La mujer que acusó una violación en Libia es deportada de Qatar
La mujer libia cuya supuesta violación por parte de las fuerzas de seguridad recibió atención mundial fue deportada de Qatar y este jueves se encuentra en Bengasi, ciudad en poder de los rebeldes que combaten contra Moammar Gadhafi.
Eman al-Obeidy esperaba iniciar una nueva vida en su calidad de refugiada. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) había preparado documentos que le permitieran salir de Qatar y comenzar una nueva etapa, pero las autoridades la sacaron a ella y a sus padres del hotel en que se alojaba en Doha y los obligó a abordar un avión militar que los trasladó la madrugada de este jueves a Libia.
Un funcionario de la ACNUR dijo a CNN que su agencia había solicitado de forma reiterada a las autoridades de Qatar que no expulsaran a al-Obeidy, pero que otras personas no identificadas también habían hecho un llamamiento a Qatar.
"Durante toda la noche intentamos evitar su deportación", dijo Vincent Cochetel, de la oficina de la ACNUR en Washington.
Explicó que las autoridades Qatar informaron a la ACNUR que tenían una orden judicial y que la visa de al-Obeidy había expirado. Hicieron caso omiso de los argumentos de la ACNUR de que ella ya tenía la condición de refugiada, dijo.
Cochetel dijo que al-Obeidy y sus padres permanecieron en el aeropuerto durante varias horas, mientras continuaban las negociaciones. Finalmente, el avión salió de Doha rumbo a Bengasi, a donde aterrizó horas después.
CNN habló por teléfono con al-Obeidy en Bengasi, donde se encuentra en la clandestinidad. Ella dijo que había sido golpeada por los qataríes, que la esposaron y la pusieron en el avión. Aseguró que tanto a ella como a sus padres les quitaron todas sus pertenencias, incluyendo los teléfonos celulares, su computadora portátil y el dinero.
Al-Obeidy captó la atención mundial el 26 de marzo, cuando irrumpió en el Hotel Rixos en Trípoli, mientras que los periodistas intenacionales desayunaban. Ella les dijo que había sido detenida contra su voluntad durante dos días en un puesto de control al este de Trípoli, donde fue golpeada y violada por 15 hombres.
En Washington, el vocero adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, dijo este jueves que en esta dependencia están "muy preocupados" por la seguridad de al-Obeidy y que ya se habían comunicado con ella. Añadió que trabajan con organizaciones internacionales para garantizar que ella se encuentra segura y que pronto encontrará asilo en un "tercer país".
Varias Organizaciones No Gubernamentales dijeron que estaban haciendo esfuerzos para que al-Obeidy pudiera salir de Bengasi y viajar a Europa en próximos días.
El Consejo Nacional de Transición –el liderazgo rebelde- había apoyado a al-Obeidy a llegar hasta Qatar, cuyo gobierno es aliado. Pero una vez allí, ella hizo declaraciones públicas en el sentido de que el consejo estaba usándola. El consejo lo negó, pero la presencia de la mujer en Qatar parece haberse convertido en una vergüenza para la organización.
CNN intentó llegar a los funcionarios de Qatar para que comentaran al respecto, pero no tuvo éxito.
Horas antes de su deportación, al-Obeidy dijo a CNN que guardias armados custodiaban el sitio en que se encontraba para evitar que los representantes de la ACNUR pudieran darle asesoría.
Este tipo de deportaciones son ilegales según el derecho internacional, dijo Human Rights Watch.