Perú cancela una operación minera luego de enfrentamientos mortales
Luego de la muerte de cinco manifestantes durante protestas con la policía el viernes, el gobierno peruano estuvo de acuerdo a poner fin a un proyecto de minería privada en el departamento del sur de Puno.
La decisión fue tomada luego de más de 10 horas de pláticas entre los ministros del gobierno y líderes indígenas Aimará, luego de que ambas partes buscaron ponerle fin a una huelga indefinida que ha tomado a Puno desde hace un mes.
Las protestas están en contra de las concesiones de taladrar y minar en la región.
El sábado, un decreto de 2007 que dio el permiso para lámina de plata en Puno fue derogado oficialmente.
Como resultado de ello, operaciones de la mina de Santa Ana, que es propiedad de la Corporación Minera Canadiense Bear Creek, fue cancelada. El trato también brinda a las comunidades indígenas locales el poder de aprobar o negar cualquier operación minera o de perforación en el área.
"Si las comunidades no quieren minas, no pueden ser forzadas", dio Fernando Gala, viceministro de minas.
El acuerdo podría afectar a concesiones existentes en Puno, dijo.
La acción llegó luego de que cinco personas fueran asesinadas y 25 heridas en disputas con la policía, mientras los manifestantes intentaron tomar el Aeropuerto Internacional de Manco Capac en la ciudad de Juliaca en Puno.
"Tristemente, estas son vidas humanas y tenemos que simpatizar con lo que pasó", dijo la jefa del gabinete, Rosario Fernández.
Ella hizo un llamado, a los residentes de Puno y las áreas de Huancavelica y Huancayo en donde han habido protestas violentas, a restaurar la calma y asumir una actitud de "democracia y diálogo".
Aunque lamentó la muerte de los manifestantes en Puno, dijo que el gobierno actuaría como fuera necesario para restaurar la paz.
La minería en metales es una de las industrias líderes de Perú, una fuente de ingresos para los departamentos peruanos con tales recursos naturales.
De acuerdo con el ministro de minería, Puno recibe 700 millones de soles (250 millones de dólares) anualmente del gobierno, de lo cual 40 por ciento es de regalías de la minería.
La cancelación de la mina de Santa Ana podría costarle a uno unos 25 millones de soles (9 millones de dólares) en regalías, dijo Gala.