Jeff Parness "devuelve el favor" después de los ataques del 11-S
Jeff Parness aún recuerda el dolor del 11 de septiembre de 2001, cuando su amigo y socio de negocios, Hagay Shefi, estuvo entre las miles de personas que murieron en los ataques del World Trade Center.
Pero Parness, originario de Nueva York, tampoco ha olvidado el apoyo que recibió su ciudad de otras comunidades tras los ataques. Muchas ciudades –de Estados Unidos y otras partes del mundo– enviaron voluntarios y provisiones para ayudar a los esfuerzos de rescate y recuperación.
“El 11-S nos cambió para siempre, pero también el 12-S”, dice Parness, de 45 años. “Esa derrama de amabilidad y generosidad, para mí, fue más poderosa que el terror del día anterior”.
Ese espíritu de buena voluntad inspiró a Parness a crear New York Says Thank You, una organización que envía voluntarios de Nueva York a comunidades que sufren desastres año con año, normalmente en el aniversario del 11-S. Hasta la fecha, más de 7,000 personas han participado en los proyectos de reconstrucción del grupo.
Dirigir una organización sin fines de lucro es algo que Parness, un ex capitalista de proyectos de software que vive en Manhattan, nunca creyó que haría. Él nunca tuvo una vocación de servicio a la comunidad. Pero una sugerencia de su hijo de cinco años cambió todo.
En noviembre del 2003, el hijo de Parness, Evan, vio un reportaje sobre incendios cerca de San Diego. Él le preguntó a su papá si podría enviarle algunos de sus juguetes a los niños de California. Parness sugirió ir con todos los niños del condominio para pedirles donativos.
Tres días después, Parness y dos amigos se dirigieron a San Diego en un camión medio lleno de juguetes y provisiones. Parness puso un letrero en el camión que decía: “New York Says Thank You”. “Quería hacer una declaración más fuerte”, comentó. “Quería que la gente supiera que los neoyorkinos nunca olvidarán lo que hicieron por nosotros tras el 11-S”.
Mientras Parness y sus amigos iban a California, la gente que se topaban en el camino hicieron donativos. Cuando llegaron, el camión estaba lleno.
Toda la experiencia impactó profundamente a Parness, quien quiso llevarla más allá. Fue ahí cuando se le ocurrió ayudar a una ciudad diferente cada año. “En un día en que haya destrucción… creemos una organización que se enfoque en ayudar a reconstruir. Es nuestra manera de honrar realmente el sentido de voluntarismo y espiritual del 12-S”.
Cada año, Parness encuentra una comunidad que ha sido azotada por algún desastre y selecciona una estructura para reconstruir. Los proyectos generalmente representan algo para la zona: una iglesia histórica en Indiana, un hogar de veteranos en Texas, un campamento de Boy Scouts en Iowa. Pero Parness afirma que en cierta manera, lo que se construye no tiene importancia.
“No se trata de construir estructuras. Se trata de construir esperanza. Queremos llegar a la gente que se está recuperando de desastres y mostrarles que otras personas se preocupan”.
Para el primer proyecto de la organización en septiembre del 2004, Parness trajo a 14 voluntarios de Nueva York para reconstruir casas que fueron destruidas por los incendios en las afueras de San Diego. La siguiente reconstrucción, en septiembre de 2005, fue en Utica, Illinois, una ciudad que fue azotada por un tornado.
Treinta neoyorkinos hicieron el viaje en esa ocasión, y se les unieron ocho personas de California que habían recibido ayuda el año anterior.
Este ciclo de “devolver el favor” está en el corazón de New York Says Thank You. También es parte de lo que le brinda al grupo una característica única: casi todos sus voluntarios han sobrevivido a algún tipo de desastre, sea natural o provocado por el hombre.
Esa conexión compartida significa mucho para el bombero Brian Fitzpatrick, quien estuvo en la zona cero el 11-S y perdió a diez miembros de su clase en la academia de bomberos. Como voluntario de New York Says Thank You en los últimos cuatro años afirma que le motiva ayudar a otros que también han vivido alguna tragedia.
“Estás ahí para que sepan… que no están solos. Es como un club de locos al que te unes”, comentó.
La organización ha ayudado a comunidades en nueve estados desde el 2003 y su red de voluntarios se extiende en todo el país. Con más voluntarios de fuera de Nueva York que de la ciudad misma, Parness afirma que su grupo ya no es sólo de Nueva York: es de Estados Unidos. Eric Kreippen, un bombero de Slidell, Louisiana, estaría de acuerdo.
Él ha sido un voluntario dedicado desde que el grupo de Parness llegó a su comunidad después de huracán Katrina. Dice que es un “adicto” a la experiencia y cada año lleva a más gente con él. “El año pasado traje a 22 personas de Arkansas”, dijo Kreippen. “Todo este asunto de devolver el favor es contagioso”.
Cada mes de septiembre, el ejército de sobrevivientes de desastres de Parness – normalmente entre 200 y 300 personas- llega a la ciudad para lo que viene siendo la construcción de un establo. El ambiente es como de una reunión familiar con la integración de voluntarios de proyectos pasados.
Los residentes “no pueden creer que gente de Manhattan, Slidell, Indiana y de todas estas ciudades estén aquí para ayudarlos”, dijo Kreippen. “Cuando te dan las gracias uno les dice: no, estamos aquí porque vivimos lo mismo”.
Trabajando hombro con hombro, muchos voluntarios crean amistades y se mantienen en contacto todo el año. “Estás martillando clavos y construyendo algo, pero son las relaciones las que te ayudan a sanar”, destacó Fitzpatrick. Muchos voluntarios descubren que el trabajo los ayuda a seguir adelante con sus vidas.
Megan Manning perdió a su esposo el 11-S y ha sido voluntaria de New York Says Thank You desde el 2007. Ella comenta que las experiencias han cambiado su actitud por completo cada que llega el 11 de septiembre.
“Desde que comencé, me despierto el 11-S y me siento agradecida. Eso es importantísimo para mí”, dijo Manning. Y también es muy importante para Parness. “Cuando inicié esto, pensé que se trataba de construir casas e iglesias que fueron destruidas. Conforme fuimos avanzando… Me di cuenta que el 50% del valor era de los sobrevivientes, pero el otro 50% era de los voluntarios. Te da poder”.
Este año, para el décimo aniversario del 11-S, Parness planea ir a Ellijay, Georgia, una pequeña ciudad que fue azotada por un tornado a principios de este mes.
Ahí, él espera reconstruir un establo que hospedaba a Build An Ark Animal Rescue, un santuario que salva y rehabilita animales. “Siempre buscamos proyectos especiales que beneficien a una comunidad”, dijo Parness. “Esta adorable mujer, Susan Littlejohn, vivía en el establo con 65 animales que usaba como compañeros terapéuticos para niños con discapacidad y ciudadanos mayores… No se nos ocurre un mejor lugar para ir este año”.
Un nuevo documental sobre el grupo de Parness se estrenó el 28 de abril en el Festival de Cine Tribeca en Nueva York. Parness afirma que el mensaje de la película es sobre el poder del voluntariado y espera que inspire a la gente para involucrarse de alguna manera con sus comunidades.
“Se trata de honrar el espíritu voluntario. Demuestra que nada es imposible si nos unimos”.
¿Quieres participar? Revisa la página web de New York Says Thank You en www.newyorksaysthankyou.org y ve cómo puedes hacerlo.