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Tras diez años, kuwaitíes temen un arresto indefinido en Guantánamo

Al menos tres kuwaitíes han permanecido presos 10 años en prisión bajo acusaciones no comprobadas de haber participado en el 11-S
mar 16 agosto 2011 12:54 PM

En verano de 2001, Fayiz Mohammed Ahmed Al Kandari, el hijo mayor de una familia numerosa, dejó Kuwait para emprender un viaje a Afganistán. Su propósito declarado era dedicarse a ser caritativo, ayudar con la reconstrucción de dos pozos y la reparación de una mezquita.

Su viaje fue por el bienestar de su madre, quien tenía cáncer, por lo que habría "más bendiciones de Dios en su nombre", según un miembro de la familia Al Kandari. Había viajado a Afganistán, en 1997, de manera previa a su trabajo caritativo, y a Bosnia, en 1994.

Sin embargo, esta visita fue a parar en un viaje mucho más largo y no planeado: a la Bahía de Guantánamo, en Cuba. Casi 10 años después, Al Kandari permanece encarcelado en el centro de detención de EU. Y su caso ilustra las dificultades para establecer quiénes pueden haber tenido vínculos con Al-Qaeda y grupos parecidos en el caos que resultó del 11-S, las pruebas en su contra, y si podrían ser o convertirse hoy en una amenaza si fuesen liberados de su detención.

Kuwait es un aliado importante de EU en el Golfo: Durante la primera Guerra del Golfo, a principios de los años noventa , los EU lideraron la contraofensiva que llevaron a las fuerzas invasoras de Saddam Hussein, entonces presidente de Iraq, fuera de Kuwait,  mientras que este último permitió a las tropas estadounidenses entrar a Iraq desde su territorio, en la invasión de 2003.

De acuerdo con los datos de su pasaporte, Al Kandari dejó Kuwait a finales de junio de 2001. Viajó a Pakistán, donde estuvo dos meses, y luego a Afganistán, de acuerdo con los expedientes legales.

El teniente coronel Barry Wingard defiende a Al Kandari ante la comisión militar que escucha su caso en Bahía de Guantánamo. Dice que después de los ataques del 11-S, Al Kandari recuerda folletos cayendo a su alrededor. En el folleto había una foto de un hombre afgano que llevaba una bolsa con dinero. El folleto decía: "Usted vuelva con sus árabes y nosotros le daremos el dinero".

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Funcionarios afganos locales aconsejaron a Al Kandari salir, según Wingard. Sin embargo, en octubre de 2001, fue capturado por la Alianza del Norte -junto con muchos otros árabes- y fueron"vendidos" a las fuerzas de EU estacionadas en Afganistán, dijo Wingard.

Los fiscales dicen que la historia del trabajo caritativo de Al Kandari es falso. Al Kandari es acusado de dar apoyo material y de conspiración para apoyar materialmente al terrorismo.

Un tribunal especial para juzgar a los detenidos en Guantánamo, en septiembre de 2004, estableció: "El detenido (Al Kandari) contrató personal para participar en la Yihad en Afganistán... viajó a Afganistán y recibió entrenamiento con armas en el campo de entrenamiento de Khaldan. Osama bin Laden personalmente dio enseñanzas religiosas y entrenamientos en este campamento". El tribunal concluyó que Al Kandari era miembro de Al-Qaeda y que "el detenido se encontraba en la región montañosa de Tora Bora, en octubre o noviembre de 2001".

Al Kandari, actualmente de 36 años, siempre ha negado las acusaciones que se le han imputado. De acuerdo con los expedientes legales, manifestó: "Miré todas las acusaciones sin clasificar. Me carcajeé".

Dijo que había sido acusado de luchar con los talibanes y con Al-Qaeda, y que había pasado la mayor parte de su tiempo en Afganistán junto a Osama bin Laden.

“Todo eso sucedió en un periodo de tres meses… Pregunté, '¿Esas acusaciones son contra Faiz o contra Superman?' Pareciera como si quien escribió esas acusaciones hubiera estado bebiendo y borracho al hacerlo”.

Moazzam Begg, un musulmán británico que también fue trasladado a Guantánamo, dice que Al Kandari fue llevado a un centro de detención de EU en Kandahar. Begg comentó a CNN que se acuerda de Al Kandari en Kandahar porque los estadounidenses lo llevaban de celda en celda para recolectar basura.

