La sequía en Kenia amenaza la alimentación de miles de escolares
Para los niños que viven en áreas golpeadas por la sequía de Kenia, las escuelas primarias que proporcionan comidas actúan como "centros que salvan la vida" en comunidades donde los alimentos son cada vez más escasos.
Pero como agosto es el periodo vacacional y las escuelas están a punto de cerrar por esa razón, las agencias internacionales de ayuda advierten que está en riesgo esta línea de apoyo vital, justo ahora que es el momento en que más se necesita.
"La situación es desesperada", dice Victor Koyi, director nacional la agencia de ayuda ChildFund en Kenia. "Si las escuelas cierran, los niños están ante un riesgo mayor, son vulnerables y el riesgo de muerte es, francamente, muy real para esos casos".
Mientras la atención del mundo está concentrada en Somalia del Sur, a la que las Naciones Unidas ha declarado en hambruna , el gobierno de Kenia ha decretado su propio estado de la emergencia.
Según ChildFund, hay aproximadamente 3.5 millones de personas en Kenia que actualmente se enfrentan a la inseguridad alimentaria, siendo un tercio de ellas niños menores de cinco años.
La sequía ha obligado ya el cierre anticipado de varias escuelas primarias en la región de Turkana -considerado el epicentro de la sequía- simplemente debido a la carencia de alimento.
Muchas más han estado "al borde de cierre, debido a la carencia de recursos", dijo Koyi.
"El gobierno liberó más recursos para escuelas hace unas cuantas semanas, pero los severos efectos de la sequía han causado una situación en la cual hay provisiones insuficientes de comida en el área", dijo.
El gobierno keniano actualmente financia tres tipos de programas de alimentación en escuelas, a lo largo del país, en colaboración con el Programa Mundial Alimentos de Naciones Unidas.
De acuerdo con Global Child Nutrition Foundation, los programas han resultado eficaces en el mejoramiento de la inscripción y estabilización de la asistencia escolar, así como un aumento de matriculación en las escuelas primarias.
Pero lo que antes era un instrumento para mejorar estándares de educación se ha convertido en el único medio de supervivencia para muchas familias, dice Suguru Mizunoya, jefe de educación del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Kenia.
"En algunas áreas más áridas en Kenia, las escuelas realmente funcionan como centros alimenticios, centros de supervivencia”, aseguró. "Es una de las dos fuentes de comida en la comunidad. Por lo que si se cierran, esto acelerará la situación de escasez aguda de alimentos".
"Presionamos y cada uno hace su mejor esfuerzo para mantener escuelas abiertas" prosiguió. "En muchos casos los niños sólo comen una comida al día y para muchos ésta resulta ser la comida que les provee la escuela".
Las agencias del gobierno de Kenia discuten actualmente si hay que mantener las escuelas abiertas durante el mes de agosto. Mientras tanto, los planteles financiados por agencias de ayuda internacionales, que todavía son capaces de proporcionar la comida gratis, han visto un influjo repentino de estudiantes desesperados por alistarse.
"La semana pasada vimos una escuela con una inscripción normal de aproximadamente 150 niños dispararse hacia la búsqueda de inscripción de aproximadamente 250", dijo Koyi.
ChildFund suministra actualmente la comida a 278 escuelas y centros de desarrollo comunitarios, alimentando a aproximadamente 22,000 niños en todo Kenia. Se espera que mantengan su programa de alimentos en las escuelas a lo largo de las vacaciones de Verano, pero Koyi se preocupa que no sea capaz de enfrentarse con la demanda en aumento.
"En la situación actual y con los recursos limitados disponibles para otras escuelas, los números de inscripción espero se doblarán a cerca de 50,000 en los próximos meses", aseveró.
"Pero a menos que contemos con los recurso, fallaremos desesperadamente", siguió. "La implicación de esto, es que los niños ya no contarán con alimentos garantizados. La situación se hace extrema y desesperada".
"Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que venga a nuestra ayuda; no desistimos ante la gente que, en grandes cantidades, está muriendo", expresó Koyi.