El censo poblacional de Nepal reconoce al "tercer género"
Cuando los encuestadores del censo poblacional fueron de puerta en puerta visitando a 5.6 millones de hogares en Nepal este mes, recaudaron información no sólo de los hombres y mujeres de ese país, sino también del denominado tercer género.
En un acto sin precedentes, el Departamento Central de Estadísticas de Nepal está reconociendo oficialmente a las personas homosexuales y transgénero, lo cual se percibe como una gran victoria de la igualdad en un país que descriminalizó las relaciones homosexuales hace apenas tres años.
Entre aquellas personas orgullosas de ser considerados dentro de la categoría del tercer género se encuentra Dilu Buduja, de 35 años de edad. “Yo nací como niña, pero crecí y me sentía como un niño. Hoy me siento como un hombre”, afirmó.
Bikash Bista, vocero del departamento de estadísticas, dijo que la nueva categorización era un intento de abrir a un país tradicionalmente conservador a diferentes puntos de vista. Pero el reconocimiento por parte de Estado a minorías de género, homosexuales y lesbianas no ha llegado sin luchar por ello.
“Hemos puesto mucha presión para que el tercer género sea considerado en el censo”, dijo el activista a favor de los derechos de las minorías de género, Sunil Babu Pant.
“Sólo hasta que dijimos que iríamos a la corte, los funcionarios aceptaron incluir al tercer género como una categoría”.
Si el caso hubiera ido a la corte, seguramente hubiera prosperado gracias a un precedente del 2007 con una resolución de la Suprema Corte que instruía al Estado a terminar con la discriminación basada en la orientación sexual e identidad de género, así como despenalizar el “sexo no natural”.
También decretó la emisión de certificados de ciudadanía que indican claramente la elección personal de la identidad de género.
Los certificados de ciudadanía, los cuales funcionan como documentos de identidad, se requieren en Nepal para abrir cuentas bancarias, tener propiedades, conseguir empleo y tramitar un pasaporte, entre otras cosas.
“La corte también ordenó al gobierno formar un comité para estudiar qué tipo de leyes pueden crearse para matrimonio o unión civil de personas del mismo sexo”, dijo Hari Phuyal, un abogado de derechos humanos que presentó la argumentación principal del caso.
“La resolución de Nepal del 2007 fue una inspiración incluso para la India, la cual fue estudiada por la Suprema Corte de Nueva Delhi cuando descriminalizó la sodomía el año pasado”, afirmó.
Pant, el primer legislador declarado homosexual de Nepal, describió la resolución como “muy satisfactoria”, pero dijo que su implementación sería “un proceso extremadamente lento y doloroso”.
Su afirmación es confirmada por el hecho de que el Ministerio de Asuntos Internos de Nepal todavía va a instruir a los 75 distritos administrativos del país a emitir certificados de ciudadanía que indiquen la identidad de género.
“Las autoridades locales no tenían conocimiento del tercer género y tenían miedo de perder sus empleos si emitían ese tipo de ciudadanía”, comentó Buduja, quien el mes pasado en la segunda persona del país que ha obtenido un certificado de ciudadanía indicando el género.
Pradeep Khadka, integrante del grupo defensor de los derechos de las minorías de género Blue Diamond Society –fundado por Pant hace casi una década–, dijo que los retrasos en la total aplicación de la resolución del 2007 representa una lucha entre las fuerzas conservadoras y liberales de la sociedad de Nepal.
Aunque la discriminación continúa, se ha progresado. El gobierno también está terminando una lista de leyes discriminatorias que deben ser cambiadas para que las minorías de género puedan gozar de los mismos derechos que los demás, incluyendo derechos de herencia.
Hace dos años también se formó un comité para dar recomendaciones a la legislación que rige al matrimonio o unión civil de personas del mismo sexo.
“Vistamos varios distritos del país y de Noruega para conocer su experiencia y usarla como un caso de estudio”, dijo la socióloga Chaitanya Mishra, integrante de este comité.
Según otro integrante del comité, va a recomendar al gobierno legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, algo sin precedentes en Asia del Sur.
“Hay 50 o 60 parejas que están esperando para casarse el mismo día en que el matrimonio entre personas del mismo sexo se legalice”, dijo Buduja, quien está entre aquellos deseosos de casarse.
Pero según los activistas, la renuencia de las autoridades de emitir certificados de ciudadanía con especificación sexual hace que ese día aún esté lejano. Y sin dichos certificados, muchos se resistirán a revelar su sexualidad a los encuestadores del censo.
“Pero se trata de un paso hacia adelante muy estimulante”, comentó Pant.