El exjefe del espionaje afgano detalla "la cacería" contra bin Laden
Espías afganos tenían pistas de inteligencia desde hace cuatro años que señalaban un área cerca a donde Osama bin Laden se escondía , según el antiguo jefe del espionaje de Afganistán.
Pero Pervez Musharraf -entonces el presidente de Pakistán- rechazó tomar medidas, a pesar de recibir informes del hecho, dijo Amrullah Saleh.
CNN no puede confirmar el reporte de Saleh y Musharraf no fue localizado para hablar sobre ello, aunque éste ha negado desde hace mucho tiempo que tuviera conocimiento de donde se ubicaba bin Laden .
Saleh aseveró que su red de espías e informadores había descubierto en 2007 casas de seguridad de Al-Qaeda dentro de Pakistán, y pensó que estaban relacionadas con el alguna vez inaprehensible líder terrorista, y que el expresidente paquistaní había desatendido sus informes.
"Hicimos mucho trabajo en las áreas tribales de Pakistán… yendo de pueblo en pueblo, buscando informadores", dijo Saleh a CNN.
"Llegamos a la conclusión de que bin Laden no estaba en las áreas tribales".
El antiguo jefe de espionaje dijo que entonces él dirigió fuentes de inteligencia a los lugares apropiados de Pakistán, identificando casas de seguridad de Al-Qaeda en un pueblo llamado Manshera, un lugar no muy alejado a donde resultó estar el refugio de bin Laden .
Saleh dijo que los informes de inteligencia proporcionaron información buena, aunque no lo suficiente para ser considerada "inteligencia precisa para tomar acciones".
Pero cuando él los mencionó durante una reunión con Musharraf y su homólogo afgano, Hamid Karzai, el exmandatario pakistaní se puso “muy enfadado”, aseguró.
El expresidente paquistaní también "rechazó tomar medidas, o al menos hacer un minucioso control, calle por calle, en aquella área", manifestó.
El reporte de Saleh, primeramente relatado por el periódico británico The Guardian, destaca lo que él describe como "la clase dirigente de Pakistán" en apoyo de la insurrección.
Dijo que los funcionarios estadounidenses estaban "perfectamente conscientes tanto de nuestras opiniones como de las de la inteligencia de Pakistán".
El presidente estadounidense Barack Obama ha llamado a Pakistán "un aliado fuerte en la lucha contra el terrorismo", aunque también ha reconocido que la relación con ese país ha presentado algunos problemas .
En junio, Estados Unidos les suspendió una cantidad de 800 millones de dólares en ayuda militar, después de que Pakistán expulsó a unos entrenadores estadounidenses.
Para Saleh, la medida ya estaba vencida.
El exdirigente de la Dirección Nacional Afgana de Seguridad presidió la principal agencia de inteligencia del país de 2006 hasta 2010, dejando su cargo el año pasado por desacuerdos con el presidente Karzai, a quien él más tarde acusó de ser "demasiado suave" y "demasiado apaciguador con el enemigo"
Con la OTAN reducida en el lugar y una transición hacia las fuerzas de seguridad nacional en marcha , Saleh dice que el presidente Karzai presiona por alcanzar un trato con los talibanes "a cualquier costo".
La oficina de Karzai rehusó una petición de entrevista y no se consiguió de ellos algún comentario, pero se sabe que desde hace tiempo han pedido conversaciones con los mandos del grupo del talibán para acabar con el conflicto que lleva una década
El presidente afgano -según Saleh- ha tomado parte en "varias conversaciones secretas" con la dirección de la agencia de inteligencia de Pakistán, encontrándose también con los principales líderes pakistaníes en una cantidad "sin precedentes" de intercambios.
El antiguo jefe de espionaje -a quién muchos en Islamabad consideran ser antipakistaní- dice que el presidente Karzai no confía en la OTAN desde el 2009, tras las elecciones presidenciales en Afganistán.
En aquel año, el presidente actual consintió la presión internacional para llevar una elección de desempate, tras el escándalo surgido de las primeras votaciones, acusadas de corrupción y fraude electoral.
Examinadores apoyados por las Naciones Unida invalidaron casi un tercio de los votos obtenidos por Karzai debido "a pruebas claras y convincentes de fraude."
En lo que Saleh ha descrito desde entonces como el "plan de emergencia presidencial," aseguró que Karzai trabaja ahora en estrecha colaboración con la agencia de inteligencia de Pakistán, que, comenta, proporciona asilo seguro al mando insurgente.
"Para capturar (al líder del talibán afgano) Mullah Omar y llevarlo ante los tribunales, ellos no necesitan una operación militar", dijo Saleh. "Él está con ellos."
Saleh dijo que durante el tiempo en que estuvo en el gobierno consiguió "inteligencia para actuar" en cuanto al paradero tanto de Omar como del nuevo líder de Al-Qaeda, Ayman Al-Zawahir.
Afirma que ambos hombres permanecen en Pakistán, y que el aumento militar estadounidense ha "fracasado" en proporcionar estabilidad a la región debido a una falta de cooperación pakistaní.