La crisis de la eurozona empaña la imagen de la 'Dama de Hierro' alemana
Durante años, Alemania ha sido considerada como el hombre fuerte de Europa: Mientras aquellos a su alrededor experimentaron años de auge y decadencia, Alemania, estable y consistente, prosperó. Su economía -y la dirección económica de sus líderes- eran citadas con frecuencia como un ejemplo al resto del mundo.
Pero en años recientes, aquella misma estabilidad ha amenazado al país, al obligarla a tomar un papel principal en sacar de apuros a sus vecinos económicamente menos sanos , prometiendo el protegerlos de hundirse bajo el peso de sus deudas.
A pesar de ser vistas como vitales para la supervivencia del euro, las acciones de Alemania han sido recibidas con enojo y frustración en casa. Una encuesta de Bloomberg/YouGov, publicada este martes, dio a conocer que sólo el 15% de alemanes encuestados aprobó el desempeño de su gobierno durante la crisis del euro, mientras que el 75 % lo desaprobó.
La preocupación para la eurozona por el qué significará sacar de apuros a otros ha resultado contagiosa, empañando no sólo a las economías, sino también a los individuos implicados, y la canciller alemana, Angela Merkel, no es la excepción.
La frecuentemente apodada “Dama de Hierro”, y aclamada como la respuesta del país a la ex Primera Ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher, ahora ha visto caer su imagen, consecuencia de la crisis del euro.
Merkel, de 57 años, hija de un pastor protestante, fue educada en Alemania Oriental, entonces comunista. Ella se tituló en química antes de dar un giro hacia la política, como militante de los demócratas cristianos conservadores, en la Unión Demócrata Cristiana, (CDU), del ala derecha .
En 2005 fue electa como canciller -la primera mujer en ocupar ese puesto-, 15 años después de que ella entró al Parlamento. Fue reelegida en 2009, pero recientes encuestas dicen que ella podría batallar para asegurar un tercer periodo.
Un sondeo del canal de televisión alemán ARD, a principios de este mes, registró una disminución en la aprobación de Merkel -sólo el 45% de los encuestados dijo estar satisfecho por su trabajo-, que equivale a cuatro puntos menos en comparación con el mes anterior.
La misma encuesta pareció predecir un desalentador futuro para la CDU de Merkel , con un apoyo al partido que cayó al 36%, en comparación con el 51% que respaldó a los probablemente socios de coalición, el Partido Social Demócrata y los Verdes.
Y hubo más malas noticias para Merkel, con sus compañeros de coalición, el Partido Democrático Liberal (FDP), apuntándose sólo el apoyo del 4 en el sondeo, un resultado que de ser repetido en las elecciones, los vería caer por debajo del umbral de voto mínimo, perdiendo así su lugar en el parlamento.
El FDP ya ha amenazado con retirar su apoyo a la coalición, si Merkel y el CDU respaldan los polémicos eurobonos como una posible solución para la crisis europea de deudas, un movimiento que podría echar abajo al gobierno.
En marzo este año, el CDU perdió el dominio del próspero estado sureño de Baden-Wurttemberg, que había gobernado desde los años cincuenta.
Y con más elecciones por venir este año, en Berlín y en el norteño estado de Pomerania Occidental-Mecklenberg, muchos miembros del CDU temen que la crisis de euro pueda causar todavía más daño al partido, y poner a su líder en apuros.
Tal y como el periódico alemán conservador Die Welt recientemente señaló en una editorial, "es posible que la siguiente elección pueda depender inclusive de esta cuestión".
"Para Merkel, es tanto una maldición como una bendición. Al igual que a su exconsejero Helmut Kohl, esto le daría la posibilidad de pasar a la historia como una gran europea. Al mismo tiempo, ella corre el riesgo de lo que le pasó a su predecesor, Gerhard Schröder. [Quien] hizo, en términos económicos, bien las cosas, pero fue no fue reelegido".
Los últimos indicadores financieros dicen que Merkel y su partido ya no pueden confiar en la fuerza de la economía para tener éxito. El martes, Alemania anunció que su PIB, para el segundo cuarto del 2011, prácticamente se estancó, creciendo en sólo un 0.1% (comparado con el crecimiento del 1.3% en el primer cuarto del año).
Probablemente haya más problemas en puerta para Merkel, y para Alemania en conjunto, pero los años que tuvo estabilidad el país le deberían permitir el soportar la tormenta más fácilmente que algunos de sus vecinos.
Y mientras la crisis de euro ha abollado la imagen del canciller, la encuesta de Bloomberg/YouGov indica que la mayor parte de hostilidad alemana por la situación está dirigida hacia Grecia .
De los alemanes encuestados, el 59% se mostró firmemente en contra de ayudas adicionales (con sólo el 20% de los encuestados apoyando un sí), y el 58 % apoyó la idea de echar a Grecia de la eurozona.