Obama se reúne con otros líderes mundiales en Francia
Después de su estancia en Londres, el presidente Barack Obama llegó a Francia este jueves para sostener una serie de reuniones con los líderes de las economías más poderosas del mundo.
Obama abordó una variedad de temas de seguridad y económicos durante una reunión que sostuvo con el presidente ruso Dmitry Medvedev. También tenía programada una reunión con el primer ministro de Japón, Naoto Kan, así como su participación en pláticas con otros líderes del G8.
El G8 lo integran Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Canadá, Japón, Alemania, Italia y Rusia.
Las reuniones de Obama en Francia se presentan justo después de su visita a Londres, donde habló sobre el liderazgo de Occidente, afirmando que sigue siendo "esencial para la dignidad humana".
Durante un discurso histórico que ofreció en una sesión conjunta del Parlamento británico este miércoles, Obama dijo que "el deseo de libertad y dignidad humana" es "universal y late en todos los corazones".
"Debemos actuar y liderar con confianza en nuestros acuerdos y respetando la fe de nuestra gente", afirmó Obama, agregando que procederán "con humildad y conscientes de que no podemos imponer los resultados en el extranjero".
Asimismo, relacionó los recientes levantamientos contra los regímenes en el norte de África con la caída del comunismo, del gobierno de la minoría blanca en Sudáfrica y las dictaduras en América Latina y el sureste de Asia, afirmando que reflejan " un deseo por las mismas libertades que damos por sentadas en nuestra casa".
También sostuvo que el crecimiento de China, India y Brasil está ligado a su aceptación de libre mercado que plantean los modelos británico y estadounidense.
Insistió que su crecimiento no significa que el liderazgo Occidental esté decayendo, afirmando: "Nuestro liderazgo es ahora".
Sus asesores calificaron este discurso como la piedra angular de su gira de seis días en Europa. Los legisladores británicos lo ovacionaron y aplaudieron su autodescripción como el hijo de un cocinero kenyano del ejército británico que se convirtió en presidente de los Estados Unidos.
El discurso fue el cierre de un viaje de dos días a Inglaterra que mezcló con ceremonias y política. La Reina Isabel II ofreció una cena de Estado muy elegante el martes por la noche, a la cual Obama asistió con un moño blanco, camisa de vestir y pañuelo, mientras que al día siguiente, se arremangó con el primer ministro David Cameron para preparar hamburguesas y salchichas para miembros del servicio militar y sus familias en el jardín de la residencia oficial de Downing Street.
El presidente y el primer ministro subieron la temperatura al referirse a Moammar Gadhafi en una aparición conjunta este miércoles, con Obama afirmando que "al final" el líder libio se marchará.
La misión respaldada por la ONU para proteger al pueblo libio de su líder, implica asegurarse de que Gadhafi "no tenga la capacidad de enviar a grupos de ampones a asesinar a civiles inocentes y amenazarlos", afirmó Obama.
"Creo que hemos progresado mucho en Libia. Hemos salvado vidas. Gadhafi y su régimen debe entender que no habrá respiro en la presión que estamos ejerciendo".
Tanto Obama como Cameron dijeron que tomará tiempo alcanzar una solución en Libia, país gobernado por Gadhafi desde hace 42 años. Libia parece estar cayendo en una guerra civil que está estancada. Quizá debamos ser más pacientes de lo que la gente quisiera", agregó Obama.
Cameron se negó a responder la pregunta de un periodista sobre si el Reino Unido enviaría helicópteros de guerra para reforzar la misión militar en Libia, pero contestó: "Deberíamos subir la temperatura en Libia" y aseguró que analizarán "todas la opciones" para hacerlo.
Obama y Cameron hablaron de varios temas durante una conferencia de prensa en un iluminado jardín de Londres.
Antes de reunirse con los reporteros, ambos líderes discutieron sobre la política en Afganistán y Pakistán, el conflicto palestino-israelí, entre otros asuntos.
Obama dijo que la relación de Estados Unidos con Inglaterra es "más fuerte que nunca" y afirmó que las dos naciones están comprometidas a trabajar conjuntamente para la recuperación de la economía global, así como para combatir en la guerra contra el terrorismo.
Cameron dijo que el asesinato del líder de Al-Qaeda, Osama bin Laden, a manos estadounidenses fue "un golpe justo en el corazón del terrorismo internacional" y que Inglaterra y los Estados Unidos deben trabajar estrechamente con Pakistán en el futuro.
"Podemos vencer a Al-Qaeda", afirmó Cameron.
Obama está en medio de una gira de seis días en cuatro países europeos que comenzó en Irlanda y culminará en Polonia.
El martes, el presidente y la primera dama dieron un paseo por el Palacio de Buckingham y visitaron Westminster Abbey, donde se congregaron multitudes para aclamar su llegada.
Cameron habló de la cercanía de ambos países la noche anterior al arranque oficial de la visita de Obama, calificando su relación como "esencial" y afirmando que hay "una alineación de puntos de vista increíble entre Downing Street y la Casa Blanca".
En una nota menos formal, Obama también se unió a Cameron para jugar ping pong contra dos estudiantes durante una visita a una escuela local. Los detalles del marcador final no se dieron a conocer públicamente, pero los estudiantes ganaron cómodamente.