El director de la ATF dejará el cargo esta semana, confirman fuentes de EU
Kenneth Melson, director de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés), puede renunciar al cargo en uno o dos días, debido a la presión generada por el polémico operativo Rápido y furioso , confirmaron este lunes dos fuentes del gobierno federal.
Agentes de la ATF afirman que, como parte de la operación, recibieron órdenes de permitir el tráfico de armas desde Estados Unidos hacia México , lo que ha generado molestia dentro y fuera de territorio estadounidense.
Hasta ahora, el Departamento de Justicia —del que depende la ATF— ha negado que Rápido y furioso incluyera entre sus estrategias el tráfico controlado de armamento. La dependencia anunció una investigación sobre esas afirmaciones.
El Congreso estadounidense exige a Washington entregar una serie de documentos que expliquen el funcionamiento del operativo, pero los legisladores sostienen que ni el Departamento de Justicia ni la ATF han aportado los datos requeridos.
Darrel Issa, presidente del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes, amenazó a Melson con acusarlo de desacato si seguía negándose a colaborar con las indagatorias del Poder Legislativo.
A finales de la semana pasada, el diario estadounidense The Wall Street Journal reportó que el gobierno planeaba destituir a Melson , que ocupa el cargo desde abril de 2009. El relevo se ha retrasado porque aún no se concreta el nombramiento de su sustituto, quien al parecer será Andrew Traver, cabeza de la ATF en Chicago, según el rotativo.
El senador republicano Chuck Grassley, otro de los legisladores que más ha presionado al gobierno tras el escándalo Rápido y furioso, ha dicho que la actitud “irresponsable” de la ATF habría generado muertes en México e incluso de funcionarios estadounidenses.
Las autoridades de ambos países reconocen que gran parte de las armas traficadas desde Estados Unidos llegan hasta los grupos delictivos en México, lo que dificulta el combate a estas organizaciones.
En diciembre de 2006, el gobierno mexicano inició una ofensiva contra el crimen organizado, en particular contra los cárteles del narcotráfico. Desde entonces, más de 34,600 personas han muerto en el país en actividades de la delincuencia, de acuerdo con datos oficiales.
Terry Frieden contribuyó a este reporte.