Los contratos de transporte de EU financian a los talibanes
Un grupo de trabajo del ejército de Estados Unidos descubrió que parte de un contrato de transporte por 2,160 millones de dólares se desvió a través de una turbia red de subcontratistas desembocando en las manos de un grupo de afganos influyentes, criminales e insurgentes talibanes, según una fuente con conocimiento de la investigación.
Aproximadamente 600 millones de dólares del contrato se gastaron antes de que las autoridades fueran alertadas del escándalo, informó la fuente, citando un reporte interno.
Sin embargo, se cree que sólo parte de ese dinero se desvió a “elementos viles”, comentó la fuente.
Un oficial del Pentágono comentó a CNN que el contrato cubría el traslado y transporte del 70% del material requerido por las tropas estadounidenses en Afganistán.
Las autoridades fueron alertadas de la posibilidad de un escándalo en junio de 2010, después de que una investigación legislativa desembocara en la creación de una fuerza adjunta para investigar potenciales negociaciones criminales que rodean a los contratos estadounidenses.
El grupo recaudó reportes financieros, documentos de contratos y subcontratos, así como otras negociaciones entre el 2009 y 2010, provocando que las autoridades implementaran grandes cambios en sus sistemas contables y de adjudicación de contratos.
Pero gran parte del daño ya había sido causado.
“Habían indicadores de que dólares estaban fluyendo a criminales o al enemigo”, dijo el oficial del Pentágono, quien rechazó identificarse ya que no estaba autorizado a hablar de manera oficial, pero que cuenta con conocimiento directo de la evaluación estadounidense.
El oficial dijo que parece ser que algunos de los pagos se hicieron a camioneros para asegurar el transporte seguro en áreas insurgentes de Afganistán. Como ha ocurrido en otras ocasiones, contratistas de camiones pagaron a choferes locales, quienes posteriormente pagaron a las fuerzas de seguridad locales, que a su vez pagaron a los insurgentes en sus zonas.
La investigación de un año descubrió conductas “viles” en al menos cuatro de ocho compañías que el gobierno estadounidense utiliza para entregar comida y provisiones a soldados y civiles en bases operativas, así como otras instalaciones estadounidenses en Afganistán.
El documento interno –el cual fue dado a conocer inicialmente por el Washington Post– identificó a las firmas como afganas o como joint ventures con compañías internacionales.
Los reportes a CNN provienen de una fuente independiente, familiarizada con el contenido del reporte.
Las compañías fueron identificadas más adelante como firmas “de algo riesgo”, habiendo subcontratado a entidades más pequeñas sin suficientes medidas para la rendición de cuentas, indicó la fuente.
En una ocasión, se transfirieron 7.4 millones de dólares a la cuenta bancaria de un “policía de bajo rango”.
Tras una serie de transacciones, incluyendo múltiples retiros, las autoridades rastrearon 3.3 millones de dólares en armas, explosivos y transferencias en efectivo “al enemigo”, según la fuente.
Asimismo, un pequeño grupo de analistas de inteligencia militar, abogados, auditores y contadores forenses mapearon una red de contratistas de transporte y sus negocios con decenas de subcontratistas.
Algunos estaban sólo “generando ganancias”, señaló la fuente, probablemente sin un entendimiento claro de dónde se estaban entregando algunos de los fondos.
El programa contractual, llamado Host Nation Trucking – el cual expira en septiembre – ha sido reemplazado por un sistema más riguroso que requiere hasta 40 contratistas distintos, en un esfuerzo por reducir la dependencia en una sola compañía.
El nuevo programa también pretende fortalecer las medidas contables de vendedores, un área que varios grupos han podido explotar con anterioridad, destacó la fuente.
“Cuando tienes el nivel de corrupción que hemos visto con estos contratos, es claramente inaceptable y tienen que cambiar la forma en que hacen negocios”, comentó a CNN Lisa Curtis, colaboradora de la conservadora Heritage Foundation.
“Pero... es poco realista pensar que algo como esto no sucedería dada la influencia de los talibanes y el hecho de que día a día intimidan a la población”, agregó Curtis.
Autoridades de gobierno están actualmente buscando implementar acciones correctivas contra las firmas transportistas, incluyendo suspensiones y limitaciones de trabajo, aunque las compañías aún estén en la nómina de Estados Unidos.
Barbara Starr, corresponsal de CNN en el Pentágono, colaboró con este reporte.