La policía española desaloja a los últimos 'indignados' del 15-M
La policía española desalojó este martes a los dos últimos campamentos de indignados del movimiento 15-M que permanecían en el centro de esta capital, sin que se produjeran mayores incidentes.
La operación de desalojo se realizó por unos 200 agentes que fueron retirando el campamento de la Puerta del Sol, donde quedaba el punto de información y los últimos acampados del movimiento que se inició el pasado 15 de mayo.
Decenas de jóvenes fueron retirados del Paseo del Prado, en el tramo de Cibeles a fuente de Neptuno, donde acampaban desde el pasado 23 de julio para protestar en las inmediaciones del Congreso de los Diputados.
Tras los desalojos, amplios dispositivos de seguridad mantienen acordonadas ambas zonas, donde los servicios de limpieza han procedido a borrar las huellas de las acampadas.
Algunos de los indignados desalojados se mantuvieron cerca hasta ver que todas las cosas habían sido retiradas, y algunos decían que aún no se decide qué reacción habrá tras el desalojo.
Miles de españoles iniciaron una protesta contra el desempleo y la falta de representación política.
El 15 de mayo, unas 130,000 personas tomaron las calles gritando lemas como “Lo llaman democracia y no lo es”, “Esta crisis no la pagamos” y “Esto no se acaba con las elecciones”. Los manifestantes, que hasta ahora han actuado de forma pacífica, instalaron campamentos en Madrid, Zaragoza, Mallorca y Barcelona.
Entre sus quejas está que los políticos españoles causaron la crisis económica que ha derivado en una alta tasa de desempleo —alrededor de 20%—, al tiempo que no representan a los ciudadanos que votaron por ellos.
Por tanto, exigieron una reforma a la Ley Electoral para promover un sistema más representativo, mayores controles e impuestos a la banca y reparto de trabajo a partir de una reducción de la jornada laboral.