Las víctimas de la guerra de Bosnia 'descansan' con el arresto de Mladic
Robert Samija no puede olvidar la fecha: 16 de abril de 1993.
Al igual que la lucha entre croatas y musulmanes en la ciudad central bosnia de Vitez, él vio la ejecución de un jefe de policía musulmán. Se trataba del padre de uno de sus compañeros de clase.
"Lo vi ponerse de rodillas, rogando por su vida, y le dispararon a quemarropa", recuerda. "Algunas personas lo celebraron. Pero fue horrible".
Ahora, otra fecha brilla en la mente de Samija: 26 de mayo de 2011, cuando el ex comandante del Ejército serbio, Ratko Mladic, fue arrestado después de eludir a la justicia por más de 15 años.
Mladic, colocado en lo más alto de la lista de criminales de guerra y conocido como el Carnicero de los Balcanes, es acusado de genocidio, exterminio y asesinato por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia.
Para las víctimas de la guerra de Bosnia, en la década de los 90, el arresto de Mladic debería significar el cierre de una etapa dolorosa, similar a lo que vivenciaron quienes perdieron a sus seres queridos el 11 de septiembre de 2001 al escuchar de la noticia de la muerte de Osama bin Laden.
Sin embargo, la televisión repite las imágenes de Mladic y de los acontecimientos que tuvieron lugar durante la guerra y esto podría actuar como un detonante para que las personas revivan su trauma, dijo el psicólogo Steven Bruce, director del Centro de Recuperación de Trauma de la Universidad de Missouri en St. Luis, que tiene una gran comunidad de refugiados de Bosnia.
"Es una espada de doble filo", dijo Bruce. "Pero en el largo plazo, se trata de una buena noticia. Creo que acaba con algunas inquietudes para las que nunca se tendría respuesta".
"Hasta que aclaremos nuestra historia, no podemos movernos", dijo.
En otra parte de Atlanta, a Nazifa Garib le era difícil realizar su trabajo en su panadería. Al amanecer, ella había salido de casa y acababa de escuchar la noticia.
"Oh, Dios mío", dijo, haciendo una pausa durante algunos segundos.
"Tengo escalofríos ahora mismo. Esta es una muy buena noticia".
Antes de la Guerra del Golfo, Garib trabajó en Bagdad, pero regresó a su país natal, Bosnia a principios de 1990. Ella se mostró reacia a hablar de la brutalidad que atestiguó y de la familia que perdió. Sin embargo, dijo que sentía alivio al saber que Mladic, a quien culpó de gran parte de su sufrimiento, finalmente fue capturado.
Ella espera que Mladic sea ahorcado como Saddam Hussein, pero de manera pública donde sus víctimas puedan verlo.
Sanja Starcevic, cuya familia es dueña de "Neretva", un restaurante bosniano en los suburbios de Atlanta, dijo que el conflicto fue indescriptible.
Al igual que las víctimas del tornado de esta semana en Missouri que se encontraban sin palabras ante el desastre, Starcevic, de 55 años, afirma que es imposible hablar de lo que había visto, especialmente en inglés, que es una segunda lengua.
"Hay que estar allí y ver cómo es", dijo.
Se alegró de que Mladic finalmente enfrentará a la justicia, pero dijo que las cosas nunca serán lo mismo en Bosnia.
"No se puede traer de vuelta a todas las personas que mataron, de todas las partes", dijo