La tensión entre EU y Pakistán se agrava por una 'pausa' millonaria
Si está buscando la forma de medir las tensiones entre Estados Unidos y Pakistán, empiece por pensar en 800 millones de dólares .
Esa fue la cantidad de ayuda estadounidense que está congelada, mientras Washington e Islamabad contemplan su alianza disfuncional.
Estados Unidos dice que Pakistán corrió a entrenadores y negó visas para contratistas y personal militar estadounidense, quienes deben acompañar la nueva ayuda militar.
La pregunta es si la alianza puede salvarse del colapso inminente.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, le dijo a reporteros el lunes que la decisión de retener la ayuda no significa un cambio en política, "pero resalta que nuestra alianza depende de la cooperación".
Señaló que la asistencia civil no se ha restringido, y dijo que Estados Unidos está comprometido con "ayudar a Pakistán a construir y mejorar sus habilidades".
El vocero del Pentágono, el coronel Dave Lapan, también negó que el impasse en la ayuda signifique tanto una disputa permanente o la pérdida de los 800 millones de dólares.
"Es una 'pausa'", dijo Lapan el lunes durante su sesión fuera de cámaras con periodistas en su oficina en el Pentágono.
"De nuevo, las decisiones están directamente vinculadas a las adoptadas por los militares paquistaníes de reducir entrenamiento y al no otorgar visas que necesitamos para entrar, para algunos del personal estadounidense. Así que si las cosas cambian, la ayuda va a cambiar igualmente", dijo.
La lista completa del equipo que Estados Unidos provee a Pakistán es clasificada, según Lapan. Pero sí dijo que como los entrenadores fueron expulsados del país tomaron consigo armas pequeñas, municiones y otros equipos. Con la prohibición de visas para personal adicional estadounidense, artículos caros, como partes de helicópteros, equipos para localizar explosivos y radios también están atrapados en el limbo.
Además de las armas, los 800 millones también incluyen cientos de millones de dólares para reembolsar a Pakistán por sus campañas militares contra los extremistas, incluidos los que amenazaban las tropas estadounidenses en Afganistán.
Ha sido un año difícil para las relaciones entre Estados Unidos y Pakistán. Los puntos más bajos fueron la decisión de Estados Unidos de mantener en secreto el ataque contra Osama bin Laden y sus preguntas insistentes sobre el posible conocimiento previo de Pakistán, de dónde estaba escondido el líder de Al-Qaeda .
El recién llegado secretario de Defensa, Leon Panetta, parecía estar retando a las autoridades paquistaníes este fin de semana cuando dijo que él cree que el sucesor de bin Laden, Ayman al-Zawahiri , está en algún lugar en las zonas tribales de Pakistán, o FATA, fronterizas con Afganistán.
"Creemos que Zawahiri es uno de los que aún reside en las FATA", dijo Panetta a los reporteros a bordo de su avión con destino a Afganistán. "Y él es uno de los que nos gustaría ver como el objetivo de los paquistaníes, junto con nuestras capacidades también."
Apenas la semana pasada, el alto oficial del ejército estadounidense, el presidente del Estado Mayor Conjunto, el almirante Mike Mullen, dijo que cree que el gobierno paquistaní "sancionó" el asesinato de un periodista paquistaní que se había centrado en los vínculos entre el gobierno y los extremistas.
La observadora Lisa Curtis, de la Fundación Heritage dice que la ayuda congelada no es inesperada. "No creo que esto sea insuperable", dijo Curtis a CNN por teléfono. En su opinión el alto a los 800 millones podría dificultar las relaciones, pero no romperlas.
"Parece que no quieren eliminar su asistencia por completo", dijo Curtis. "La administración está intentando calibrar su asistencia de tal forma que no cause un daño irreparable en su relación".
Eric Edelman, un académico visitante en la Universidad John Hopkins, describió la relación entre Pakistán y Estados Unidos como una en la que ambos países se necesitan, pero tienen perspectivas distintas de lo que más importa.
Parte de la "fuerza del aliado débil" reside en que ellos saben que lo necesitas, dijo Edelman. "Lo que no queremos es que Pakistán colapse por completo.
Mientras tanto, se continuarán destinando billones de dólares en asistencia civil estadounidense a Pakistán. Pero el Departamento de Estado repitió lo dicho por el Pentágono el lunes, de que se deben hacer cambios si se quiere reabrir la ayuda militar.
La vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland, dijo que Estados Unidos en verdad quiere cooperar y reconoce los intereses mutuos con Pakistán.
"Pero en algunas categorías en donde nuestros entrenadores deben estar en el país para que la asistencia sea efectiva, no podemos permitir un ambiente en donde ellos no se les permita estar", dijo Nuland. "En otras circunstancias no tiene sentido seguir adelante, a menos y hasta que nuestro diálogo mejore".