Cuatro miembros de Hezbolá, acusados por la muerte de Rafik Hariri
Cuatro integrantes del movimiento chiita-libanés Hezbolá fueron acusados por el asesinato del entonces primer ministro Rafik Hariri en 2005, según una fuente de alto nivel del Ejército libanés.
El Tribunal Especial para Líbano emitió los cargos, y según una fuente de la ONU cercana al tribunal entre los acusados, hay autores materiales. Varias fuentes en la región afirmaron que se incluye a Mustafa Badreddine.
Badreddine —que es hermano de Imad Mughniyeh, un ex comandante de Hezbollah commander que fue asesinado en Siria en 2008— es presuntamente un miembro del consejo del grupo. Los otros implicados son Hasan Oneisa, Salim Ayyah y Asad Sabra.
Dos listas adicionales con nombres de involucrados se espera este verano e incluirá a quienes planearon el ataque, de acuerdo con la fuente de la ONU. La ONU y Líbano negociaron un acuerdo para establecer el tribunal basado en La Haya.
Muchos libaneses creen que el asesinato ocurrió por controversias sobre el rol de Siria en Líbano, ocupado en aquel tiempo por tropas sirias, así como por la influencia del gobierno de damasco en la política libanesa.
Esas supuestas conexiones entre Hezbolá y el gobierno sirio al asesinato aumentaron las tensiones en el país, temiéndose un conflicto sectario en la religiosamente diversa nación, que vivió una guerra civil entre 1975 y 1990.
Siria mantuvo miles de tropas en Líbano y gran influencia hasta que protestas masivas provocaron su retiro luego del asesinato de Hariri. Siria ha negado cualquier involucramiento en el asesinato.
Pero seis años después, la sombra de aquel día aún se encuentra sobre Líbano, bajo una crisis política causada en parte por el trabajo del tribunal especial.
Hezbolá es una facción política en Líbano y provee servicios sociales a chiís, pero es considerada desde hace tiempo por Estados Unidos como una organización terrorista. Ha mantenido oposición al tribunal debido a posibles cargos contra sus integrantes.
Rafik Hariri y otras 22 personas murieron el 14 de febrero de 2005 cuando una bomba detonó al paso de su caravana.
Saad Hariri, hijo del ex líder libanés y actual primer ministro, dijo este jueves que los cargos fueron presentados luego de años “de paciencia y espera y una constante lucha nacional”.
Además, llamó a todas las facciones a aceptar las “obligaciones” con el tribunal y afirmó que “no hay excusa para que cualquiera escape de dicha responsabilidad".