18 personas mueren en el ataque al hotel de Kabul, incluidos 8 suicidas
Ocho suicidas y otras 10 personas murieron durante el ataque cuidadosamente orquestado contra un hotel en Kabul y que el Talibán se ha atribuido, según funcionarios.
Dos agentes de policía están entre los muertos del ataque ocurrido entre el martes por la noche y el miércoles , según el Ministerio del Interior de Afganistán.
Uno de los muertos era un ciudadano español, de acuerdo con la agencia EFE, que citó a una fuente de la familia. Al piloto Antonio Planas, de 48 años, le sobreviven su esposa y su hija.
"Como resultado de la rápida reacción de la Policía Nacional Afgana, del Ejército Nacional Afgano, las fuerzas de la Coalición y el apoyo de aéreo de la OTAN, murieron ocho atacantes suicidas", aseguró el ministerio a través de un comunicado.
Mohammad Zahir, jefe de investigaciones criminales de la policía de Kabul, sostuvo el miércoles por la mañana que el número de víctimas podría aumentar.
"Todavía estamos buscando en el hotel; el número de víctimas puede aumentar", declaró Zahir; 20 personas están heridas, agregó.
"La situación es segura", sostuvo el Ministerio del Interior, Bismullah Khan.
El ataque ocurrió la víspera de una conferencia de prensa que estaba programada para realizarse en el hotel este miércoles y en la que se discutiría el plan de transición de seguridad de las fuerzas internacionales en Afganistán que recientemente anunció el presidente Barack Obama.
Un vocero del Talibán, Zabiullah Mujahid, dijo en un correo electrónico que los atacantes suicidas ingresaron al hotel luego de matar a los guardas de seguridad de la entrada.
"Uno de los atacantes suicidas nos dijo por teléfono que están en el lobby persiguiendo a los huéspedes y rompiendo las puertas de sus cuartos", contó a CNN Mujahid en un correo electrónico enviado mientras el incidente ocurría.
Aseguró que el Talibán sabía que algunos huéspedes se preparaban para la conferencia de prensa.
El presidente afgano, Hamid Karzai, condenó el ataque en un comunicado, y culpó a los terroristas: "Estas personas no tienen compasión al matar a civiles".
Karzai alabó la rápida reacción de las fuerzas de seguridad afganas y dijo que esos ataques no interrumpirán la entrega del poder de las fuerzas internacionales a las afganas.
La mañana de este miércoles había fuego en la parte más alta del hotel, pero las flamas fueron apagadas. El humo seguía saliendo del edificio varias horas después.
Saiz Ahmed, un ciudadano estadounidense en Kabul que participa en un proyecto de doctorado, estaba entre los huéspedes del hotel.
"Estoy convencido de que ninguno de nosotros estaba seguro de lograrlo", dijo luego de haber pasado más de cinco horas en el piso de su habitación a oscuras y escuchando estallidos de bomba y disparos de pistola ocasionales. "Escribí un pequeño testamento, solo por si acaso".
El Talibán logró penetrar la férrea seguridad del hotel y uno de los atacantes denotó un explosivo en el segundo piso, explicó Erin Cunningham, una periodista de The Daily en Kabul.
Hombres lanzaron granadas desde el techo del hotel hacia la zona en que se ubica la casa del vicepresidente. Más tarde, ocurrieron tres estallidos en el hotel, una de las cuales la lastimó en el pie, dijo Cunningham.
Cerca de las 02:00 horas (local), unas cuatro horas después de que comenzó el ataque, helicópteros de las Fuerzas de Seguridad Internacional de la OTAN dispararon contra los insurgentes que estaban en el techo y mataron a tres dijo a CNN el vocero de la ISAF, Tim James.
A las 03:00 horas (local), las fuerzas de seguridad habían liberado el techo del hotel y estaban en proceso de hacerlo con el resto del inmueble.
"El último atacante suicida murió alrededor de las 07:00 horas (local) en la operación de búsqueda", dijo el vocero del Ministerio del Interior, Sidiq Sidiqi.
Estados Unidos condenó el ataque. La vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland, dijo que "una vez más demuestra el completo desprecio del terrorismo por la vida humana".
El hotel fue abierto por la cadena InterContinental en 1969, aunque no tiene relación con el grupo desde la invasión soviética de 1979, pese a que todavía usa el nombre y el logotipo.
El incidente ocurrió el mismo día que William B. Caldwell anunció que la OTAN y otros miembros de la comunidad internacional habían decidido aumentar el número de fuerzas de seguridad del Ejército Nacional Afgano y la Policía Nacional Afgana a 352,000 elementos. El número actual es de 300,000.
El aumento de elementos será suficiente para dar seguridad a los afganos sin necesidad de que intervenga la coalición internacional, sostuvo.