El Servicio Secreto de EU participa en el diseño del autobús de Obama
El presidente Obama se encuentra esta semana de gira por tres estados del Medio Oeste, en un viaje estilo campaña, en un nuevo, elegante y blindado autobús negro. Es muy llamativo. No, en serio, lo es; tiene luces como si fuera una patrulla, las cuales estuvieron encendidas cuando el mandatario hizo escala el lunes en Cannon Falls, Minnesota.
El autobús es uno de los dos adquiridos recientemente por el Servicio Secreto (uno en abril, otro en junio) para transportar "protegidos" al presidente Obama, al vicepresidente Biden, a la Primera Dama y, prontamente, al candidato republicano a la presidencia, entre otros.
El precio de cada autobús: 1.1 millones de dólares, los cuales fueron comprados a Hemphill Brothers Coach Company, en Tennessee.
Un diputado se negó a responder las preguntas sobre el autobús, pero el sitio de internet de la compañía despliega una serie de modelos venta, incluyendo algunos de segundo uso, uno de los cuales transportaba un "show popular de música country".
Es la primera vez que el Servicio Secreto ha tenido un autobús en su flota de vehículos, que incluye limosinas blindadas (conocidas como "La Bestia" cuando el mandatario viaja en una de ellas), mismas que se añadieron cuando el presidente Obama asumió el cargo.
El Servicio Secreto compró los autobuses anticipándose a la campaña presidencial del 2012; también ayudó en el diseño de los vehículos.
"Sentíamos que estábamos atrasados al no tener un vehículo así en nuestra flota", dijo a CNN el vocero del Servicio Secreto, Ed Donovan. "Tanto candidatos como presidentes han participado en estos viajes en autobús desde 1980".
Anteriormente, el Servicio Secreto alquilaba los autobuses, añadiendo blindaje protector y mayores capacidades de comunicación, mismos que deben ser desmontados de los autobuses para regresarlos a su estado original antes de ser devueltos.
Era una práctica costosa, decenas de miles de dólares por mes, dijo Donovan, y el Servicio Secreto espera que los nuevos autobuses ahorren, con el paso del tiempo, dinero.
¿Qué tan pretensioso es este viaje? No lo sabemos.
El Servicio Secreto no revelará detalles y, por lo tanto, los periodistas tienen que inquirir sobre ello.