Gobierno venezolano captura a 'Julián Conrrado', brazo derecho de las FARC
Las autoridades venezolanas detuvieron este miércoles a Guillermo Enrique Torres Cueter, alias Julián Conrrado, brazo derecho de Raúl Reyes, el jefe del grupo guerrillero Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) muerto en 2008 en un ataque militar colombiano en territorio ecuatoriano, informó el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
Torres Cueter fue detenido en una operación conjunta entre autoridades colombianas y venezolanas, según información de Santos citada por la televisora colombiana CaracolTV en su sitio de internet.
Torres también era conocido como El cantante de las FARC, debido a que casi siempre llevaba una guitarra al hombro, junto a su fusil; fue un actor reconocido en las negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y el grupo guerrillero, según el reporte.
Las autoridades colombianas han dado varios golpes a la estructura de las FARC desde la muerte de Raúl Reyes, considerado el más importante en años.
A mediados de abril pasado se dio a conocer la captura de Leonardo Chaux Hernández, alias Simón Bernate , ideólogo político de las FARC y hombre de confianza de su máximo líder, Guillermo León Sáenz, alias Alfonso Cano.
Simón Bernate se dedicaba a vincular a las comunidades indígenas y organizaciones campesinas con las FARC para fortalecer el trabajo político del grupo.
A finales de septiembre murió en una operación militar Jorge Briceño, alias Mono Jojoy , jefe militar de las FARC.
Alfonso Cano, quien habría asumido el control de las FARC luego de la muerte por causas naturales del histórico comandante en jefe Manuel Marulanda, ordenó a los jefes guerrilleros fuera del país regresar a la zona de combate a asumir sus responsabilidades militares , un mensaje dirigido particularmente a Germán Briceño, Grannobles (hermano del fallecido Mono Jojoy), quien se habría refugiado en Venezuela y dedicado al narcotráfico.
Las FARC rechazaron en octubre pasado una petición del gobierno de abandonar las armas , tras la muerte de Mono Jojoy y calificaron la acción en la que murió el líder guerrillero como “una masacre ejecutada a mansalva y sobre seguro por un Estado terrorista” subordinado a Estados Unidos.
El grupo advirtió que no iba a “desistir después de más de 40 años de lucha, ni a aceptar una falsa paz”.