"Soy marxista", dice el Dalai Lama y detona la sorpresa de su auditorio
Karl Marx dijo que la religión era el opio de las masas, así que varios se sorprendieron cuando el Dalai Lama se proclamó como marxista en una visita reciente a Minnesota.
El escritor con residencia en Minneapolis, Tsering Namgyal, escuchó la plática del Dalai Lama junto con 150 estudiantes chinos en la Universidad de Minnesota.
Luego de soprenderse por lo que escuchó, escribió de ello para Religion Dispatches, una revista en internet dedicada al análisis y entendimiento de religiones. Namgyai dijo que a la mitad de su conversación el Dalai Lama dijo: "Por lo que se refiere a las creencias sociopolíticas, me considero un marxista".
¿Es en serio?
Esperen. Al momento el líder espiritual aclaró su posición. "Pero no un leninista", dijo.
¡Uff! Tal vez esa última parte fue suficiente para aplacar a miles de seguidores que ven al Dalai Lama como la cara de la compasión global, y sobre todo, un símbolo viviente de la oposición del gobierno chino en el Tíbet.
El líder tibetano luego discutió sobre si su religiosidad contradice su afecto por el marxismo.
Namgyal escribió:
"El líder tibetano respondió que Marx no estaba en contra de la religión o la filosofía religiosa per se, sino en contra de las instituciones religiosas que se aliaron, en tiempos de Marx, con la clase Europea reinante.
"También compartió una anécdota interesante acerca de su experiencia con Mao Tse-tsun (ex líder de China). Él dijo que Mao sintió que la mente del Dalai Lama era muy lógica, implicando que la educación budista y su entrenamiento le ayudaron a aclarar su mente. Dijo que se reunió con Mao varias veces, una de ellas durante una reunión en Beijing, el líder chino lo llamó y anunció: '¡Tu mente es científica!', una evaluación seguida por la famosa frase, 'La religión es veneno'".
El Dalai Lama renunció formalmente a sus poderes políticos y administrativos en mayo , pero sigue siendo el líder espiritual de la comunidad tibetana en todo el mundo.
Namgyal encontró interesante el intercambio de tres horas entre los estudiantes chinos y el Dalai Lama. China, que se hizo cargo hace seis décadas del Tibet, acusa al Dalai Lama de ser un separatista.
El diálogo, escribió Namgyal, le dio una oportunidad al Dalai Lama de mostrar una idea muy distinta de él, de lo que los estudiantes chinos habían escuchado de Beijing. Eso fue bueno para Namgyal porque, escribió, esos estudiantes podrían liderar China un día de estos.