Begg dice que otros en el centro de detención le comentaron que Al Kandari estaba bien informado sobre temas islámicos. Begg fue trasferido a la Base Bagram, de la Fuerza Aérea, y luego a Guantánamo, y asegura que nunca volvió a ver a Al Kandari de nuevo. Sin embargo, también asegura que nunca escuchó a otros detenidos decir algo acerca de que Al Kandari estuviera asociado con terroristas conocidos o con actividades de esa índole.

Amigos y familiares de Al Kandari también insisten en que nunca tuvo algún tipo de relación con organizaciones terroristas, según documentos legales. A pesar ser interrogado por años, Al Kandari ha mantenido su inocencia , manifestó Wingard.

A Al Kandari sólo le es permitida una llamada telefónica a su familia de vez en cuando. Su madre, Fatima Yusuf, sigue viva. 10 años después de que Al Kandari se fue a Afganistán.

"He perdido a mi hijo desde hace años, lo anhelo", escribió en un testimonio para su hijo. Al Kandari "solía utilizar su dinero del diario para dos cosas, en partes iguales: una para su gasto cotidiano y otra para distribuirlo entre los pobres. A veces, dedicaba todo su dinero a los más necesitados, sin quedarse él con algo".

En la actualidad, Al Kandari no ha llamado a su familia porque ha sido puesto en un confinamiento solitario, tras haber realizado una huelga de hambre después de que tomaron sus pertenencias personales, incluyendo su correo, según su abogado Wingard.

Al Kandari es uno de los dos kuwaitíes que siguen detenidos. Otros diez kuwaitíes ya han sido liberados en Guantánamo.

En su momento más álgido, Guantánamo concentraba por lo menos a 779 hombres. Pero con el paso de los años, unos 600 presos han sido enviados a sus países de origen o a un país dispuesto a aceptarlos. Hoy en día hay menos de 200 reclusos en el lugar. Algunos probablemente serán puestos en libertad, aunque en marzo, el presidente de los EU, Barack Obama, firmó una orden que permite la "detención indefinida", con revisiones periódicas, para decenas de detenidos. La administración de Obama también anunció que los juicios ante comisiones militares se reanudarán . Barack Obama, previamente había firmado un decreto, en 2009, en el que hacía la promesa de cerrar Guantánamo en un plazo de un año .

Según piensan sus abogados, es probable que Al Kandari permanezca detenido indefinidamente. "Cuarenta y ocho desafortunadas almas en Bahía de Guantánamo no tendrán un juicio, se determinarán culpables y morirán ahí sin haber entrado en una corte", dijo Wingard. Al Kandari cuenta con un recurso de apelación ante la Corte de Apelaciones de Washington D.C., pero David Cynamon, principal abogado  de los prisioneros kuwaitíes en Guantánamo, piensa que el tribunal es un "agujero negro" para los detenidos.

A principios de este año, la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó una apelación de otro prisionero de Kuwait -Fawzi Al Odah-,  la cual impugnaba su detención indefinida. Al Odah, cuyo caso lleva Cynamon, también afirma que en 2001 viajó a Pakistán y Afganistán para dar clases y hacer trabajo caritativo.

En 2004, de acuerdo con el tribunal especial en el que estuvo el caso de Al Odah, el kuwaití estuvo vinculado con Al-Qaeda y con los talibanes. Además, "El detenido admite que portaba una AK-47 en las montañas de Tora Bora, durante 10 u 11 días cuando fueron los ataques aéreos de EU en esa región".

Al Odah, ahora de 34 años, ha reiterado su inocencia durante todo el tiempo de detención. Su padre, Khalid Al Odah, dijo a CNN que llevaba un arma cuando fue detenido, pero sólo como defensa personal.

El problema con los casos de Guantánamo es que el gobierno se basa en rumores, señaló Cynamon. No hay forma de "probar la veracidad de la gente que realiza dichas acusaciones".

De acuerdo con cables diplomáticos de la Embajada de EU, en 2009, publicados por WikiLeaks, el embajador estadounidense en Kuwait desestimó a los detenidos kuwaitíes denominándolos "como personas desagradables y sin muestras de arrepentimiento", y agregó: "las buenas marcas de Kuwait han sido manchados por el ejemplo del exdetenido en Guantánamo, al-Ajmi, quien supuestamente se inmoló en Mosul después de su liberación por las autoridades de Kuwait".

El ministro de Gobierno de Kuwait, el jeque Jaber al-Khalid Al Sabah, señaló de acuerdo con el mismo cable: "Nosotros no somos Arabia Saudita; no podemos aislar a esas personas en campamentos en el desierto o en algún lugar en una isla. No podemos obligarlos a que se queden. Si están podridos, están podridos, y lo mejor que puede hacer es deshacerse de ellos. Ustedes los levantaron en Afganistán; ustedes deben dejarlos en Afganistán, en medio de la zona de guerra".

