por el paso del huracán Katrina.

Además, se verían amenazadas hasta ocho refinerías de petróleo, que representan el 12% de la capacidad del país, y una central nuclear.

Desde el viernes, funcionarios estatales recorrían el área afectada casa por casa para avisar a los habitantes de la necesidad de evacuar la zona.

El gobernador de Louisiana, Bobby Jindal, instó a los residentes de la cuenca del Atchafalaya a abandonar el área lo antes posible.

"Ha llegado el momento de poner manos a la obra. No lo retrasen. No esperen cambios de última hora", indicó el gobernador.

Una cadena de tormentas y el deshielo tras una temporada de nieve especialmente abundante, ha causado una fuerte crecida del río Mississippi , el tercero más largo de América del Norte y el cuarto más caudaloso del mundo.

Las inundaciones causadas por la crecida, las peores en el centro del país en los últimos ochenta años, han motivado las evacuaciones de decenas de miles de personas a lo largo de la cuenca del Mississippi, en estados como Illinois, Tennessee o Kentucky.

También han dejado bajo las aguas parte de la ciudad de Memphis, en Tennessee.

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