El fugitivo más buscado en China regresa al país después de 12 años
El empresario Lai Changxing, que huyó de China desde hace 12 años y que era considerado el fugitivo más buscado por el régimen comunista, llegó este sábado a Beijing después de que las autoridades canadienses autorizaron su extradición.
Lai, de 53 años e implicado en la mayor operación de contrabando de la historia de la República Popular China, arribó al aeropuerto de la capital, donde la policía le leyó sus derechos y se hizo cargo de él, informó la agencia oficial Xinhua.
En un comunicado publicado este sábado, el Ministerio de Seguridad Pública señaló que la detención de Lai tras tantos años de huida "muestra que un sospechoso de un crimen no puede evadir el castigo, sin importar a dónde huya".
El caso se ha prolongado durante más de una década por las reticencias de la Justicia canadiense a deportar a Lai a China, ya que su sistema legal prohíbe la extradición a países donde se aplica la pena de muerte.
China es el país donde más se utiliza la pena capital en el mundo. Las cifras de las organizaciones civiles son confusas, pues van entre 3,000 y 10,000 ejecuciones al año, mientras que el Gobierno chino no da números oficiales.
Para lograr la extradición, las autoridades chinas dijeron a las canadienses que Lai probablemente no será condenado a la pena capital. La agencia Xinhua, citando a juristas, informó que el empresario será condenado a cadena perpetua, si es encontrado culpable de contrabando.
Lai huyó a Canadá con su familia en 1999, tras ser acusado de liderar una red de contrabando en Xiamen, en la provincia suroriental china de Fujian.
El caso generó tensiones en las relaciones entre China y Canadá, país que normalmente extradita a extranjeros acusados de delitos en sus naciones de origen.
También ha sido motivo de diferencias en Canadá entre el Gobierno, partidario de la deportación, y el sistema judicial, que durante años se opuso a ella con el argumento de los derechos humanos y consideró la posibilidad de ofrecer al sospechoso el estatus de refugiado.
La batalla de Lai para permanecer en Canadá cayó en declive este mes, cuando las autoridades de inmigración canadienses, otra institución opuesta a la deportación, determinaron en un informe que el fugitivo no sería torturado o ejecutado si regresaba a China.