Crisis humanitaria en la frontera más nueva del mundo
Adok se sienta bajo un árbol cercano al sitio de distribución del Programa Mundial de Comida, rodeado por decenas de miles de sus otrora vecinos.
Ella dice que perdió a dos de sus hijos en el pánico mientras huían de los ataques de fuerzas armadas sudanesas.
Desesperada por irse a casa, ella está muy exhausta y hambrienta luego de una caminata de cuatro días. Su marido y sus seis hijos restantes están en la búsqueda de los dos perdidos, mientras ella espera a la entrega de comida.
"Huimos cuando la pelea escaló y nadie podía ver a sus familias", dijo.
Adok vive en Abyei, una región rica en petróleo disputada entre Sudán y Sudán del Sur , que será la nación más nueva del mundo el 9 de julio.
También es nativa de Dinka, la tribu africana negra que ha enfrentado a los árabes del norte por más de tres décadas de guerra civil . La mayoría de los desplazados de Abyei son Dinka.
Pese a un frágil tratado de paz en 2005, la lucha surgió en Abyei el 19 de mayo cuando fuerzas sudanesas del sur atacaron un convoy de la ONU que escoltaba Fuerzas Armadas Sudanesas.
El ataque dejó 22 soldados muertos y trajo un contraataque del ejército sudanés, que tomó control de la ciudad y expulsó a las unidades militares sureñas. La toma de la ciudad fue seguida por saqueos y el desplazamiento de miles.
Al huir al sur, muchas personas se metieron entre arbustos, temiendo que serían vistos por soldados en tierra o aviones militares por aire.
Encontraron refugio en el pueblo de Turalei, a 70 kilómetros al sur de la violencia en donde reportes de padres, niños y familiares perdidos son comunes entre los residentes desplazados de Abyei.
Yaman Deng está entre los que esperan. Ella dejó a sus padres, ya mayores, atrás cuando entraron los soldados, dice entre sollozos.
"Teníamos una casa en Abyei con un jardín, y teníamos vacas", dijo. "Pero los árabes del norte vinieron y se lo llevaron. Los árabes de Khartoum".
La mayoría de los desplazados se refieren a la lucha como una invasión árabe. Durante décadas el sur sudanés fronterizo, en su mayoría africanos negros y cristianos, han estado atrapados entre facciones del norte y sur en un conflicto sangriento.
Aunque los granjeros subsisten, ellos tienen la mala fortuna de vivir en una región rica en petróleo. Abyei es reclamada por ambas partes, a semanas de que Sudán del Sur declare su independencia después de un referendo que excluye a gente de Abyei.
Laul Mleng cargó a su hijo de tres meses durante varios días y noches para llegar a Turalei. Dijo que él huyó cuando vio que los soldados sudaneses le disparaban a su hermano en la cabeza.
"Los arabes de [el presidente sudanés Omar] al-Bashir le dispararon a mi hermano. Llegaron en helicópteros", dijo.
Sudán del Sur y un gran número de grupos defensores están llamando a los ataques sobre Abyei como limpieza étnica. Muchos señalan al cierre de la frontera norte sur que hizo Bashir, limitando accesos de comida en el sur.
Pero el gobierno sudanés lo niega.
"Fuimos a Abyei a poner la casa en orden y detener cualquier violación por parte del SPLA (Ejército de Liberación de la Gente de Sudán] creando destrozos por las fuerzas armadas en Abyei", dijo Daffa-Alla Elhag Ali Osman, el embajador sudanés para las Naciones Unidas. "De inmediato declaramos nuestra presencia temporal ahí. No nos vamos a quedar indefinidamente en Abyei".
En Turalei, los caminos están callados, excepto por algunos vehículos de la ONU , ya que la escasez de combustible es crónica. El mercado tiene poca o nada de comida para vender. Algunas mujeres venden cebollas viejas y un restaurante en la carretera tenía una bolsa de pan a la venta a un precio exorbitante.
"Cerraron la frontera de manera intencional", dijo Deng Alor Kuol, el primer ministro de la cooperación regional de Sudán del Sur. "El presidente Bashir lo hizo porque le intenta enseñar una lección al sur, fue su política. Dijo que el ataque en contra de Abyeur fue uno, el cierre de la frontera el segundo y que todavía puede castigar al sur de otras formas".
Imágenes satelitales publicadas por el Proyecto Centinela muestra lo destrozados que quedaron los hogares en Abyei. Sus fundadores, George Clooney y John Predergast, dicen que las imágenes son prueba de los crímenes de lesa humanidad y limpieza étnica, mientras casas son destruidas con la intención de prevenir que las tribus locales, los Dinka Africanos, regresen.
La violencia hasta el momento probablemente logre eso.
Los ataques de fuerzas sudaneses en el estado disputado, irónicamente llamadas Unidad, otra área rica en petróleo junto a Abyei, han empezado, luego de mucha especulación del norte mobilizándose ahí.
El líder de Sudán del Sur, Silva Kiir, ha dicho que no regresará a una guerra que ponga en riesgo la independencia del sur.
Pero los choques fronterizos y la movilización de varias milicias han empezado. Poco después de que llegué a Turalei, docenas de soldados del sur y militantes con medio uniforme en búsqueda de comida y combustible.
Los choques en el estado de Unidad se le atribuyen a un renegado, el general Peter Gadet, quien supuestamente, de acuerdo a líderes del sur, es apoyado por el gobierno de Bashir. En los conflictos étnicos en Sudán, dichas tácticas han sido usadas antes con la vieja frase de "mata al esclavo a través del esclavo" conocida antes de que Bashir tomara el poder.
Para la gente de Abyei, como Adok, las peleas por el petróleo, tierra y poder se explican fácilmente.
"El ejército árabe llegó a tomar nuestro lugar y a ahuyentarnos", dijo. "Quiero volver a Abeyi aunque me muera".