Radicales serbios convocan a una marcha en apoyo de Ratko Mladic
Cientos de policías serbios, algunos con equipo antidisturbios, salieron a las calles de Belgrado el domingo, cuando un partido ultra nacionalista hizo un llamado a manifestarse por el arresto del supuesto genocida, Ratko Mladic .
El ex general serbobosnio quedó detenido el jueves pasado, después de 16 años de estar prófugo. El Tribunal para la antigua Yugoslavia lo acusa de crímenes de guerra en Bosnia y de dirigir la matanza de Srebrenica, perpetrada en 1995.
El Partido Radical Serbio llamó a protestar enfrente del Parlamento el domingo.
Horas antes de que iniciara la protesta, una tarima era construida mientras sonaban canciones nacionalistas desde bocinas. Algunas personas llegaron temprano, incluyendo un hombre vestido en un uniforme militar desgastado que cargaba una bandera serbia.
Tres unidades especiales encontraron a Mladic el jueves, alrededor de las cinco de la madrugada, en la localidad de Lazarevo, en Voivodina.
Mladic se entregó sin pelear pese a tener dos pistolas de mano, de acuerdo a Rasim Ljajic, el ministro a cargo de buscar a fugitivos sospechosos de crímenes de guerra.
Cuando los agentes entraron al jardín de la pequeña casa del norte de Serbia, donde el sospechoso de crímenes de guerra más buscado estaba escondido, Mladic estaba en un cuarto de servicio usado para guardar herramientas de granja, dijo un ministro de gobierno a CNN.
Los oficiales encontraron a Mladic en una aldea llamada Lazarevo , al norte de la capital serbia, luego de seleccionar información de sus ex compañeros, aquéllos que lo apoyaron financieramente y a miembros cercanos de su familia, dijo Ljajic.
No está claro qué fuente llevó a los investigadores al ex comandante militar, acusado de ordenar la masacre de 8,000 musulmanes en la ciudad de Srebrenica, en 1995.
Aunque su arresto es un gran avance de un obstáculo que hubo entre Serbia y su espera para formar parte de la Unión Europea, dicho movimiento provocaría una reacción política del electorado del país, que considera a Mladic como un héroe.
"Estamos conscientes de ese peligro", expresó Ljajic a CNN. "Sabemos que hicimos algo que no causó felicidad o aplausos del público, pero también sabemos que nos hicimos responsables e hicimos algo propio de cualquier élite política de un país".
La captura de Mladic "es una inversión política", dijo, e hizo hincapié en el deseo del gobierno de llevar a supuestos criminales de guerra frente a la justicia, "incluso si los ciudadanos nos castigan en las próximas elecciones".
Ante su arresto, el ex general se comportó de forma educada e incluso les dio su credencial de identidad expirada, a diferencia de los documentos falsos que muchas veces presentan otros criminales de guerra, dijo Ljajic.
De todas formas su captura ha sido una sorpresa considerable, incluso para quienes lo buscaban.
Todos los intentos previos por capturar a Mladic fallaron.
Ljajic también hizo notar la falta de confianza entre algunos partidarios internos y figuras internacionales, que habían pedido el arresto de Mladic desde hace tiempo.
"La minoría que apoyó nuestra cooperación con el tribunal de La Haya nos criticó, porque creyeron que no tendríamos éxito", señaló Ljajic, rebatiendo ese argumento al señalar la extradición de 44 sospechosos al tribunal de Crímenes de Guerra de las Naciones Unidas en La Haya, en los Países Bajos.
"Nuestro trabajo fue desacreditado, ridiculizado y recibió comentarios muy cínicos".
Los oficiales serbios "hicieron este trabajo sin un apoyo sincero, incluso de quienes creían que debíamos cooperar", añadió, aludiendo a críticos que decían que Serbia ocultó al ex general por más de una década y media.
La masacre en Srebrenica, que provocó los reclamos internacionales y precedió la campaña de bombardeo de la OTAN, ahora es recordada como la peor atrocidad en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Mladic supuestamente encabezó una masacre de cinco días en julio, donde ejecutó sistemáticamente a hombres y niños. El tribunal de crímenes de guerra de la ONU lo describió como "el triunfo del mal".
En la víspera de la masacre, Mladic transmitió un mensaje en la televisión estatal, en el que prometió que tomaría venganza por los agravios de cientos de años del estado serbio en contra de quienes alguna vez fueron musulmanes otomanos en la región.
Las fuerzas de Mladic rodearon la ciudad, alguna vez considerada como un "área segura" por la ONU, donde miles de bosnio-musulmanes buscaron refugio. Luego entraron y, supuestamente, violaron y asesinaron a quien encontraron a su paso, pese a la presencia de fuerzas de paz armadas de Holanda pertenecientes a la ONU.
La captura de Mladic quizá ahora ofrece una oportunidad a los Balcanes de dejar atrás su historia oscura al quitar una "barrera de reconciliación entre los bosnios, serbios y croatas", dijo Sabine Freizer, una Directora de Programa del Grupo Internacional de Crisis.
El ex general es considerado el último supuesto criminal de guerra fugitivo de la región, luego de la captura del líder bosnio serbio Radovan Karadzic y el ex presidente serbio Slobodan Milosevic, quien murió en prisión en 2006 durante su juicio en La Haya.
Pero los residentes en la capital serbia tienen emociones mezcladas por lo que será una serbia sin Mladic.
"Estamos un poco cansados por las pláticas sobre el crimen contra la gente inocente", dice Damir Jovic, un empleado de una compañía de tecnología de información en Belgrado. "Creo que la gente está cansada de hablar de eso y lo quiere superar".
Su esposa, Sonja Damnjanovic, está en desacuerdo. Ella piensa que la captura de Mladic podría pagar dividendos en la economía futura de su país. "Lo importante es que un hombre que hizo cosas malas fue capturado por lo que hizo, no nuestra necesidad de entrar a la Unión Europea", dijo.
Hace un mes (antes del arresto de Mladic), el gobierno hizo una encuesta que mostró que más del 78% de la población no estaba preparada para reportar el paradero del ex comandante militar.
El 53% de la población está en desacuerdo con que Mladic sea extraditado a esa corte, dijo, vislumbrando el paisaje político que confronta el presidente serbio, Boris Tadic, quien anunció la captura del ex general.
Muchos serbios "consideran que La Haya es más una institución política que legal", añadió Ljajic.
Este domingo, cientos de agentes de la policía serbia salieron a las calles de Belgrado ante el llamado de una protesta por la detención de Mladic. El Partido Radical Serbio pidió reunirse frente al Parlamento.
Mientas tanto, un equipo médico determinó que Mladic tiene buena salud para ser extraditado y enfrentar un tribunal de crímenes de guerra, aseguró una vocera en Belgrado el viernes.
Aunque el sospechoso de crímenes de guerra sufre de condiciones crónicas severas, el equipo sostuvo que no hay problemas inminentes que le impidan viajar. La conclusión la dieron que cinco doctores que examinaran a Mladic el jueves por la noche, de acuerdo al abogado del ex general, Milos Saljic.