Cómo el 'paraíso' del Partido Laborista en Utoya se volvió un 'infierno'
En una isla rural a unos 20 kilómetros de la capital de Noruega, cientos de jóvenes del Partido Laborista se reúnen cada verano para hablar de política, de democracia, y para disfrutar de la compañía de los otros.
La isla Utoya, a la que sólo se puede llegar en barco, ha sido utilizada por el Partido Laborista desde hace años para impartir su conferencia de la juventud, pero también es un destino para viajes de campamento familiares.
Todo eso cambió el viernes, cuando un hombre armado vestido de policía inició un tiroteo, lo que dejó en la zona al menos a 85 personas muertas y muchos heridos, entre las casi 600 personas que estaban en el campamento, la mayoría adolescentes.
Los sobrevivientes del ataque dijeron que corrieron aterrados por las zonas boscosas de la pequeña isla para buscar un lugar y esconderse mientras se escuchaban los sonidos de un arma de fuego, al menos durante una hora.
Algunos trataron de nadar unos 700 metros para ponerse a salvo en la orilla opuesta, contó a CNN Adrian Pracon, quien recibió un disparo en el hombro, desde un hospital noruego.
Se vio obligado a regresar nadando a Utoya después de darse cuenta de que estaba agotado y le sería imposible llegar hasta la otra orilla, pero el pistolero estaba esperando en la orilla.
"Estaba como a cinco metros, tal vez a siete metros alejado de él y mientras, gritaba que nos iba a matar a todos y que nos íbamos a morir. Entonces la gente comenzó a correr, pero no sabía a dónde ir", dijo Pracon.
Los primeros disparos se recibieron con cierta confusión e incredulidad, dijo, sobre todo porque el hombre llegó a la isla diciendo que era policía. De pronto el ambiente fue de pánico.
"La gente pensaba, '¿cómo puede ocurrir esto en un campamento de verano en Noruega?'".
Ahora, la policía ha llevado hasta la zona a buzos para rescatar los cadáveres de las aguas que rodean a la isla, muchos se preguntan: "¿por qué pasó esto, el Partido Laborista era el objetivo?"
La isla, cuna de políticos noruegos
Los encuentros de verano en la isla Utoya para el ala juvenil del partido, la Liga de los Trabajadores de la Juventud, han sido parte de una gran tradición política en el país que surgió en la década de 1970.
El primer ministro, Jens Stoltenberg, perteneció a este grupo. Visitó el 'paraíso' durante cada verano desde 1974.
El funcionario le dijo a periodistas que la situación era muy dolorosa y más aún porque muchos de los que habían muerto eran sus amigos y personas que conocía desde hace tiempo. "(Un) paraíso de mi juventud se convirtió en un infierno" en unas pocas horas, comentó.
"Este es un lugar donde pasé mucho tiempo en mi juventud, en la que participé activamente en la política, en donde comencé mi carrera política. Tenemos que recuperar esto. Nadie nos va a alejar de este lugar."
Cuestionado sobre si el partido era el objetivo, el primer ministro dijo que era demasiado pronto para determinarlo, tanto en el caso de lo que ocurrió en la isla como el estallido en el centro de Oslo, donde el edificio del gobierno se vio afectado por una explosión, fallecieron siete personas y otras 90 resultaron heridas.
Tras haberse reunido con sobrevivientes de los ataques y familiares de las víctimas, Stoltenberg dijo que había escuchado algunos relatos dramáticos de algunos de los jóvenes que lograron escapar.
Un joven contó que nadó de regreso a la orilla para ayudar a alguien que había sido herido. "En otras palabras, le salvó la vida a su amigo y también salvó la suya. Él es un héroe y hubo mucho héroes en estas últimas horas".
Per Gunnar Dahl, un asesor político del Partido Laborista, dijo a CNN que el tiroteo fue "una enorme tragedia" para la organización.
"Estamos profundamente conmocionados, de luto por todos los jóvenes que han sido testigos de este tiroteo y que murieron", dijo.
"Es una tradición ir a ese campamento, donde los jóvenes se reunían y discutían sobre política. Muchos, muchos de nuestros líderes han participado en Utoya durante muchos años".
Un miembro del partido Laborista, Bjron Jarle Roberg-Larsen, dijo a CNN que la mayoría de los asistentes tenían entre 16 y 22 años.
El campamento de verano era una tradición para los jóvenes seguidores del Partido Laborista, añadió el ministro de Relaciones Exteriores, Jonas Gahr Store.
"Creo que lo que hemos visto hoy es que la violencia motivada por la política representa una amenaza para la sociedad y felicito a la policía por llevar a cabo una investigación muy rápida y eficaz, pero que todavía está en curso", dijo Store.
El líder del movimiento de la juventud del Partido Laborista, Eskil Pedersen, asegura que pese a todo, seguirán llevando a cabo el campamento.
"Nuestro campamento de verano siempre ha sido un gran acontecimiento. Mucha gente ha aprendido mucho y ha hecho muchos amigos. Hemos sido golpeados por la tragedia. Pero vamos a seguir trabajando duro (por) nuestra organización y en memoria de aquellos que perdimos", dijo Pederson a la prensa.
Tras reunirse con los sobrevivientes, el primer ministro noruego comentó que "la mejor manera que tenemos para honrar a aquellos que han perdido la vida es seguir siendo políticamente activos".
"Debemos tomar el control de Utoya y demostrar que los jóvenes pueden estar comprometidos, que los jóvenes están interesados en la sociedad y en el debate de la política, y demostrar que las personas que nos quieren asustar, no ganarán".
Stoltenberg consideró que desde la Segunda Guerra Mundial el país no había experimentado tanta atrocidad. "Es incomprensible. Es como una pesadilla. Una pesadilla para los jóvenes que han perdido la vida, para sus familias: madres, padres, hermanos y hermanas que han sido brutalmente confrontados con la muerte".