Adel Abdul Hadi, uno de los abogados defensores de Al Kandari, dijo de los comentarios de Sheikh al Sabah que: "Aquellos a quienes se les encomendó el regreso de Fayiz (Al Kandari) y Fawzi (Al Odah), lo que sugieren ahora es que sean asesinados en su lugar de ser devueltos a Kuwait".

Los otros nueve detenidos kuwaitíes que han sido repatriados a Kuwait, entre 2005 y 2009, se han reintegrado de buena manera, aseguró Khalid Al Odah, quien trabaja con el Comité Familiar de Kuwait, organización que cabildea en nombre de los prisioneros kuwaitíes que permanecen en Guantánamo. “Son productivas. Algunos tienen hijos, trabajan. Estamos en contacto con ellos todo el tiempo", dijo Khalid Al Odah.

Fouad Mahmoud Al Rabiah fue el último detenido kuwaití liberado de Guantánamo, en diciembre de 2009. En su caso, un Tribunal de Distrito de Estados Unidos llegó en ese entonces a la conclusión  e que las confesiones de Al Rabiah no fueron corroboradas, declaraciones a las que su abogado atribuye hechas bajo abuso y coerción; que no eran "creíbles o confiables, y que el Gobierno no ha podido entregar a la Corte pruebas suficientemente veraces y fiables. Si existe una base para la detención indefinida de Al Rabiah, ésta, ciertamente, no se ha presentado ante este Tribunal. Su petición para un hábeas corpus fue concedida.

Al Rabiah fue repatriado a Kuwait, donde se suponía iba a vivir en un centro de rehabilitación, de acuerdo con su abogado, Cynamon. Pero después de unos días de interrogatorios, las autoridades de Kuwait decidieron que no había ninguna prueba en contra de Al Rabiah y lo dejaron en libertad.

Si Al Kandari y Al Odah fueran liberados serían enviados a un centro de rehabilitación en la prisión central de Kuwait, comentó Khalid Al Odah. No se les permitiría salir del país y estarían bajo vigilancia, añadió Khalid Al Odah.

Khalid Al Odah dijo que probablemente su hijo haya perdido la batalla legal, pero "Kuwait tiene otras cartas por jugar".

El 18 de mayo, el Parlamento de Kuwait se vio inmiscuido en una pelea durante un debate sobre el destino de Al Kandari y Al Odah.  Según informes de la prensa, un diputado chiita hizo alusión a los detenidos kuwaitíes como militantes de "Al-Qaeda". Esto provocó una discusión con un parlamentario de los Hermanos Musulmanes -y llegaron los intercambios de golpe– hasta que exlíder de la Asamblea, Jassem Al-Kharafi, suspendió la sesión.

La mayoría de los parlamentarios de Kuwait, y miles de personas más, han firmado una petición que exige a los EU un juicio justo para los presos o dejarlos en libertad.

La parlamentaria kuwaití, Rola Al-Dashti, comentó que es imposible saber si Al Kandari fue culpable o inocente: "No observo un juicio justo... nadie sabe por qué Estados Unidos siguen con ellos", dijo, refiriéndose a Al Kandari y a Al Odah. Es muy importante para el pueblo de Kuwait y para los familiares de los detenidos que los EU cumplan con los principios democráticos, aseguró. "No se ve bien el mirar hacia los EU y observar que existen este tipo de prácticas".

Khalid Al Odah añadió: "Diez años ya es suficiente como para mantenerlos sin un juicio".

La exembajadora de los Estados Unidos en Kuwait, Deborah Jones, quien estaba justo en ese puesto cuando supuestamente fueron enviados los cables de WikiLeaks, manifestó que los otros dos detenidos kuwaitíes en Guantánamo representan una amenaza tanto para los EU como para Kuwait, de acuerdo con informes de la prensa kuwaití. (La embajada de EU en Kuwait se negó dar declaraciones o proporcionar una transcripción de la conferencia de prensa en la que la embajadora, al parecer, realizó tales comentarios).

Al Kandari ha sostenido que después de terminar las reparaciones en la mezquita, en 2001, colocó una placa en el lugar. Su equipo de defensa todavía está tratando de identificar la mezquita. Adel Abdul Hadi, su abogado, dice que "si se localiza, ésta será una prueba más que de inteligencia de EU hizo, otra vez, mal las cosas".

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