Buzos de Rusia encuentran el lugar en que niños quedaron atrapados
Los buzos que trabajan en un barco ruso que se hundió el fin de semana y dejó docenas de muertos, llegaron a una habitación interior donde se realizaba un concierto de karaoke para niños cuando naufragó la embarcación, informaron este martes funcionarios de emergencias.
Las autoridades creen que decenas de niños quedaron atrapados en la sala de recreo, cuando el Bulgaria se hundió en el río Volga en la república rusa de Tatarstán, con más de 200 personas a bordo.
La cifra de muertos llegó a 71; hay 44 cuerpos identificados, reportó el Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia. Un total de 175 buzos trabajan en el lugar, agregó el Ministerio.
Rusia está de luto este martes ; se llevan a cabo servicios religiosos en todo el país, las banderas ondean a media asta y la televisión nacional canceló toda la programación de entretenimiento. Los medios consideran el incidente como el accidente fluvial más devastador en la historia del país.
Entre los cuerpos que fueron recuperados se encuentra el del capitán de la nave, Ostrovsky Alexander, y su esposa, informaron este martes funcionarios locales en Tatarstán.
El levantamiento de la embarcación comenzará la tarde del sábado, dijo el ministro ruso de Situaciones de Emergencia, Sergei Shoigu.
Decenas de personas siguen desaparecidas, informó la agencia noticiosa estatal RIA Novosti.
Al menos 79 personas fueron rescatadas, algunas de las cuales ya salieron de los hospitales después de recibir tratamiento médico, según las agencias de gobierno.
El barco no tenía licencia para transportar pasajeros, estaba sobrecargado, y su última reparación fue hace más de 30 años, detalló el lunes la Fiscalía rusa.
También estableció que el motor izquierdo de la nave estaba dañado, según lo relatado en su página web.
La nave tenía un límite operacional de 150 pasajeros y solo había 156 chalecos salvavidas a bordo, reportó la televisión estatal rusa citando a un alto funcionario del gobierno en el lugar de los hechos.
Había 208 personas a bordo del bote, de los cuales, 25 no estaban oficialmente registrados y no tenían boleto, según el Ministerio de Situaciones de Emergencia. RIA Novosti reportó el martes que había 205 personas a bordo.
El presidente Dimitri Medvedev designó al ministro del Transporte, Igor Levitin, para encabezar una comisión especial del gobierno que investigue el caso.
"Está claro que este accidente no hubiera sucedido si se hubieran seguido las instrucciones de seguridad, pese a la situación climática complicada", dijo Medvedev. "Debemos establecer por qué el dueño del barco lo operó cuando estaba en una condición técnica tan mala".
El mandatario hizo un llamado para una "inspección total de todos los medios de transporte públicos en Rusia", porque "obviamente ese barco no es el único con problemas.
"El número de embarcaciones viejas que se usan (en Rusia) es alarmante", dijo.
"Vemos por la información que tenemos que esa nave no estaba en condiciones adecuadas", añadió.
Las autoridades no han descartado la posibilidad de que algunos pasajeros pudieran sobrevivir al nadar a la orilla o hacia alguna de las islas en el Volga.
Los sobrevivientes le dijeron a la televisora rusa que había muchos niños a bordo.
El ferry se construyó en 1955 en la entonces Checoslovaquia, de acuerdo con oficiales policiacos.
La embarcación de dos pisos se hundió cerca de la aldea de Syukeyevo en Tatarstán, a unos 80 kilómetros de la ciudad de Kazan, ubicada a 724 kilómetros al este de Moscú, según un reporte de la agencia de noticias RIA Novosti, dirigida por el estado.
Svetlana Alekseeva, un miembro de la embarcación Arabella, que recogió a varios de los sobrevivientes, habló con la agencia de noticias rusa Interfax después del accidente.
"Pasó tan rápido. El equipo no tuvo tiempo de sacar los botes salvavidas y sólo pudieron bajar dos botes infalibles. Varios de los pasajeros saltaron al agua. Algunos escaparon del caos en el agua, tengo miedo", dijo Alekseeva.