La familia del fotoperiodista Anton Hammerl teme que esté muerto en Libia
La familia del fotoperiodista independiente de Sudáfrica, Anton Hammerl, quien está desaparecido en Libia desde abril, dijo este jueves que ahora cree que él fue asesinado por las fuerzas del gobierno libio.
La declaración fue publicada en una página creada en la red social Facebook, Liberen al fotógrafo Anton Hammerl, además de entrevistas publicadas en The New York Times , GlobalPost y The Atlantic a dos periodistas que aseguran haber estado con el fotoperiodista en el momento en que fue asesinado.
"El 5 de abril de 2011, Anton fue asesinado por las fuerzas de Gadhafi en un lugar muy remoto en el desierto de Libia. Según los testigos presenciales, sus heridas eran tales que no podría haber sobrevivido sin atención médica", según el comunicado.
Hammerl, de 41 años, fue visto por última vez en una remota región del desierto de Libia. Fue capturado por las fuerzas leales a Moammar Gadhafi, cerca de la localidad de Brega, una ciudad petrolera clave en el este de Libia, que ha sido escenario de combates intensos.
"Desde el momento en que Anton desapareció en Libia, hemos vivido con la esperanza de que los funcionarios libios nos aseguraran que estaba con ellos" se menciona en el comunicado. "Es intolerable que los crueles partidarios de Gadhafi supieran del destino de Anton todo este tiempo y hay notado por cubrirlo".
El gobierno de Sudáfrica mencionó que los periodistas estadounidenses, que fueron puestos en libertad por Libia esta semana tras ser presuntamente detenidos junto con Hammerl, contaron lo que vieron a su embajador en Libia, señaló el portavoz Clayson Monyela a CNN este viernes.
Monyela mencionó que Clara Morgana Gillis y James Foley llamaron por teléfono a la esposa Hammerl después de su liberación este miércoles, para contarle que le habían disparado al fotoperiodista y quedó "herido de gravedad suficiente como para que no haya sobrevivido".
Pero el gobierno de Libia atacó esta acusación asegurando que Hammerl estaba en custodia y que sería puesto en libertad esta semana, junto con otros tres.
"Nos dio la impresión de que estaba en custodia y vivo", dijo Monyela por teléfono a CNN. "Es una situación caótica. En un momento estás tratando con una persona y luego fallan".
La ministra de Relaciones Exteriores de Sudáfrica condenó el asesinato, calificándolo de "acto atroz".
"Teníamos garantías de sus asesores, de los asesores de su hijo y, sí, del propio Gadhafi de que todos los periodistas estaban vivos", contó Maite Nkoana-Mashabane, ministra de Relaciones Exteriores, en una conferencia de prensa donde se anunció la muerte de Hammerl.
"Creemos en lo que escuchamos de las personas que vieron el acto".
Gillis, un independiente para el Christian Science Monitor, The Atlantic y USA Today; y Foley, del GlobalPost, fueron puestos en libertad esta semana, junto con el fotógrafo español Manuel Varela —también conocido con el nombre de Manu Brabo— y el periodista británico Nigel Chandler.
Después de su liberación, Gillis y Foley contaron al GlobalPost que Hammerl había recibido disparos por parte de las fuerzas de Gadhafi, cuando éstos se encontraban en las afueras de Brega.
Dijeron que aquel día tenían reportes de que las fuerzas pro-Gadhafi excavaban en las cercanías y que decidieron ir hasta allá, ayudados por los soldados rebeldes.
Una vez allí, en cuestión de segundos, le dijeron al GlobalPost, los rebeldes se retiraron después de ver a dos camiones militares blindados libios que transportaba a unos 10 soldados.
"Todo sucedió en una fracción de segundos. Pensábamos que estábamos en el fuego cruzado. Pero, finalmente, nos dimos cuenta de que estaban disparando contra nosotros. Uno podía ver y oír las balas golpeando el suelo cerca de nosotros", dijo Foley al GlobalPost.
Los cuatro periodistas inmediatamente cayeron al suelo, saltando hacia lado de la carretera. Pero los soldados libios, que venían de la colina, siguieron disparando, recordó Foley.
Hammerl, quien estaba más cerca de los combates, clamó por ayuda. Foley gritó: "¿Estás bien?", Según el informe del GlobalPost. —No—, fue la única respuesta de Hammerl.
Foley señaló al GlobalPost que vio el cuerpo de Hammerl tirado en la arena. Dijo que el fotógrafo recibió un disparo en el abdomen y sangraba severamente.
Cuando se le preguntó al portavoz Ibrahim Musa sobre Hammerl, señaló que el gobierno no tenía retenido a Hammerl y que aún no podían localizarlo. "Nunca estuvo con nosotros", dijo Ibrahim y que había una confusión en los nombres.
La familia Hammerl rechazó una solicitud de CNN para hacer comentarios. "Las cosas son demasiado crudas. Penny y la familia está destrozada", dijo un amigo de la familia, Bronwyn Friedlander.
Hammerl era un ex fotógrafo del Saturday Star en Johannesburgo. Estaba cubriendo los combates en Libia desde finales de marzo como fotógrafo independiente, de acuerdo con la página de Facebook.
Desde febrero, el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) ha contabilizado más de 80 ataques contra periodistas en Libia, incluyendo cuatro muertes y 49 detenciones.
Entre los muertos están el nominado al Oscar Tim Hetherington y el fotógrafo aclamado Chris Hondros, que murieron por un ataque con granadas, mientras cubrían una crónica de la violencia en la ciudad portuaria de Misrata.
Human Rights Watch y el CPJ ha exigido al gobierno libio a dar cuenta de todos los periodistas que faltan y han cubierto el conflicto.
Jomana Karadsheh, Nkepile Mabuse y Chelsea J. Carter contribuyeron con este informe.