Un enviado ruso va a Libia para iniciar pláticas y establecer un acuerdo

El presidente ruso, Dmitry Medvedev mandó a un enviado a Libia este lunes para reunirse con rebeldes que buscan poner fin al mandato de 42 años de Moammar Gadhafi, un movimiento que llega después de que pidió al líder libio que abdicara .
Mikhail Margelov, el enviado especial a África, se reunirá con los líderes rebeldes del Consejo Nacional de Transición basados en el fuerte de Bengasi en el este de Libia, dijo su vocera, Varvara Paal.
Margelov no descartó viajar a Trípoli para reunirse con Gadhafi, dijo Paal.
"Mi tarea es reunirme con los líderes rebeldes. Sin embargo, no descarto el hecho de que tenga que ir a Trípoli, si recibo la orden correspondiente del presidente", dijo Margelov a Interfax, la agencia de noticias del estado ruso.
El mes pasado, Medvedev se unió a líderes estadounidenses y europeos que llaman a que Gadhafi abdique del poder. El fiscal en jefe de la Corte Penal Internacional ha emitido órdenes de arresto en contra de Gadhafi, su hijo y el jefe de inteligencia libio por supuestos crímenes de lesa humanidad.
Mientras tanto, este lunes, el gobierno suizo autorizó al procurador general del estado a abrir una investigación criminal por el secuestro de dos de sus ciudadanos, Rachid Hamdani y Max Goeldi, quienes supuestamente son rehenes en Libia desde hace casi dos años.
El desarrollo de los eventos inició cuando los rebeldes en la primer línea en Misrata dijeron que la estación eléctrica principal de la ciudad, que había sido un blanco de las fuerzas de Gadhafi, fue atacada. El ataque dejó a algunas áreas de la ciudad sin energía.
De acuerdo con varios rebeldes, las fuerzas de Gadhafi llevaron a cabo una ofensiva temprano por la mañana en los frentes del oeste y este de Misrata.
Las fuerzas del gobierno avanzaron dos kilómetros hacia la ciudad de Dafniya en el oeste de Misrata y dispararon docenas de misiles Grad, destruyendo una fábrica de plástico, en donde murió una persona y al menos otra está herida.
Los rebeldes fueron capaces de detener los ataques y avanzaron tres kilómetros al oeste a las afueras de la ciudad de Zlitan, dijeron sus líderes.
Libia ha sufrido por la guerra civil desde hace meses, desde que Gadhafi se negó a abdicar del poder, en medio de protestas alrededor del mundo árabe en contra de varios gobiernos .
La OTAN opera bajo una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, la cual autoriza cualquier medio, excepto la ocupación extranjera, para proteger a los civiles de un ataque o amenaza de ataque. Esta ha realizado ataque aéreos en contra de los recursos militares de Gadhafi.
Moscú ha criticado la misión de la OTAN en Libia, argumentando que el alcance de la campaña aérea en contra de las fuerzas de Gadhafi excede el mandato aprobado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Pero el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo el lunes que la misión "ha tenido progreso considerable".
" Hemos detenido la ola de terror desatada por el régimen de Gadhafi , hemos salvado innumerables vidas y hemos disminuido seriamente la habilidad del régimen de Gadhafi de atacar a civiles, y le hemos quitado presión a ciudades como Misrata", dijo.
Desde que la OTAN inició actividades hace dos meses, "hemos mantenido un ritmo acelerado operacional, con más de 10,000 incursiones", dijo Rasmussen. "Hemos dañado o destruido casi 1,800 blancos militares legítimos. Eso incluye alrededor de 100 sitios de comando y control, que Gadhafi usaba para organizar ataques en contra de civiles".
Gadhafi "perdió el control de gran parte del país", dijo Rasmussen. Pero añadió que el régimen "todavía es una amenaza. La semana pasada la comisión encargada de investigar de las Naciones Unidas reportó que sus fuerzas han cometido crímenes de guerra y de lesa humanidad, incluyendo asesinatos, tortura, persecución y abuso sexual, de forma sistemática".
"Es un catálogo de crímenes espantoso. Y esas mismas fuerzas siguen emprendiendo ataques ilegales e indiscriminados en contra de ciudades como Zintan", dijo Rasmussen, refiriendo al bombardeo de la ciudad Libia, cercana al sur de Túnez.
"Por ello acordamos extender nuestra misión por 90 días más ", dijo Rasmussen. "Hemos intensificado nuestra presión militar y estamos determinados a continuar nuestra operación durante el tiempo que se necesite".