El luto en Noruega termina con una ceremonia en recuerdo de las víctimas
El periodo oficial de luto en Noruega por los bombazos y la matanza del 22 de julio terminó este domingo con una ceremonia nacional en Oslo.
Unas 77 personas murieron por los bombazos en Oslo y los tiroteos en la isla de Utoya.
"Hace días, hemos acompañado a 77 personas a sus tumbas", dijo el rey Harold V durante el evento. "Hemos llegado a conocer un poco sobre cada uno de ellos a través de sus historias; 77 vidas de personas que querían cambiar al mundo se han ido. Mantendremos viva su memoria al preservar viva su lucha por un mundo mejor. Les digo a ustedes, como lo dije un día después de la tragedia: la libertad es más fuerte que el miedo".
Anders Behring Breivik, autor confeso, asesinó a 69 personas a tiros y puso bombas en el centro de Oslo, en edificios gubernamentales, que dejaron 8 víctimas.
La mayoría de quienes murieron en Utoya se encontraban en un campamento de verano organizado por las Juventudes del gobernante Partido Laborista. Algunos lograron sobrevivir al esconderse entre las rocas o por tirarse al agua.
UN día antes, parientes de los fallecidos visitaron el lugar, para conocer dónde pasaron sus últimos momentos su seres queridos. Muchos encendieron veladoras y dejaron flores.
El sospechoso de ambos ataques, Anders Breivik , fue puesto el viernes en aislamiento por cuatro semanas más, tras declarar ante un juez en Oslo.
De acuerdo con el juez, sacarlo del confinamiento solitario arriesgaría la investigación, a cargo de la policía. Breivik, de 32 años, ha dicho ante el tribunal que estar aislado es "aburrido, monótono y un sádico método de tortura".
El sospechoso admitió haber cometido los ataques, según un juez y su abogado comentaron; aunque se ha declarado inocente ante el tribunal.